FILOSOFÍA
INDÍGENA
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Dedicatoria:
A
Miryam Pérez, Jhonnatan y Suray, esposa e hijos
No se trata de concertar con
los individuos de la comunidad
Si no con la tradición de esa
comunidad.
Filosofía
indígena. Obra inédita.
Derechos
reservados por el autor.
Tiberio
de Jesús Acevedo. Inírida, Guainía
Colombia. Versión revisada 2013.
Dirección electrónica: tiberiodejesusacevedo@yahoo.com
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TABLA DE CONTENIDO
Contenido
INTRODUCCIÓN
Este es un acercamiento a la filosofía indígena de los pueblos
originarios que conozco personalmente, ubicados en el norte amazónico, en Suramérica.
Estas reflexiones son el fruto de cuarenta años de convivencia con ellos,
donde formé mi nueva familia: esposa, hijos, suegros, creencias, costumbres, amigos
y enemigos.
Estas son reflexiones indígenas y mestizas llenas de la realidad
asumida; de indigenismo y occidentalismo, y donde al fin se toma partido por la
vida y lo comunitario que es el gran mensaje indígena.
La filosofía indígena se refiere a una actitud en el mundo. ¿Cómo es el
mundo desde la visión indígena?
Existe una filosofía indígena, que es
accesible a cualquier ser humano. El
hombre distinto, aunque no haya nacido en la comunidad indígena, puede asumir
su filosofía, su manera de pensar, su manera de ver, comprender y vivir el
mundo. Esta es una invitación a hacer del mundo una casa indígena.
EL AUTOR.
PRIMERA PARTE
COSMOVISIÓN INDÍGENA
1. ¿QUIÉN ES EL INDÍGENA?
“Nosotros somos chase
itaquenai, nietos del tucán”. Esa es la
expresión con la que inicia el
abuelo piapoco la narración de la
identidad. La historia que dio origen al abuelo tucán, al pueblo del tucán, y
que es un origen divino. Cuenta el abuelo al niño la historia de Purnaminali, Dios y de Cuvai; cuando éllos
vinieron en persona y ordenaron el mundo para éllos y les dieron las reglas para vivir juntos todos
los seres. Es una historia extensa que no se termina de contar en un día, ni en
una semana, ni en un mes, sino que es una historia que dura y dura hasta que el
niño duerme… y al día siguiente continúa.
“El primer ser humano que
creó Purnaminali Dios, sobre la
tierra, fue la mujer. La hizo para que fuera su propia
esposa, y la llamó Pumeniru, primera
mujer del mundo, y por eso le dicen mujer extraordinaria o mujer perfumada”; la que tiene el perfume de Dios.
Otro día, cuenta el abuelo a
su nieto, del tiempo cuando el mundo se
estaba organizando por parte de
Purnaminali, Dios. Cuando vivían en la selva
la gente tucán, la gente venado, la gente garza, la gente estrella, la gente danta; y el nieto de esa forma
va sabiendo día a día, narración tras narración su origen. Su origen
divino. Lo aprende con orgullo, reconoce su origen prestigioso y en forma de
abuelo la seguirá repitiendo a los
nuevos niños bajo la noche constelada, mientras el río y la selva escuchan: “Nosotros somos chase itaquenai...”
2.
CUALIDADES DEL INDÍGENA
El indígena existe como
hombre, partícipe de la humanidad y de toda la realidad. Es un Ser
perteneciente, sintiente y pensante.
existen pertenecen a un espacio, a un tiempo, a una cultura, a una familia, a unos sueños.
2. Es un ser sintiente: Tiene
sensaciones y emociones. Ama, odia, sufre, se alegra.
3. Es un ser pensante: es un
ser de conciencia.
2. PRINCIPIOS FUNDAMENTALES DE LA COSMOVISIÓN INDÍGENA
El mundo indígena es otro mundo, distinto del mundo de la cultura
occidental. Esto debe ser tenido muy presente cuando se aborda el concepto de
desarrollo de los pueblos indígenas. Territorial y culturalmente hablando constituyen
una nación, con unas formas propias de organización social, política, y
económica que configuran su realidad cultural y se corresponden con su
particular cosmovisión.
Lo práctico es la actitud del hombre indígena frente a la naturaleza, la
cual conlleva los siguientes principios:
1.
Todas las cosas que existen tienen “Dueño”,
espíritu o madre.
2.
Todos los seres son sujetos. Esto es consecuencia
de lo anterior. Al existir los Dueños en cada cosa estos influyen en el hombre,
son dialogantes, actuantes.
3.
Todos los seres tienen ética; esta, no es exclusiva
del campo humano. Los dueños o espíritus pueden hacer el mal o el bien; y los afectan las
actuaciones de los hombres y de otros seres. Los animales, los árboles, las
aguas tienen Dueño; éstos tienen su bien o su mal. Los indígenas tienen oraciones para ellos; saben comunicarse.
Podemos hablar de los valores del árbol, del tigre del águila; también de los
derechos de estos seres.
4.
El mito no existe. La historia de origen de los
indígenas, así como sus creencias y costumbres son realidad; y realidad sagrada..
5.
La necesidad colectiva es la base de la acción. Las cosas que son
inherentes o comunes a todos,
mueven y orientan la acción de la
comunidad e implican interés y propiedad colectiva. Por ejemplo, la
alimentación, el territorio.
3.1 TODAS LAS COSAS QUE
EXISTEN TIENEN “DUEÑO”, ESPÍRITU O MADRE.
La
“confísica”, es lo que es y está con lo
físico, es el mundo de los Dueños o los
espíritus y su relación con el mundo material.
En esta etapa del camino el buscador se encuentra ante el otro mundo
oculto, aquel que es y está con lo
físico, un mundo de energía, pero intangible desde el mundo material fenoménico.
Este es el mundo del Payé, allí están los mundos que visita, los seres que le
proporcionan sabiduría, quienes le entregan sus remedios o sus enfermedades.
Allí está el campo de “Warrama”, el
alimento de payé necesario para que aguante su camino en ese mundo y le permita
regresar con éxito. Existen unos mundos distintos a la tierra; unos superiores,
otros inferiores; de esos mundos procede todo lo que hay en la tierra. Y hay un camino para ir a esos
mundos; no son caminos fáciles; son caminos que exigen sabiduría. Esos caminos
los trajinan los dioses y los espíritus buenos y malos; también son los caminos del Payé. Por esos senderos
viaja, arriesgando perecer. También son
lso caminos de las almas de los seres que mueren.
Cuando
un indígena va por el monte a sus faenas,
en su mente y en su cuerpo, va
tomando muy en serio todo el paisaje que se le presenta, cualquier ruido de la
selva, cualquier movimiento. El indígena lleva consigo los rezos, y el tejido
maravilloso llamado la trampa de los
espíritus; son su seguro contra el Omavali[1]
de la selva o contra el Chavalivali[2]
de la laguna, o contra Bom[3]
etc. pero de ¿dónde los trajo?, ¿de dónde provino su conocimiento?. De un encuentro que llamaremos pajmúrico: es un punto, una coyuntura
precisa donde se encuentran lo tangible y lo intangible, es el punto donde algo
se produce: fenómenos materiales y fenómenos inmateriales. Pero ambos fenómenos
son confísicos, quiere decir que son y están con lo físico. Un hombre sabio
puede verlos, y producirlos. Es el
oficio de Payé o Chamán.
El indígena tiene una
concepción y comprensión precisa de los fenómenos. Este pensamiento se empieza
a descubrir a través de las historias de los abuelos. El relato primordial es
la tradición filosófica primera del pensamiento
de un pueblo.
En el relato primordial
encontramos la idea de Seres creadores; Seres supremos que han hecho el mundo y todo
cuanto en él hay. Estos Seres creadores, son comunitarios; sus actuaciones no
pueden ser individuales; siempre son acompañados o complementados o ayudados por otros Seres. En la teogonía indígena no se puede
hablar de un único Dios solitario y omnipotente. Cada Dios tiene su función.
Aunque hay una jerarquía grupal donde se distingue la superioridad. Por ejemplo,
Iñapirriculi, nombre de Dios en idioma
curripaco, es un creador, pero sus cosas creadas al principio no
crecían, y debió apoyarse en Cuvai,
el mismo Yuruparí.
Existe la categoría de los
Seres Creadores y la de los Dueños de esas cosas creadas. El Dios creador,
sencillamente cumplió su misión; el cuidar las cosas creadas es función de
otros. El hombre puede conocer las cosas creadas y saber cómo fueron hechas, el
por qué y el para qué. Este es el objeto del conocimiento chamánico.
Cada elemento existente tiene
su Dueño. Nada existe sin un Dueño. No hay un Dueño general de todo, sino
muchos Dueños particulares de cada cosa.
Existe el Dueño del agua, el Dueño del aire, el Dueño de la tierra, el Dueño de
los árboles, el Dueño de los animales; el Dueño de la gente; de las enfermedades, etc.
El indígena tiene una
explicación del origen de todas las cosas. Los relatos primordiales son causas y efectos que a la vez son causas de otros efectos, desde el origen
remoto de las cosas hasta los tiempos contemporáneos. Para escuchar a un historiador indígena, hay
que mandar lejos el tiempo y preparase para escuchar la cadena de relatos que parecen infinitos;
una aventura origina otra, y esta otra y otra. El historiador oral es sencillamente un
repetidor del relato primordial. La sincronicidad es vista e interpretada desde
el relato primordial que no cambia, que está dado, que es verdadero, que no
tiene dudas, porque fue dictado por los Dioses, por los Seres grandiosos
que dieron origen al mundo. El historiador indígena no es un
hombre que está dando interpretaciones subjetivas, sino que se ciñe a la
objetividad del relato primordial. Los
historiadores son relatores de una única
historia inmensa, extensa. Un relato indígena muestra el origen de cada cosa que existe, de
las que vemos y no vemos; de las que percibimos con nuestros simples sentidos y
las que no se perciben con ellos. He aquí algo importantísimo del pensamiento
indígena: no sólo conoce acerca del origen, sino que, además, ofrece una explicación a los fenómenos.
No se puede conformar un
cuerpo filosófico latinoamericano, sin
partir del relato primordial, esto es, de la tradición filosófica
indígena. Partir de la interpretación del relato primordial es partir de las
raíces mismas del pensamiento latinoamericano.
Todo ser que pertenece lo es
por una causa. Esa causa, los indígenas la llaman Dueño. El hombre no tiene la
calidad de ser Dueño; al contrario él tiene su Dueño-espíritu. Su esencia es la
de pertenecer, sentir y pensar. En el Dueño-espíritu se encuentra la definición de hombre; la
respuesta a los secretos y a los
misterios de este Ser.
El indígena pareciera ser
Dueño de un territorio, una canoa, una flecha, un loro, un pez, etc. Él sabe
adquirir todo eso por medio del Dueño-espíritu. La sabiduría del ser perteneciente como el hombre es conocer a
los Dueños de cada cosa, comunicarse con ellos, sintonizar sus frecuencias.
Así se conoce así mismo.
3.2 TODOS
LOS SERES SON SUJETOS
Los espíritus son personas inmateriales; actúan sobre los elementos
(plantas, animales, seres humanos, aire, fuego, tierra, agua) etc. Pueden
causar bien o mal o ser indiferentes; se relacionan con sus elementos correspondientes. Por estas
razones, entre otras, es que se comportan como sujetos no objetos; y al ser
sujetos de elementos también lo son los elementos inherentes a éllos, la
montaña, la laguna, el bosque, los animales.
Los indígenas tienen su origen en
uno de estos elementos o espíritus; así se consideran “nietos del tucán”, “nietos,
del venado”, “nietos del cachicamo”, nietos del tigre, “nietos del árbol”,
“nietos de la candela”, “nietos de las estrellas, “nietos del viento”… Es una
relación de familia. La familia indígena no es
el concepto de familia nuclear occidental. La familia indígena integra a
los elementos de donde provienen como
parte suya; saben que los demás, también
se relacionan de la misma manera; así comprenden el sistema de relacionarse entre
todos los seres existentes, humanos y no humanos. Considerar objeto al
otro no es de la filosofía indígena.
Tratarlo como de la familia u otro
dialogante sí lo es. Este principio trae un impacto específico sobre el medio ambiente indígena; así su
sociedad se ensancha y su organización y su visión de mundo se torna una realidad específica.
El campo de los derechos tiene
que considerar no sólo a los humanos, sino a los no humanos; el derecho de la
montaña, de los ríos, de los animales,
del planeta, del universo.
3.3 TODOS LOS SERES TIENEN ÉTICA.
La
ética indígena no es exclusiva del campo
humano. El pensamiento indígena está regido por una posición ética. Todos los
seres que existen tienen espíritu o alma
o Dueño. Hay que concebir a todos los seres como sujetos, no como a objetos. Es
el verdadero amor por la naturaleza. Es
la manera de respetar al árbol, al agua, a la montaña, al animal, al hombre. Es
el camino para establecer comunicación
con nuestro medio ambiente; para algún
día darnos la mano con el árbol y
visitarlo como a un vecino poderoso, lleno de
virtudes, entre ellas la generosidad de compartir su poder para dárnoslos en forma de aire y vida.
Esto implica un cambio en la concepción ética
“occidentalista” donde esta ciencia sólo es aplicable al hombre. Los conceptos de bondad, de bien y de
mal, la axiología, también son propias de los demás seres.
Que vuestra visión sea la del árbol que crece guiado por la luz; porque
donde crece un árbol hay campo fértil; allí la vida acude como abejas a la
miel. Quien así lo hace puede amparar; brinda buena sombra; alberga nidos de
vida, dar frutos y esparce nuevas semillas al mañana.
Los principios éticos son impertérritos, no cambian. Los valores, lo
bueno, lo malo es lo que está preceptuado desde el comienzo del mundo, por lo dioses. Es una
moral segura. No hay dudas. No hay doble moral; la prédica y la práctica se
corresponden. No hay el mal de conciencia. Hay que conocer las leyes
originarias establecidas y cumplirlas. Es la función de la familia, de la comunidad. Es la
garantía y guía de la justicia y de la
existencia cultural y física.
Pedir permiso a los Dueños- espíritus; esto implica conocerlos. Cada
aspecto de la realidad es controlada por un Dueño. Conocer los protocolos, los
compromisos que adquiere el solicitante; el lenguaje de la solicitud; en
resumen conocer y practicar la historia y la ley ancestral.
[1] Omavali. Ser espiritual. Dueño
de la selva y los ríos. Puede aparecerse
en distintas formas a los hombres, les puede hacer daño o los puede favorecer
según sus actos.
[2] Chavalivali. Dueño de las lagunas. Se dice que tiene forma de caimán
con cachos.
[3] Bom: El mismo Yuruparí; dios
poderoso de la naturaleza, contraparte de Ducjín, en la cultura puinave.
3.4 EL MITO NO EXISTE
La
cosmovisión indígena es un hecho real.
Por lo tanto su contenido está fundado sobre la epistemología indígena. El mito ha
sido un obstáculo para acceder a la razón indígena.
¿Por
qué la teoría de que el mito no existe? Primero: Es la primera parte del método
para acceder al conocimiento indígena y
abrir la puerta que conduce a su
cosmovisión. Quien no entrena su mente en destruir el mito, no puede entrar a
este mundo. Una de las practicas que hace
quien se entrena para chaman es “el hacerse liviano”; ello requiere un
entrenamiento de la voluntad y unas acciones prácticas, como el ayuno. El dominio de las necesidades del cuerpo: el alimento y el sexo. La persona
que no domina la sexualidad, ni el alimento, no puede alcanzar conocimientos
superiores. El Payé cuando examina estos aspectos puede decir “para qué va a servir ese muchacho”
Nada
es mito. Esto nos permite acceder a una visión más amplia del mundo, ver todos
los fenómenos materiales e inmateriales que produjeron el pajmuri de la tierra.
Es la superación del paradigma; la verdadera puerta de la libertad absoluta. La
liberación del hombre, el fundirse en lo universal conscientemente.
Parado
allá, en esa colina confísica, después de un recorrido épico es que se puede ver el mundo sin mitos,
amplísimo, donde todo es posible, donde el conocimiento no tiene limitación:
donde es posible ser dueño de un
destino; donde Dios se hace cognoscible, deja de ser misterio.
El
hombre es un receptor que puede graduar
su alcance. El objeto de su ciencia es perfeccionar su potencia para cada día
escuchar nuevas voces, nuevas músicas, hacerse a nuevas imágenes.
El
mito es una limitación y es una característica del hombre dominado.
3.5 LA NECESIDAD COLECTIVA ES LA BASE DE LA ACCIÓN
Las
necesidades colectivas involucran a hombres y espíritus; se puede decir a
espíritus materiales e inmateriales. Las
necesidades son de acuerdo a la esencia
del ser. Estas necesidades son de tres
clases: a) de supervivencia, b) de
creencias y c) de costumbres.
- Necesidades
de supervivencia: Territorio, reproducción, alimentación; convivencia, otras.
- Necesidades
de creencias: eticidad, enseñabilidad, religiosidad, cultura
- Necesidades
de costumbres: ritos, comportamientos, lenguaje, tecnologías, técnicas,
saberes.
Si
se presenta una de estas necesidades, entonces la acción es evidente y se
dispone de la estrategia para alcanzar el objetivo. La colectividad se presenta de dos maneras: la
familia nuclear, clínica; y la gran
familia comunitaria. Dentro del marco de ellas el indígena orienta todas sus
acciones materiales y espirituales.
2.
LA
CONFÍSICA
Es el tratado del mundo de los Dueños, espíritus o
madres de la naturaleza; también se puede entender como el tratado del Ser
indígena; o el tratado del mundo inmaterial. Confísica quiere decir “lo
que es y está con lo físico”. Se basa en la concepción de que a todo
fenómeno físico corresponde uno no-físico o espiritual. El pensamiento
indígena no separa lo material de lo espiritual, la conciencia
de la naturaleza o del mundo. No se
puede comprender e interpretar un fenómeno material sin correspondencia espiritual. Ejemplo: Un cerro, un árbol, una
laguna, una enfermedad, un pez, etc. tienen su Dueño. El concepto de árbol hay
que aprehenderlo con el concepto
confísico, esto es, el concepto material-espiritual. La vieja disputa en
cuanto a ¿qué es primero? Si lo material o lo espiritual, el indígena lo
resuelve confísicamente. La Confísica
constituye la metafísica indígena.
En
el marco de la teoría del conocimiento indígena la dualidad es esencial. Siempre existen dos
cosas correspondientes y necesarias entre sí para que se produzca una tercera,
o para que haya dialéctica. O para que
se produzca el pajmuri[1].
Ducjín y Bom[2] son
dos fuerzas necesarias para
que se produjera el mundo Puinave[3].
Es algo así como el polo positivo y el
polo negativo en el campo eléctrico. O como el hombre y la mujer. Cuando estas
relaciones entre opuestos son correspondientes y producen “algo nuevo”
entonces al fenómeno inmaterial se le
llama Dueño. El sabio es aquel que conoce al Dueño.
El
mundo de los Dueños es todo un capítulo
inmenso y coherente, que se debe conocer para poder comprender la fenomenología
indígena. Algunos episodios de esta metafísica reconocidos por el pensamiento
occidental han sido considerados como
“Mito” o “Leyenda”, o “animismo”, lo que es un
error. Los Dueños de las cosas son en relación con esas cosas. Las
cosas son en relación con sus Dueños.
Hacerle mal a la naturaleza es hacerle mal
a los Dueños – espíritus -. El
pensamiento tradicional indígena “Pide permiso” al Dueño, antes de tomar algo de la
naturaleza. Antes de cortar un árbol,
antes de utilizar una mata, se pide permiso, se conoce la oración.
Conocer la oración es básico para mantener la cohesión cultural indígena. El
olvido de “la Oración”, es el comienzo
del olvido cultural, el olvido de la cosmovisión indígena. Para la cosmovisión
indígena el Mito no existe[4],
porque éste es la realidad confísica.
El
fenómeno es correspondiente con la cosa
en sí (el Ser) Por el fenómeno se conoce la cosa en sí. Por lo tanto el
pensamiento indígena admite como posible el conocimiento.
4.1. MODO DE CONOCER A LOS
DUEÑOS
1.
Hacerse liviano. Ayunando. Hacer una dieta sin sal,
muy frugal: Agua y casabe[5].
2.
Abstinencia sexual.
3.
Alejarse de la sangre de la menstruación o de las
placentas.
4.
Aprender los rezos
u oraciones y ritos.
5.
Buscar sitios adecuados de paz. Alejarse de los
ruidos.
6.
Practicar las costumbres y creencias de la
comunidad. Allí están las leyes a obedecer.
Estas condiciones hacen a la
persona “liviana”. Se escucha mejor. Se adquiere más potencia espiritual, para
vencer el miedo ante las nuevas experiencias inmateriales.
La persona que se apropia de este estado, puede saber cuál
es su espíritu ancestral. Generalmente corresponde a un ser de la naturaleza.
El practicante puede verse y sentirse como el jaguar, el águila, la anaconda, el gavilán, el venado, etc. En los cuerpos de
estos animales puede conocer el mundo de su Dueño. Si la persona tiene potencia
y sirve para ir más allá, entonces
experimentará más progresos en sus conocimientos del mundo no físico. El maestro guía que es el Payé o chamán, puede
saber si una persona resiste la experiencia o no. Casi siempre se experimenta
miedo; o la persona despierta a la conciencia de este mundo, a su realidad
ordinaria.
LA SEXUALIDAD. La sexualidad rige la procreación. Es su razón de ser. “sirve
para hacer los hijos” y como potencia chamánica. Realiza la vida. Pero para hacer los hijos la ley ancestral
dice que tiene que ser en el matrimonio entre dos personas que cumplen los
requisitos ordenados por la tradición. Cualquier cosa que se haga por fuera de
esta norma daña a la persona, a la familia y a la comunidad. Bien practicada,
para lo que es, la sexualidad tiene la
facultad de dar poder, seguridad, claridad, conciencia de sí mismo y de lo que
lo rodea. El primer poder de una persona está en su cuerpo; reside fundamentalmente en sus huesos. Cada hueso es
para una facultad. La sexualidad es regida por
dos espíritus: el jaguar y la anaconda. El hombre que direcciona su
vida, sus sentimientos, es porque direcciona
su sexualidad.
4.2 EL CHAVALIVALI
El Chavalivali es un espíritu de
las lagunas. Tiene la forma de serpiente gigante (La anaconda con cachos; o
varias cabezas). Cuentan los piapocos que en cierta comunidad vivía una
linda muchacha adolescente. Un
muchacho que ya sabía hacer casa y
tumbar monte la pidió para mujer. Los
padres estuvieron de acuerdo, pero ella lo rechazó.
Ella prefería seguir los coqueteos de los hombres. Así se ganó la
enemistad de las otras mujeres. Los
mayores la aconsejaron para que se
casara y formara un hogar. Así lo
hizo, pero al poco tiempo abandonó a su marido. En la comunidad tampoco
volvieron a decirle nada.
Cierto día, hubo gran alboroto en todo el pueblo. La gente corría hacia
el barranco orillero de la laguna. Eran como las cuatro de la tarde. Allá,
donde la laguna hace una curva se miraba
un potrillo flotar boca abajo. Cuentan los que vieron que de pronto se hizo un remolino, luego se
levantaron una olas gigantes y emergió
un lomo escamoso de un guió gigante. En
la cabeza tenía palos negros como
cachos. El potrillo era del padre de la muchacha. Así murió ahogado por el
Chavalivali.
Los viejos sí sabían porqué había sido aquel castigó. Los tíos
aconsejaron a la muchacha que cambiara y cumpliera con las normas de la
comunidad. Ella dijo que sí, pero al
escondido seguía con sus locuras.
Nuevamente el Chavalivali
mandó otra advertencia y esta vez
trambucó la canoa de su tío cuando venía de pesca. También murió.
Cuenta que como la muchacha no cambiaba su comportamiento y la comunidad
tampoco la hacía cambiar, entonces el Chavalivali, volteó su cabeza hacia la
bocana de la laguna y el agua empezó a
salir y con ella los peces. Así aquella laguna se fue secando. Cuando
llegó el mes de de las grandes lluvias, extrañamente no se llenaba. El agua aún no
tapaba sus playas.
Cuentan que un día la laguna amaneció seca. El Chavalivali se había ido.
Así fue el castigo para la comunidad. Se quedaron sin peces y sin agua y tuvieron que abandonar
aquel lugar. Vivieron errantes, buscando refugio en otras comunidades vecinas.
4.3 EL
CONTROL SOCIAL
Los Dueños son generadores y
reguladores de la moral. Lo que dan lo
pueden quitar. Los Dueños premian y castigan. Veamos un ejemplo, al Dueño de la
laguna llamado Chavalivali, entre los indígenas Piapoco, al sur oriente
de Colombia. La laguna es proveedora de
alimento, peces, agua. Cuando la comunidad vive en armonía, sin romper las
reglas de convivencia, el Chavalivali permanece dormido en el fondo de la
laguna, es benéfico. Pero si algún miembro de la comunidad transgrede las
normas establecidas (peca) el Chavalivali
despierta y lo castiga. Cuando la persona baja a la laguna por agua, o se
adentra en ella a pescar, es ahogada; si está en la orilla, la embruja y la
llama para que entre en el agua; si va en la canoa revuelve las aguas y la hace
naufragar.
Cuando el mal es general en toda la comunidad y sus
miembros no se corrigen, entonces el Chavalivali se va de la laguna y
esta se seca.
Los valores morales están
regulados por cada Dueño. Conocemos la
esencia del Dueño conociendo el
elemento, el objeto o la cosa. El Dueño
de los animales no se molesta cuando el hombre caza su alimento; pero cuando se hacen matanzas de animales, innecesariamente, éste
se enoja y manda el castigo que puede ser hasta la misma muerte.
El indígena conoce muy bien
el elemento; así conoce a su Dueño. De un pez conoce sus carnes, sus espinas,
sus propiedades, su sabor, su hábitat, su origen; igualmente de las plantas y
de los minerales. Así puede curar las enfermedades o puede producirlas.
El control social es ejercido
por los Dueños; éstos castigan hasta con la muerte. Por eso no existen cárceles
materiales. Existen las cárceles morales; los castigos morales; el temor al
castigo del Dueño. Además de este control existe el de la autoridad,
representada en la sabiduría del Payé y de los viejos, que tiene mucha
relevancia. Una persona que infringe la
norma es reprendida o expulsada de la comunidad. Cuando se produce resistencia
por parte de un infractor, se genera una violencia natural, que se manifiesta con una enfermedad, desgracia, o
muerte. Si el infractor es poderoso, se produce daño en ambos bandos. Es como
una guerra de "brujerías", de "maleficios"; hay muertes
subrepticias, enfermedades raras, etc.. Pero la normalización siempre se dará
por la mayor sabiduría.
La moral del débil o del fuerte no existe aquí. Lo que
prevalece es la moral del sabio, del que conoce la tradición de los Dueños; la
moral del árbol encumbrado que sabe, la moral del Chavalivali; el árbol
que se alza sabio hacia la luz. El
árbol sabio y encumbrado de la
tradición, el que conoce los principios sabios dictados por el Dios
creador. Así todos podrán hacerse a su espacio y convivir con los demás.
Cada cual se merece su destino que cada uno conoce.
4.4. LA CONCIENCIA ESENCIAL
Una característica fundamental de la sociedad indígena es la conciencia esencial.
Esta conciencia parte del conocimiento del origen, y el reconocimiento de un
estar con, y un estar en; o sea, de un Ser y una pertenencia al medio.
Conciencia de saber lo esencial, de su realidad.
Toda comunidad a través del
relato primordial conoce su origen.
Unos descienden del Güío, otros de un pez, otros del tigre, etc.
Así, también, reconocen su territorio, como derecho natural; saben dónde
empieza y dónde termina su territorio. Los petroglifos son, además, de
mapas, marcas, señales, del territorio.
La conciencia esencial del
indígena es la identidad misma; el reconocimiento mismo de saber el papel que
cada cual cumple en su mundo. Asumir
este papel es la primera ley natural, base del equilibrio. El deber es un acuerdo de todos los días
basado en la tradición. El deber, lo bueno, lo moralmente correcto es cumplir la función natural para la que
nació; esa norma puede saberla en la
tradición de la historia primordial.
El occidental destruyó esta
concepción. No reconoció la conciencia esencial del indígena; sus historias
fueron puro mito, cuento y fantasía, y sus territorios campos para invadir y
poner a producir. La política de los Resguardos indígenas es el principio para
corregir este error.
3.
EL
QUEHACER INDÍGENA
La vida del pueblo indígena
se reparte ahora en dos quehaceres:
1. El quehacer interno o
endógeno.
2. El quehacer externo o
exógeno de búsqueda y defensa del reconocimiento.
El interés del pueblo
indígena gira en torno a estos dos asuntos. Aprender el quehacer indígena, les evitaría muchas molestias y mucho daño.
Quien desee ayudar debe hacerlo dentro de este marco. Porque ahora hay mucha
gente metida en las malocas. Mucha gente que dice ayudar; pero no respetan.
Llegan sin pedir permiso y se llevan muchas cosas, y dañan otras. Para entrar a
cualquier casa del mundo hay que pedir permiso a sus dueños; hacerlo dentro del
derecho. El derecho indígena es el derecho consuetudinario.
4. EL PAÍS INDÍGENA
En un trayecto del río Negro,
afluente amazónico, cerca de la frontera
entre Venezuela, Colombia y Brasil, la
patrulla de la Guardia venezolana llamó al indígena que se desplazaba en su
pequeña embarcación de madera:
- ¡Papeles!- Dijo el Guardia.
- No tengo- Contestó el indígena.
- ¿De dónde eres tú?
El indígena permaneció dubitativo. Pareció no entender.
- ¿Tú eres colombiano?- Volvió a
preguntar el Guardia.
- No. Contestó el indígena.
- ¿Eres venezolano?
- No. Volvió a decir el indígena.
- ¿Entonces eres brasilero?
- Tampoco.
- ¿Entonces quién eres?
- Soy indígena- Contestó seguro, y prosiguió su camino. Los guardias se
miraron entre sí sorprendidos.
¿Y es que qué hacer en una
frontera habitada por indígenas de una misma familia a lado y lado y que están
ahí antes de formarse los países mencionados?. ¿Cómo podrá sentirse el indígena
al verse en semejante circunstancia?. Tal vez como el señor a quien llegan a
invadirle su casa y a cambiarle sus costumbres, y apenas sí vienen a informarle
que esa tierra es de otros.
Pero el incidente fronterizo
es apenas una pequeña muestra. Todo el derecho occidental cubre como una sombra
al pueblo indígena, como protección y
como amenaza a la vez.
La gran pregunta es si
¿pueden los países mantener sus límites respetando el derecho consuetudinario
de los pueblos indígenas?. La
Constitución política que lo logre será una Constitución muy ecuánime. El asunto es que
tendrá que ser convenida entre los "blancos" de esos países y los
indígenas en igualdad de condiciones. Porque lo indígena tiene que verse como
lo que es: otro país. Los indígenas hasta ahora han sido muy tímidos al
reclamar sus derechos; han reclamado unas cuantas hectáreas; pero en realidad
deberían reclamar el país que son.
La organización social
indígena obedece a una dinámica de
Estado. Es este derecho, el que fundamentalmente les asiste, para desarrollarse
plenamente.
6.1 OTRO ESTADO
La perfección de la
organización del pueblo indígena implica la existencia del concepto de Estado. Es un Estado
indígena, con un territorio y una organización púbica.
Existe la Constitución
indígena, llamada ley ancestral; los órganos
o poderes que constituyen este Estado son perfectamente identificables:
El ejecutivo, el legislativo, el judicial, los órganos de control. La
cultura y la existencia misma del pueblo
indígena, implican la existencia de un poder Estatal.
Es desde esta condición que se debe ver el horizonte indígena, no desde el resguardo. Esta es una
figura muy pobre, donde no cabe el concepto indígena. Es por eso que el Estado
colombiano debe ajustarse de tal manera
que permita la existencia del estado indígena. Colombia Podría ser la unión de
Estados federales, entre ellos, el Estado indígena. La negociación local,
nacional, e internacional entre blancos
e indígenas, implica una gestión
diplomática y la aplicación del derecho internacional. Los indígenas para la salvaguarda
de lo que son deben tener asiento en las naciones Unidas, y demás organismos
internacionales.
Los occidentales deben reconocer el derecho de los indígenas a su pleno
desarrollo, desde su cultura y sin limitaciones. Deben superar esa tendencia
a colonizar y desconocer la cultura indígena;
si Colombia reconociera el Estado
indígena, esto no sucedería, porque para que la negociación sea justa debe
igualarse, esto será cuando se
dialogue entre Estados. El Estado
colombiano dialoga ahora con los resguardos. El resguardo está indefenso. Las consultas previas
son mentira, una trampa a la cual los
indígenas son llevados.
En el Estado indígena gobiernan los espíritus del
mundo. La palabra naturaleza debe ser reemplazada por la de mundo o cosmos. El
hombre es una diminuta arena de la
playa, una gota de agua del mar, una pequeña sensación de aire, un punto sobre
la tierra. El mundo de los espíritus
explica cómo es la convivencia;
además explica la existencia desde un
tiempo único. La palabra historia también es revisada; no es del todo cierta en
este mundo. Existe el relato presente,
veraz, sagrado. Esta organización ha
indicado el trato a los vecinos, un trato entre Estados.
6.2. OTRO
PAÍS.
El pueblo indígena tiene
ahora en el campo político una gran
necesidad: El reconocimiento como pueblo, por parte de occidente. Esto ha
generado una circunstancia distinta en la convivencia comunitaria tradicional.
El quehacer comunitario se ha alterado por esta preocupación. La comunidad
tiene la necesidad de exteriorizarse, de ir más allá de sus fronteras, de
salirse de su medio para ir a dar batallas por su reconocimiento.
Lo indígena se muestra como otro país. El dominio del
idioma occidental le ha permitido
[1] Pajmuri: Es el momento cuando
se produce la primera burbuja de
la chicha. En este estudio se refiere a la teoría del conocimiento indígena.
[2] Ducjín y Bom, son los dioses principales, formadores de la
cultura Puinave.
[3] Puinave es el nombre de un pueblo originario localizado en el río
Inírida.
[4] Mito: Se hace referencia a una
concepción popular de Mito, como algo que es fantasía, alegoría o
irrealidad. Las cosas que el blanco llama Mito, parar el indígena no lo son.
Son realidad. Por eso se afirma que “el mito no existe”. Esta premisa es una
condición clave para entrar al mundo
indígena, a la racionalidad indígena.
[5] Casabe: arepa de harina de yuca
brava.
comunicarse y hacerse
entender. La lucha del pueblo indígena es política también en cuanto reclama su
reconocimiento del mundo externo, como necesidad de vida; porque en el ámbito interno se reconocen
como pueblo, y de los antiguos. ¿Y qué necesita un pueblo? Asegurar su patria
que es su suelo, su tierra. La autonomía será una batalla para librarla todos
los días como lo hacen todos los hombres y las naciones del mundo; y la cultura
no es un derecho a reclamar, sino una manera de ser que dependerá de la
conquista de los dos factores anteriores y de la voluntad del pueblo mismo.
6.2 LO INDÍGENA NO CABE EN UN
RSGUARDO
2.
LA CONCIENCIA CREADORA
Chamani[1]
hizo la primera balsa para pasar el gran río Orinoco, en busca del Caliaviri,
el árbol de donde se originaron todas
las plantas cultivadas. Después dijo, cuando
estaban sobre las balsas: "parientes míos, conviertan sus balsas en
canoas de Tomálinae". Y también dicen que Purnaminali[2]
estaba haciendo su canoa de un árbol.
El médico indígena al
disponerse a curar, conoce cómo utilizar de nuevo a favor de su paciente, un conocimiento que existe
desde siempre. Prepara el ambiente con elementos que recreen aquel
ambiente primero. Los gestos y las
palabras utilizadas son las mismas
utilizadas por el antepasado.
Un médico
Piapoco, procedía de la siguiente manera para curar las pesadillas a un niño:
Preparaba el ambiente,
quemando la resina llamada Ulucai, cuyo humo es de aroma exquisito.
Siempre tenía sus piedras y su maraca;
danzaba y decía:
"Pía venaiqueverimi.
"Usted que fue parecido a gente
Inani itananami catam
la sombra oscura de la cara
Nuvenuada pinani
yo le volteo su cara
Ayapú yemaleva.
Al otro lado del camino.
Piá venaiqueverimi
Usted que fue parecido a gente
Yuucuta itananami catam fue
sombra oscura del pecho
Nuvenuada pinani yo
le volteo su cara
Ayapú yemaleva catam" al
otro lado oscuro del camino"
Después soplaba tres veces en la cara del niño. Es un espíritu antepasado
que está mirando al niño y le está haciendo daño. El Chamán le voltea el rostro
al espíritu, para que no siga mirando al niño.
3.
EL PAJMURI
El Chamán conoce al Dueño de
la enfermedad y su historia, o como dicen los Desanos[3],
cuando se dio el Pajmuri, o sea, las condiciones para que eso sucediera.
Generalmente el ritual está acompañado
de los siguientes elementos: La palabra sagrada, la música, la danza, el humo,
el agua, el soplo. A través de ellos el
Chamán se da cuenta, puede saber.
El Pajmuri es un hecho muy
importante, para lo que queremos expresar
en cuanto al conocimiento indígena; significa fermentar y por extensión
germinar. Cuando la chicha empieza a dar
el punto, cuando empieza a burbujear, cuando ese líquido empieza a hacer
bombitas, como a hervir, entonces los indígenas Desanos del Vaupés, dicen
que ese es el Pajmuri.
Pajmuri en los relatos de los abuelos es un hecho, un espíritu, una energía, es el
punto preciso en que algo se produce,
algo se crea. Algo así como el punto de
ebullición de un líquido, o el punto de
fusión de un metal. Existe un punto preciso, en que energías se combinan para producir algo. Cada
cosa, cada hecho tiene su Pajmuri, y el Chamán lo conoce; sabe cómo se hace y
cómo se deshace. Así puede curar la enfermedad o producirla.
El Chamán no solamente es un médico sino un
sabio; él cura, o sabe, porque conoce la historia pajmúrica de cada cosa
o fenómeno que existe o se presenta.
El conocimiento indígena tiene un momento
sagrado; una madre segura, grande
excelsa; y está libre de dudas; está seguro porque así lo hizo Purnaminali[4]
o Chamani[5],
o Cúvai[6],
o Pajmuri, o Ducjín, o Iñapirriculi[7],
o como cada grupo étnico nombre al Dios
creador etc. No tiene esa angustia existencial, ni esa duda metódica.
La conciencia atávica
indígena está segura de sus decisiones, por insólitas que parezcan. Por
ejemplo, un hecho primordial indica que
la cría de la mujer es una; no más de
una. Así fue desde el principio lo bueno; lo otro sucedió, pero fue incorrecto,
no fue pajmúrico. Por eso en algunos grupos que conozco, cuando nacen
dos en un mismo parto, se mata a uno de los recién nacidos; igualmente si nace
imperfecto, también es rechazado. En otros
grupos, ahora, esto no sucede, no matan a ninguno de los niños, pero
saben que eso fue un castigo, que algo
malo pasó y hay que pagarlo, que no es bueno. Es la ley de la comunidad, porque así está determinado
sabiamente por los que hicieron el mundo desde los primeros tiempos. Va a lo
que va, está seguro de lo que debe hacer. Cualquier infracción a los
acontecimientos paradigmáticos, ejemplares, son castigados.
8.1 EL PAJMURI O LA RAZÓN
INDIGENA
Pajmuri es cuando algo se produce; es un
momento fundamental; nada sobra, nada falta; es la medida necesaria para que algo se produzca. Es el
conocimiento perfecto. ¿Cuál es este
conocimiento?. El conocimiento que hemos llamado en este estudio "Confísico". Es
el conocimiento involucrado en el
cosmos, en la totalidad. Un conocimiento
o un acto pajmúrico es aquel que tiene
la capacidad de producir un efecto o fenómeno de incidencia totalizadora. Este
fenómeno o hecho que se produce está subordinado a la totalidad. Esta es la
garantía del equilibrio. Muchos de los conocimientos o hechos que produce
occidente no son pajmúricos, justamente porque pretenden y de hecho lo hacen, subordinar a "lo
demás". Muchos actos de occidente siguen desafiando a la naturaleza,
subordinando al mismo hombre, a los demás seres. En la historia indígena,
quienes desafiaban a la totalidad, al padre creador, a Pajmuri, o a Boreka, o a
Cuvai, o a Purnaminali, o a Iñapirriculi, etc, fueron castigados, desaparecidos
o convertidos en seres despreciables,
pequeños, en la parte "mala".
El conocimiento indígena nos enseña el Pajmuri como lo que significa la Razón para
occidente. Bien vale la pena profundizar acerca de la razón pajmúrica,
conocimiento genuino de los fundadores del mundo.
Se toma la palabra Pajmuri,
del idioma indígena desano, pueblo
ubicado al sur oriente de Colombia. Pajmuri Majsá, quiere decir el que
fermenta. Así se designa al dios creador. Palabra que tiene su sinónimo en
todos los demás grupos indígena de la
selva amazónica. Para los Piapocos, Cubeos, Sikuanis y Curripacos, Pajmuri
equivaldría a Kúvai, o a
Iñapirriculi, o a Purnaminali, o para los puinaves a Ducjín.
Para que un conocimiento se produzca,
para que haya Pajmuri son
necesarias las siguientes condiciones:
1. Un sujeto con mente liviana: esto se logra mediante el ayuno
2. Un sujeto que conoce la historia indígena del problema.
3. Un sujeto que conoce tiempo
pájmúrico (el mapa celeste o el zodiaco indígena). El axioma indígena dice:
“Eso sucederá cuando aparezca su
estrella”
4. Una acción del sujeto, mediante la Oración, palabra sagrada. Esta
acción también se visibiliza en actos combinados espirituales y
materiales; por ejemplo: la oración y bebidas, u oraciones y uniones de
elementos conocidos por el chamán para producir “algo”, lo que se quiere.
En los actos pajmúrico hay un proceso corográfico. Esto es bien visible
en las curaciones de enfermos; en la comunicación con otros “seres” de otros
espacios, dimensiones, tiempos, o planetas.
Todo el conjunto descrito muestra dos fuerzas que se unen y forman
una tercera. Saber hacer pajmuris es el
don del hombre sabio. Este es el significado de Yuruparí e Iñapirriculi; o de Ducjín y Bom… Estos dos
poderes se combinaron y produjeron el mundo. El hombre mismo es un
Pajmuri: “Bajo los árboles de la selva corría como una luz Pajmuri Majsá, el germinador.
Subía por los ríos en su canoa, buscando dónde establecer la raza. Traía consigo la Vara Sonajera, la
vara de la creación. En la orilla del rio la clavó y en muchas partes de la selva,
pero esta no se estaba enhiesta. Sólo en Ipanoré, la gran cachivera, se estuvo
recta mirando al sol”[8]
4.
LA COMUNIDAD
Cuando se habla de comunidad
no se comprende solamente la gente, la
sociedad humana; sino que comprende todo
lo que existe. La gente es sólo una parte integrante. La comunidad funciona
como un ecosistema material y espiritual. La cultura material y la cultura
espiritual son la comunidad; las personas y las plantas y los animales y los
espíritus son una familia. Los blancos siempre
se imaginan al oír la palabra "comunidad" un grupito de casas
con gente en relación. El concepto indígena es más amplio; es otra cosa; es
otra imagen la que se representa en su mente. Aquí se puede decir que lo
indígena no es el indígena como
individuo o etnia, sino una manera de pensar comunitaria. Aquí está lo
fundamental de la cultura indígena
5.
LA CASA
INDÍGENA
Una casa indígena tiene los
siguientes sitios importantes:
1.
El sitio de la sementera, o el lugar de la siembra,
llamado chagra o conuco
2.
El sitio del agua
3.
El sitio de la cacería
4.
El sitio de la pesca
5.
El sitio de la recolección
6.
El sitio sagrado
7.
El sitio de la fiesta
8.
El sitio de los muertos,
9.
El sitio de las excretas,
10.
El sitio de las hamacas o sitio para dormir,
11.
El sitio del fogón o la cocina,
12.
El sitio del
sebucán o donde se procesa la yuca brava,
14.
El sitio de
las canoas o idaluta (puerto),
15.
El sitio de
secar las tortas de casabe,
16.
El
sitio del tiempo
17.
17.
El sitio de la reunión comunitaria.
Estos sitios presentan otros accesorios o subdivisiones, por ejemplo, el
sitio de las canoas deriva en el sitio
de los instrumentos de pesca y de cacería; el sitio del fogón o cocina deriva
en el sitio de los instrumentos de la cocina como el sitio de la cestería, el sitio
del almacenamiento de casabe y mañoco, y el sitio de la chicha, etc. El conuco
o sementera contiene el sitio de la
yuca, el sitio del ají; el sitio de recolección
implica el campo de las plantas
medicinales, el campo de frutos en
cosecha etc.. Una casa que cuenta con
estos sitios es señal de orden, de trabajo, de responsabilidad. Cuando falta
alguno de estos sitios, algo está fallando.
El puerto es importante por ser el embarcadero, por la
presencia real de las canoas activas;
generalmente deben existir dos canoas, la más pequeña del hombre
pescador y una más grandecita de la mujer para ir al conuco. Donde no hay
canoas, es un mal síntoma de problemas familiares, de faltantes, y los vecinos generalmente critican al hombre por perezoso e irresponsable, porque
eso significa que no sabe hacer canoa y, en segundo lugar, que no pesca, o no
sabe pescar. En un hogar así, la comida puede ser escasa.
Los sitios son de dos clases: privados o personales y compartidos. Por
ejemplo el conuco o lugar de la sementera es personal; un buen marido cuando
siembra la yuca está pensando en su mujer; proyecta su pensamiento al momento
en que el conuco esté germinado y en
producción, piensa en la calidad de la
yuca para el prestigio del casabe de su mujer, piensa en que le quede fácil a su mujer para arrancar
la yuca, etc, entonces es el cuidado que coloca, en la forma de hundir la semilla bajo la tierra y el tipo de
la misma; porque una semilla que se
siembra de cualquier manera puede
producir un tubérculo muy profundo, dificultándole la arrancada a su mujer, lo
que sin duda le ocasionará reclamos; por eso él siempre está dirigiendo la
siembra y se cuida mucho de que los
invitados a la siembra sean verdaderamente sus amigos; porque una persona que
no sea de su confianza, o de otro clan, o un enemigo, le puede dañar la yuca,
bien con un rezo, o enterrándola mal, resultando palúdicas o fibrosas; el
hombre cuando lo siembra se lo entrega a la mujer, y es su prestigio, es su regalo
de amor indígena. Otra familia o la comunidad no puede ir a usufructuarse de el;
en ocasiones, una mujer que queda sin marido recibe permiso por parte de su
hermana que sí tiene conuco para ir a
arrancar yuca con élla. Una mujer casada
sin conuco está triste, en desventaja familiar y social. Tener conuco mantiene alta la autoestima. Hacerle conuco
a la mujer y es darle su alegría.
Son sitios personales el de dormir, el del fogón, el del sebucán, el del
murujúi, el de secar el casabe, el de las canoas, el de pesca, el de cacería,
el del agua, el de los muertos; estos sitios a veces se comparten, pero
con el debido permiso. Son sitios
compartidos por otras familias o clanes
o inclusive toda la etnia. Los sitios
sagrados, son generalmente cerros, o raudales, o lagunas, donde ocurrió un hecho trascendental en los tiempos del origen y que es narrado en
las historias de la tradición oral; el lugar de reunión, generalmente es una gran
casa o maloca, donde acude la comunidad
para diferentes ocasiones, puede ser para la celebración de fiestas de
la cosecha, ritos fúnebres o religiosos, o resolver conflictos sociales; es un
sitio de comunicación por excelencia; los ritos son la forma de comunicarse con
los dueños de la naturaleza; allí, está
el tambor maguare o mawari.
El sitio de los muertos, en
muchas comunidades sigue siendo privado; por la influencia religiosa de
occidente se han tratado de hacer cementerios. La costumbre era enterrar al
muerto en la misma casa; la casa se
abandonaba si el muerto era el padre o la madre; esa casa era el cementerio
personal. La vivienda y la cocina y demás sitios involucrados eran trasladados.
En la comunidad de Kalisa Kirreri, Laguna roja, en el río Guaviare, Guainía,
ya no se entierran a los muertos en la casa sino en un sitio en el monte,
retirado detrás de la casa, procurando que las tumbas entre familiares queden
juntas.
En la familia están bien definidas las responsabilidades: Al hombre le
corresponde: hacer conuco o sementera, construir la vivienda (sitio para dormir
y sitio para cocinar), (la cocina es una construcción aparte); elaborar el sebucán[11] y
demás elementos de cestería; hacer las canoas y los canaletes; elaborar los
instrumentos de pesca; construir el sitio para
secar el cazabe, esta es una camareta al aire libre; pescar, cazar y
recolectar frutos.
A la mujer le corresponde:
encargarse del cuidado del conuco, deshierba, arrancar la yuca y resembrar,
cargar la yuca hasta la casa; hacer el budare, tiesto o puali, o sea el tostador
de casabe y mañoco; mantener el sitio del murujúi o donde la yuca se enfuerta o descompone; hacer los
alimentos, el casabe el mañoco, la chicha, mantener el ajicero (caldo de ají
picante) como principal condimento; moquear[12]
el pescado; cuidar a los niños.
Las casas están convenientemente separadas, no se construyen pegadas unas
de otras, así se permite la privacidad; es un concepto urbanístico diseñado
perfectamente con la naturaleza. Entre
casa y casa hay un monte y de ahí sale un camino que se pierde en lo profundo; es el sitio de
las excretas de cada familia.
Conocer el por qué de la existencia de cada sitio en la casa es
fundamental para comprender y respetar la cultura indígena. Porque sucede que
muchos funcionarios occidentales llegan a las comunidades con muy buenas
intenciones occidentales, y pretenden ayudar de buena fe, pero el resultado es
negativo. Los blancos generalmente
critican el sitio del murujúi, por ser un sitio “desordenado” que da mal
aspecto y huele feo, “un montón de yuca pudriéndose”. Eso no sería preocupante;
lo verdaderamente preocupante sería si el blanco no
encontrara este sitio y constatara la carencia del mismo. Cada cosa
obedece a un estado espiritual, de pensamiento acerca de la concepción del
mundo y de sus fines. Si una mujer pesca junto al sitio del murujúi, eso al visitante
occidental, tal vez no le diga nada o sólo le cause curiosidad turística; pero
quizá eso signifique que la mujer hace
poco quedó viuda, o que el marido está supremamente enfermo, etc.
En la manera cómo está elaborada
la cestería, el sebucán, por ejemplo, se conoce la personalidad, la sabiduría
de quien lo hizo. El sebucán se puede
elaborar de determinado tejido. Hay
unos tejidos más fáciles y otros definitivamente muy difíciles que son un
reto de artista y de hombre paciente.
Igualmente sucede con la manera de hacer casabe, hay tortas
perfectas en forma y sabor; a otras mujeres no les queda bien, se les raja, no saben
voltearlo, etc., a otras mujeres la chicha les queda perfecta, en cambio a
otras se les corta o no queda de buen sabor; “eso va en la mano” dicen. En todo
hay sabiduría. Y un buen analista de la cultura material que es la que se
percibe a simple vista, puede llegar a
la abstracción de los objetos de la cultura espiritual.
5.1
EL
TERRITORIO.
La primera condición de la Casa indígena
es el territorio. Tener territorio es el valor fundamental en la cultura indígena. Su origen
está explicado en la tradición oral de una manera sagrada. Veamos un ejemplo.
Los indígenas Puinaves del río Inírida,
explican en sus historias orales su
origen y su fundamento territorial. Veamos:
10.1.1 DE CÓMO APARECIÓ DUCJIN A LOS PUINAVES
Al principio de la creación de este mundo había caos; y muchos
espíritus y peligrosos vagaban
por la selva oscura. La primera gente puinave era perseguida y comida por sus enemigos Yotjut, perros
amarillos. Entonces imploraron a Ducjín que es Dios y él los untó con las hojas
amargas del árbol llamado wansú. Así se protegieron por un tiempo de sus
enemigos para no ser devorados. Desde entonces se llamaron wansujut que quiere
decir los “ungidos con las hojas amargas”.
Pero en la selva continuaba el
peligro. Los enemigos, como tigres
carnívoros los atacaron, matándolos a
todos, menos a una mujer, a la cual se llevaron.
Con el tiempo aquella mujer, llamada Nicdá decidió buscar los restos de su gente. Subió por el río
Inírida, pero no podía encontrar lo que
buscaba. Entonces la ranita Pam se le
presentó y la llevó a orillas de una laguna
donde halló un hueso humano. Hoy
esa laguna se llama laguna Payé y se localiza
en el río Inírida, arriba d elos cerros de Mavicure. Lo guardó y lo
llevó a su casa. Pasados algunos días la mujer oyó un ruidito en el hueso. Allí
estaba un grillito del agua. Ella lo escondió para que su marido que era un
tigre yotjut no lo matara.
Cuando élla se iba para el conuco a traer leña lo llevaba. Después este
grillito se convirtió en un niño. Y Nicdá tuvo mucho más miedo porque su marido lo podía
matar.
[1] Chamani: deidad de los
indígenas piapocos y sikuanis
[2] Purnaminali: palabra que equivale a Dios creador en idioma piapoco.
[3] Desano o Desana, pueblo
originario, localizado en el río Papurí, afluente del Vaupés, frontera
Colombia Brasil.
[4] Purnaminali: nombre del dios principal de los piapocos, localizados en
el río Guavaire.
[5] Chamani. Deidad de los Piapocos y Sikuanis. Pertenece al grupo de los
formadores de la cultura.
[6] Kúvai: Deidad de los indígenas
amazónicos. Es un espíritu transformador, muy poderoso. Equivale a
Yuruparí.
[7] Iñapirriculi: Nombre del dios principal de los curripacos, localizados
en el alto rio Negro.
[8] Ver la historia de Pajmuri
Majsá en mi libro El último indígena..
[9] Murujúi: Es el condimento del casabe y el mañoco. Es yuca sin pelar que se deja ablandando dentro del
agua, cerca al puerto. Se le agrega a la
masa de la yuca. El sabor especial del casabe y del amñoco dependen de la
maestría de la mujer que lo hizo.
[10] Es el sisio del murujúi en idioma piapoco.
[11]Sebucán: tecnología para exprimir la masa de la yuca brava.
[12] Pescado moqueado: el pescado entero
se cocina al calor del humo.
Cierta vez, se fue para el conuco y lo llevó. Mientras
recogía leña lo dejó en el suelo bien
escondidito y le dijo:
-
Sobrino, espere aquí. No se mueva ni haga ruido
porque es peligroso.
Cuando la señora regresó, miró donde lo había dejado, pero el niño ya no
estaba. A su alrededor había mucha leña amontonada. Oyó un ruido en lo alto de
un árbol y allá miró al niño quebrando las ramas secas.
La mujer se preocupó de verdad porque se podía caer y le dijo que se bajara. Entonces el niño se convirtió en
pájaro carpintero y bajó caminando por el palo, golpeándolo con su pico.
La señora quedó asombrada. Así
fue como Ducjín, Dios, se reveló a su gente. Y vino para enseñarles la sabiduría para vivir como pueblo en la
selva.
10.1.2 DUCJIN Y BOM
Cuentan que en los antiguos
tiempos Bom vivía en el cielo y Ducjín
en la tierra. Eran enemigos. Entonces Ducjín pensó librarse de Bom, para lo cual ideó un plan que consistía
en hacerlo bajar a la tierra y atraparlo.
Bom es el dueño de las fiestas, de la música, del baile y de la
chicha. También es el dueño de los rezos que curan o que matan, de las plantas
medicinales; es quien hace fructificar el bosque; es el mismo Cuvai o el mismo Yuruparí. En la
selva se oye su tambor sin parar.
-
Invitaré a Bom a una fiesta, aquí en las cabeceras
del río Mao.
Envió a la avispa como mensajera. Antiguamente las avispas no tenían la
cintura delgada como ahora. Sucedió
que la avispa de Ducjín tuvo
dificultades, porque el viaje del cielo
a la tierra era muy largo y ya las puertas del cielo se estaban cerrando.
Cuando llegó la avispa al atardecer sólo quedaba una pequeña abertura. La
avispa al intentar pasar quedó aprisionada de la cintura; pero élla con mucho
esfuerzo y valor adelgazándose, todo lo
que pudo, logró pasar. Por eso quedó así como la conocemos hoy.
De esta manera fue que la avispa del origen pudo llevar el mensaje al
Dios Bom.
-
Dígale a Ducjín que me espere en el día señalado.
Que escuche mi llegada cuando mi pie se
pose sobre las aguas del río.
Muy contento Ducjín se puso a preparar pirasemo que es fiesta de la
abundancia de peces. Encerró todos los peces en una gran laguna. La noche
anterior a la llegada de Bom los peces sospecharon que los iban a matar y se
escaparon.
El día esperado, Ducjín colocó su oído en el agua y oyó la pisada de
Bom, gigante, al venir sobre el río. Se
apresuró hasta la laguna para sacar los peces, pero la encontró vacía.
Al verlo, Ducjín le dijo:
-
Los peces de la fiesta han escapado. Ayúdeme a atraparlos.
-
Bueno, dijo Bom- Vamos a alcanzarlos.
Y así sucedió. Ducjín alargando su paso se adelantó a los peces y en lo
que hoy es Raudal Alto en el río Inírida,
tendió un gran cacure, que es
trampa para peces. Pero los peces que eran muchos y muy fuertes en esos tiempos
lograron romperlo y prosiguieron río abajo; aunque con la ayuda disimulada de
Bom.
Entonces Ducjín volvió a adelantarse y llegó hasta donde hoy hay dos
raudales: Cualet y Zamuro; y allí colocó
dos cercados como murallas; pero los peces, igual que la primera vez, los
rompieron y a gran velocidad nadaron río
abajo.
Nuevamente Ducjín se les adelantó
y los esperó en lo que hoy es el raudal
de Mavicure. Allí formó una gran
laguna para que los peces entraran en ella confundiéndola con el gran río. Y
así fue. Los peces prosiguieron a la laguna creyendo que era el río y allí
quedaron atrapados. Pero al llegar la noche, el jefe de los peces dijo:
-
Hermanos, hemos sido atrapados por Ducjín, para su
fiesta contra Bom. Convirtámonos en palos secos.
A la mañana cuando Bom y Ducjín vinieron a buscarlos, vieron muchos palos secos flotando; entonces
empezaron a botar esos palos para limpiar la laguna y así buscar a los peces en
el fondo.
De esta manera fue que los peces lograron escapar de la fiesta de Ducjín.
Así es la historia de cómo se poblaron los ríos de peces y cómo se hicieron los
raudales del río Inírida.
Como la fiesta no se pudo realizar Bom volvió a su casa en el cielo y
Ducjín, siguió en la selva formando y organizando el mundo para los hombres.
10.1.3
LA HISTORIA DE JUAT MURULI PON
Cuentan que al comienzo del mundo
la selva era muy peligrosa. La
sobrevivencia de los puinaves estaba amenazada. En lo alto del cerro llamado pajarito que era el
pico más alto de una cordillera que atravesaba el río Inírida vivía una gran
águila. Gustaba de comer carne humana. Este animal tenía poderes sobrenaturales
y ningún hombre era capaz de matarla, era
guardiana de Bom.
Desde el cerro vigilaba que nadie penetrara su territorio. Su ojo
recorría río abajo alcanzando hasta una curva del río entre
las desembocaduras de caño Bocón y caño
caimán. A ese sitio le dicen “Juat Muruli
pon”, que en el idioma nativo quiere
decir hasta donde el águila mira.
Cuando una embarcación pasaba
por Juat Muruli pon, e incautamente proseguía río arriba, entonces el águila de nombre Tang abría sus alas y se arrojaba por los aires. Dicen que
era tan grande que la selva se ensombrecía. El animal caía sobre
la embarcación y arrebataba a los tripulantes con sus garras y los llevaba por los aires hasta el pico de la gran
montaña. En ocasiones la embarcación
entera era alzada con gente y carga y llevada por el animal. Cuentan que en lo
alto había un campo de calaveras, huesos y despojos humanos. Los valientes que
osaban enfrentar el águila terminaban
siendo su alimento.
Sucedió que ante aquella angustiosa situación para el pueblo, los
chamanes convinieron en acudir a Ducjín,
que es el nombre de dios creador y legislador. Él ya los había salvado
una vez de los Yotjut, los perros amarillos,
protegiéndolos con el Wansú, el árbol
de las hojas amargas. Por segunda vez acudían a Ducjín para que los librara del
águila Tang.
Ducjín, desde su morada escuchó a los chamanes y decidió bajar al río Inírida a ayudar a su pueblo. Conociendo las costumbres
de Tang, no pasó por Juat Muruli pon, sino
por la parte de arriba del río, llegándole por detrás al águila, sin ser
visto. Bajó con sigilo, viajando
solamente de noche. Así llegó
justamente al pie del cerro del pájaro. Desembarcó en la orilla opuesta y formó el
cerro Mavicure, para que sirviera de trinchera. Desde allí estuvo varios días vigilando a su
enemigo y preparando el Plan para
matarlo.
Cuentan que Ducjín preparó un
fogón, en la pata del cerro, y cocinó el
veneno de Curare. Después hizo la
cerbatana y las puyas. Aún están
allí las marcas de aquel fogón. Los
payeses lo taparon porque lo que sale de allí es peligroso.
Ducjín conocía del peligro de su enemigo y esperó con mucha paciencia
a tenerlo a distancia de tiro. Al fin, en la madrugada,
pudo ver su sombra alzando su gran
pecho. Entonces sabiendo que era el momento
justo mojó la punta filuda de la saeta con el veneno, la introdujo en la
cerbatana y llevándola a su boca, la sopló con toda su fuerza y el dardo
envenenado se clavó en el corazón del animal. La gran sombra desde sus
cimientos se tambaleó. Y en aquella hora todo parecía como sacudido por un gran terremoto. Los
gritos espantosos del ave en la penumbra aterrorizaron la selva, a esa hora.
Herida, el águila negra, abrió las alas
y despegó de aquella cúspide. Volaba dando tumbos en el aire. Pero no caía. Se dirigió a Juat muruli pon, creyendo
encontrar allí a su enemigo. Pero
no halló a nadie. Siguió dando tumbos
perdiendo altura cada vez y su onda expansiva iba derribado
los árboles que encontraba a su
paso. Dicen que así se formaron las sabanas que existen y son muy comunes en
aquellos parajes, al oriente de Colombia. Dicen que el águila al fin cayó
y sus huesos se convirtieron en
un cerro que aún existe.
Así fue como Ducjín libró al río Inírida de peligros
para que allí vivieran tranquilos los puinaves. Y les entregó este
territorio. Los viejos, al pasar por allí, dicen a sus nietos: “Allí, es Juat
Muruli Pon”. Y miran a los aires, porque dicen que el espíritu del águila aún permanece y puede volver algún día
del cerro donde quedó atrapada, si se incumplen las normas de Ducjín.
10.2. EL DERECHO EN LA CASA
INDIGENA
La casa ha creado un estado de cosas que son el derecho
de la comunidad indígena. Este derecho natural, opera al interior de la
comunidad, rige su justicia. Hacia el exterior, se requiere que occidente reconozca sin temores e inserte este derecho en la constitución política y en
las leyes. Este paso es un aporte grande que occidente haría a la cultura
indígena. Así, por ejemplo, sería un
delito castigado en la ley de occidente, quitar, invadir, o dañar los sitios
que constituyen la Casa indígena. Dentro
de la cultura indígena se considera como violatorios estos
actos, y son castigados con penas que van desde la censura pública, la
exclusión y la muerte. La teoría del
derecho indígena está perfectamente
dictada en la tradición oral. Por ejemplo: dañar, invadir, o apropiarse
del sitio de la pesca o de siembra, es un delito; es contravenir el precepto
establecido en el derecho primigenio indígena.
El derecho de occidente, debe ser correspondiente con el derecho indígena, no constituir una
ruptura, sino entenderse como una
continuidad, como lo demuestra la existencia y necesidad de un derecho
internacional.
Desde la invasión de América por parte de los europeos a partir de 1.492, ha habido una
ruptura y hasta negación del derecho
indígena. Las cosas no han sido normales. Los gobiernos occidentales han
propiciado colonizaciones en territorios baldíos. Según ellos, la selva, la tierra indígena, la naturaleza, son territorios
baldíos e improductivos. Es aquí como el derecho occidental ha servido para
violentar otro derecho. Esta falencia se ha debido al vacío que ha existido en
conocimiento de la filosofía indígena.
Una filosofía latinoamericana partiendo
del mestizo se queda corta; su análisis debe partir de más antes, mucho antes,
desde la cultura indígena.
10.3 LA JUSTICIA
La mayor justicia es vivir conforme a la ley ancestral. Quien transgrede
esta ley vive en injusticia y debe ser corregido. La ley corrige o suprime la violación. La primera función de
la ley es la de corregir. Quien no se
corrige, pierde el derecho al
territorio. La ley ancestral no es cambiante. Como fue en el principio es, y
será.
Trasgredir una norma general de
la ley ancestral trae su castigo indicado en la misma ley.
En su aplicación opera el siguiente principio “no hay
compasión, por lo tanto no hay remordimiento No hay mal de conciencia”.
El actuar dentro de la
ley ancestral mantiene en las personas el principio dicho.
Así se libran del dolor
cuando se castiga a un hijo o a un familiar.
10.4 EL CASTIGO.
No habrá cárcel. El castigado será
exhortado, aconsejado, advertido, en familia. Es el primer castigo. El
segundo es la exhortación, la advertencia, el consejo ante
la comunidad. El tercero es no mirarlo, quiere decir desterrarlo. Y el
tercero será la muerte sobrenatural,
causada por un espíritu, que le vendrá si persiste en sus malas acciones. La
enfermedad también es un castigo.
10.5 EL JUEGO DE CANADA.
RESOLUCIÓN DE CONFLICTOS
Cuando hay un
conflicto entre dos personas o entre
grupos, que no se pueden poner de acuerdo, y la verdad es difícil de
probar, la justicia indígena ancestral acude al juego de
“Canada”. Esta palabra significa
pelota de maíz. Es una pelota hecha con
el capacho de la mazorca. El que gane tiene la razón y el que pierda, acepta. Y
se dan la paz con una fiesta colectiva. Tiene un juez que participa en el
juego, ayudando a ambos bandos. Se juega en una cancha tipo volibol. En vez de
malla se usa una cuerda tejida o un bejuco a una altura de dos metros. Consiste en no dejar caer la
pelota; quien lo haga queda eliminado
y abandona el juego. Gana el equipo que
elimine al otro. La pelota se tira lo más alto posible, de una cancha a la
otra.
El juego tiene varias modalidades: con el pie o con la
mano o con todas las partes del cuerpo. El lanzamiento de la pelota es
lanzamiento hacia arriba, con la fuerza del impulso; sin golpearla ¸y el otro
es con golpe como en el juego de volibol.
HISTORIA DEL JUEGO DE CANADA.
Cuentan los abuelos curripacos que en el comienzo del mundo
Iñapirriculi, Dios, trabajaba en la creación y organización del mundo.
Pero el dios Cuwai le obstaculizaba su tarea. Iñapirriculi propuso que resolvieran el problema mediante un juego
de pelota. Quien gane se queda con este
mundo y lo organiza a su manera, quien pierda se va.
Dicen que jugaron con una pelota gigante de caucho, llena de agua y
sacaban y rechazaban solamente con el pie. Jugaron por mucho tiempo sin que
nadie perdieran puesto que ambos seres eran divinos, espíritus poderosos.
Después de tanto jugar, Iñapirriculi tiró la pelota con tal maestría
que despistó a uno de los jugadores de Cuvai y éste la dejó caer. Se reventó y
el agua brotó inundándolo todo. Así fue el origen de los ríos, lagunas y caños.
Dicen que esto sucedió en un cerro
localizado en el alto río Guainía. Los jugadores de Cuwai para no
ahogarse se convirtieron en patos y tienen las patas cortas porque no pudieron
rechazar la pelota.
Así fue como Iñapirriculi ganó este territorio para los curripacos.
Los indígenas curripacos aún practica este juego para conmemorar el valor de la pertenencia a un territorio, y para resolver
conflictos.
La pelota contemporánea la hacen
con hojas de platanillo o capachos de la mazorca de maíz. La amarran muy bien y
dejan una tira a manera de cola. Es pequeña de unos diez centímetros de
diámetro.
El juego se usa para resolver problemas entre grupos; y practicar
reglas.
10.6 LA LEY ANCESTRAL O EL
FUERO INDÍGENA TRADICIONAL
Los indígenas Chase Itaquenai (Nietos del Tucán), también llamados
Piapocos dicen que Purnaminali, Dios Creador, vino a la tierra a enseñar el orden y fin de las cosas creadas. Dio a su
pueblo el rezo y las bebidas
amargas para que se protegiera de los
espíritus que pueden dañarlos. Les enseñó la oración que protege, les dio las
reglas de comportamiento social. Luego de hacer eso se retiró al cielo con sus
ayudantes, los cuales desde las estrellas los vigilan.
Dejó en la tierra a Umavali como vigilante del cumplimiento de estas
normas por parte de los hombres. Umawali
puede aparecérsele a cualquier hombre o mujer en un sendero de la selva hacia
su conuco, o en el río mientras pesca.
Umawali puede castigar o puede premiar.
Cuando, abre la boca entonces es que
está dando los peces al pescador bueno. Por eso el indígena sabio conoce la
oración a este espíritu de naturaleza. Antes de entrar en el agua, de
iniciar su faena, reza como le enseñó su Dios. Y también sabe, para que su
oración sea escuchada, que debe haber cumplido unas conductas como el
abstenerse de relaciones sexuales, impedir que sus instrumentos de pesca sean
tocados o mirados por mujeres menstruantes. También, el pescador indígena ha
procedido a purificar, limpiar, sus instrumentos con las hojas favorables que
él también conoce, etc.
El indígena sabe lo que no debe hacer. Sabe que si infringe la Ley
ancestral puede enfermar y morir. Este es el código ancestral, la línea
teórica que orienta la conducta de los indígenas en su comunidad.
Su participación, en la vida comunitaria está regulada, desde que nacen,
por las leyes de origen. Leyes que fueron instauradas y dejadas por el propio,
Dios creador. Tienen estas normas la particularidad de pervivir en el tiempo
único del eterno presente. No son cambiantes, no son concertables, no son
negociables. ¡Son solamente cumplíbles!,
bajo la amenaza (castigo) de desaparecer (morir) como individuo y
cultura.
La participación indígena ancestral
auténtica es la que se realiza en
el marco del código propio. Con la llegada de los blancos a sus territorios los
indígenas en su participación en la vida social fueron medidos con el código
occidental.
En Colombia esta teoría de la participación está regulada por la
Constitución política de 1.991. Aunque en la carta magna se reconoce la
participación indígena, su aplicación y operatividad tiene el lastre de 500
años de discriminación, de olvido. Los indígenas reclaman su derecho a
participar, pero también piden que se respete su cultura como lo promulga la constitución nacional. Los agentes del Estado que operan en
territorios indígenas, se han visto enfrentados a la problemática de la
participación con estos grupos. La teoría
de los blancos no es entendida o
recibida de conformidad por los
indígenas. Igualmente el modo, la manera como la expone el Estado no obedece a
las particularidades culturales indígenas. Los agentes del Estado,
especialmente en el desarrollo de “lo público” deberán considerar modelos
indígenas en sus metodologías de aplicar la participación en comunidades indígenas. Adecuar lo público a
la ley ancestral.
.
10.7 LOS
GOBERNANTES DE LA NATURALEZA
Sus nombres son: Weyor, Yuridog, Tuipoili, Ñamewau y Weiri.
WEYOR: Tiene forma humana, pero sin
cabeza y sin brazos. Sus ojos están en el pecho; es el que envía el
agua. Es el nacimiento. Es el mismo Bom. Se convierte en culebra o en
diferentes animales. Es invisible, pero también se puede mirar. En caños
pequeños a veces aparece como un güío; si alguien lo ve, no lo puede matar
porque le viene la mala suerte y se seca
el caño.
Weyor es la humedad, manda el agua permanentemente, por eso el río no
termina de pasar. Hay que tener cuidado porque
en esa agua va su veneno. Hay fechas que no se puede tomar el agua
cruda, y no se puede tomar de todas partes. Hay que saber la oración. El agua es la orina de
Weyor.
El agua del territorio puinave fue rezada por los abuelos. Si un puinave
sale a otras aguas, debe pedir permiso a Weyor. Las plantas y los animales
adoran directamente a Weyor, por eso no se enferman con agua, antes viven.
Quien no atiende la ley de Weyor se siente mal cuando camina.
YURIDOG. Tiene el mismo aspecto de Weyor, pero con dos caras; una mira
para abajo y la otra para arriba. También tiene oración. Es el abuelo que
regula el nivel del agua. Causa las inundaciones o las sequías. Habita en las
partes poco profundas del río.
ÑAMEWAU. Quiere decir Weyor de la
lluvia del arco iris. Esta lluvia es mala; tiene forma de perro salvaje, con
pelo erizado junto a su cabeza. Bebe las lluvia de los arco iris. Pero cuando
orina, ahí manda su veneno. Por eso hay que tener cuidado al beber agua; vive
en la tierra; tiene dos patas traseras y dos bracitos muy pequeños en el pecho
como aletas de tonina. Tiene colmillos y una trompa larga. Ordena las cosas de
la naturaleza con buena suerte o suerte mala. Depende quien lo conozca y lo
respete. Cuando hay lluvia de arco iris no se puede salir de la casa. Si se
moja con esa lluvia se enferma.
WEIRI: Es un Weyor en forma de mujer. Le dicen Dueña del monte. Tiene
una sola pierna. Tiene los ojos en el pecho y no tiene brazos. Lleva una
cabellera larga. La boca está en la
cintura. De esa boca salen los sonidos del monte.
Si se escuchan dos silbidos
seguidos es que va a tapar el camino. Viene detrás. Hay que tejer la trampa de espíritu.
Weiri es Yuntesauyú. Es un Yun, un espíritu del agua. Sus hijos son los mismos animales del monte.
Por eso no se pueden matar sus hijos. Quien conoce su oración puede ir de cacería con éxito.
Pero pedir poquito. Si pidió tres venados, no puede matar más, porque élla se
enoja. Ella da orden sobre el número que
se puede cazar. Esa carne no se puede comer cruda.
Si élla está enojada con un cazador,
lo persigue y el monte se oye como un huracán. Se agacha y por detrás
bota candela A veces en el monte aparecen
zonas quemadas donde no hay conuco. Es la madre Weiri que estuvo brava
en ese sitio.
Si el cazador escapa le puede dañar el sueño. Viene en forma de de mujer hermosa. Cuando el hombre despierta
siempre está con ese pensamiento hasta enloquecer. Es necesario llamar al Payé.
Él sabe el rezo contra Yuntesauyú.
Antes de comer carne del monte, por primera vez, un niño, esta debe ser
rezada para que no lo enferme. Si no le sabrá feo y tendrá náuseas.
Es importante cuando nace un niño. La madre debe llamar al Payé. Él sabe
hablar con Weiri para que no dañe al niño. Se mueve por todas partes Weiri.
Hasta en este momento puede estar a su lado.
TUIPOILI: Es el abuelo del bastón. El bastón de moriche. Con el bastón lo puede saludar. Si lo toca es
para premiarlo o castigarlo. Es quien recibe los peces. Todos suben donde el
abuelo Tuipoili. Es el que da las instrucciones a los gobernantes de los sitios
donde bailan los peces. También orina agua.
10.8. EL PLAN DE
VIDA.
“La casa indígena” grafica lo que es el Plan de vida endógeno de la comunidad.
La comunidad tiene dos
quehaceres: el quehacer interno o consuetudinario, cuyo eje fundamental es la tradición propia,
y su misión el fortalecimiento de esta tradición, lo que se traduce en la
identidad cultural. Este se podría
denominar el Plan de vida endógeno. Este plan de vida no es trazado por los
hombres, sino por la tradición. La tradición está signada por la Ley ancestral
que no es cambiante, que es así desde los tiempos primeros porque fue la
organización del mundo indígena por la fuerza
y voluntad del mismo Dios creador. El respeto y amor de “los blancos”
hacia los indígenas es comprender esta
ley ancestral y coadyuvar a su cumplimiento.
Igualmente el quehacer
exógeno o externo a la comunidad se funda en el eje de la interculturalidad,
cuya misión es permitir la relación del
indígena con “el hombre blanco”; y por
extensión la relación y comunicación con otras culturas. Este se podría denominar Plan de vida exógeno.
10.9. LA
LÍNEA DE POBREZA INDÍGENA
La
riqueza de la comunidad indígena
es la propiedad de su ámbito
territorial; es la existencia de todos los sitios que tiene la casa indígena.
Estos sitios comprenden el patrimonio material e inmaterial de la
comunidad.
La línea de pobreza de la
comunidad indígena está marcada por los
sitios de la casa indígena. La falta de uno de estos sitios claves disminuye
el bienestar, la riqueza de la comunidad. La falta
de uno solo de los sitios marca
el límite de la línea de pobreza, su aparición. La falta de dos
sitios en adelante, ubica a la comunidad
por debajo de esta línea.
Muchas de las comunidades
indígenas son pobres. Los recursos y ayudas que necesitan los
indígenas no son económicos al modo
capitalista o que les inunden de proyectos. Basta con fortalecer sus sitios, restituir aquellos
menguados, y los indígenas serán ricos.
11. SER Y EXISTENCIA
El Ser es un
Pajmuri, un momento clave, crucial; no un personaje independiente, metafísico. Si no
hay Pajmuri, nada se da, nada existe, nada es. Todo lo creado queda
impregnado de ellos; o mejor
dicho, son éllos; son manifestaciones de los
creadores, de esos momentos pajmúricos.
El actuar del indígena
atávico consiste en ver y aceptar las cosas, los hechos como fueron en el
principio. Este horizonte de apreciación es confísico; o sea, todo es con todo.
Lo que es, es con lo físico, y lo físico (el hecho) es con lo "otro" (el espíritu) lo que es
con él.
Cuando el indígena atávico va
a cortar una caña para elaborar algún utensilio doméstico sabe primero que esa
caña tiene Dueño o espíritu (la caña es con algo). Entonces hay que pedir
permiso al Dueño para cortarla y usarla;
esto quiere decir que ese elemento "caña" tiene su Pajmuri; fue
creada, vino al mundo por un hecho crucial, divino. De no hacerse así sobrevienen consecuencias negativas. En
segundo lugar, sabe que alguien (un Dueño) también la utilizó.[1]
Conoce al primer elaborador de herramientas. Los Piapocos y sikuanis conocen a
Palemeku, Dueño y maestro de las herramientas.
La selva, la naturaleza
entera, el cielo y la tierra, están llenos de seres, organizados que conocen
sus límites y sus funciones. Viven en distintos mundos o dimensiones; cada uno
controla “algo”, pude ser un poder, una facultad, una virtud…etc. Obedecen a un
orden universal; tienen nombres: Ducjín, Bom, Cuvai, Tiye, Yuliferri, Yuruparí,
Enu…La ciencia indígena explica la relación entre los seres. Un ser que se
independiza de todos los demás, como a veces el hombre, es un renegado y
amenaza el orden, el cual debe tomar medidas; el hombre sabio, en cambio, nunca
querrá matar el aire, el bosque, las colonias de aves migratorias, ni de
mariposas; el amor el hmbre sabio, sensible y de consciencia, sabrá de dónde
proviene la belleza, el amor, la felicidad.
12. NO HAY MISTERIOS
Los creadores y los héroes
primordiales fueron claros. Hicieron todos sus actos con transparencia, con
espontaneidad, sinceridad y verdad. No
se dieron malas mañas, ni dejaron cabos sueltos. No dejaron dudas. Las historias que occidente conoce como
"los mitos" presentan a simple vista rasgos increíbles, narraciones
desconcertantes, ilógicas y absurdas. Pero no importa. Grandiosas o absurdas,
eran actuaciones concretas. Lo verdaderamente importante es lo que está oculto en estos mensajes. Esta aparente
incoherencia es debida, entre otras razones, al vertimiento de una estructura
distinta de lenguaje al lenguaje castellano. Diremos que es una estructura sin
tiempo. ¿Cómo narrar sin tiempo, en castellano?. El tiempo es uno de los rasgos
pertinentes de toda la gramática castellana (hablo del idioma en el que escribo estas reflexiones para
hacerme entender) .
La noción de tiempo histórico
cambiante, es el que marca las características distintivas del hombre
occidental; es un arquetipo del tiempo cambiante, inestable, impreciso; tiempo
histórico que se pone en tela de juicio. Todo lo que hace y piensa está
orientado o influido por el tiempo que opera como un polo magnético que orienta
las manecillas del hombre reloj. Las ciencias occidentales, la filosofía, están
determinadas por el tiempo cronológico. Mientras las cosas sigan así no
desaparecerá la angustia existencial; y
el conocimiento seguirá siendo lineal.
El conocimiento indígena marca esta gran
diferencia con el occidental. Pero no tener tiempo histórico, no equivale a no
tener tiempo. Repetimos que el tiempo indígena es otra cosa, otro ambiente. Y
tampoco equivale a no sentir, ni a no pensar. El indígena es un ser sintiente,
demasiado sensible a todo lo que lo rodea y de este hecho es que proviene su
tristeza y su alegría y no de los afanes y condicionamientos temporales. Este
es otro asunto valioso y que merece
mucha más atención porque se encamina a marcarnos el punto, el lugar de
diferencia con "otra cosa",
externa a la concepción indígena.
Otra diferencia subsidiaria
al tiempo es la relacionada con la concepción del "mito". Para una
variante del pensamiento atávico occidental el mito existe como un cuento, como
algo para divertir o entretener, o asustar a los niños; o para explicar lo
irreal; en esta estructura de pensamiento mito es lo que no existe, lo que no
es real. En la concepción indígena el mito sí existe, está vivo y allí no se le
llama "mito", esa palabra no existe para referenciarlo. Lo que existe
es el relato sagrado, la historia de los
abuelos que es verdadera y de mucha seriedad. No se crea que cuando un indígena
atávico va por la selva cree que el Alapi, el Curupira, el Umawali,
o cualquier otro espíritu, son puro
cuento, y que va burlándose de esas fantasías. No, su actuar y su sentir, son
influidos por la noción real y viva de esos seres. No tiene dudas filosóficas
(porque esas dudas sólo pertenecen a la filosofía occidental). El misterio no existe. El indígena elabora la trampa de
los espíritus; es un tejido protector, mágico que atrapa a los espíritus malos
que pretendan seguirlo.
Trampa de espíritus
13. COSMOGONÍA Y CONOCIMIENTO
En los comienzos de este
mundo o Eeri idabacatáiba, Kaali Duvapini , era la tierra. El mundo era pequeño, entonces.
Hubo un momento en que causas primeras dieron origen al mundo. Y
esas cosas creadas dieron origen a
otras. Dicen los sikuanis que al
principio sólo estaba la tierra y tres huevos sobre ella. De uno de los huevos
salió una mujer y un niño; pero el niño no era hijo de élla. Ella era la abuela
del niño. Cuando creció el niño se fue a recorrer la tierra hasta donde se
terminara. Cuando regresó ya era un hombre maduro; entonces los huevos
empezaron a reventar. Del primer huevo
salieron todos los animales pequeñitos, se esparcieron por el mundo y se
perdieron de vista, también salió el agua y se formaron los ríos y el mar y las
lagunas; de ahí salió la serpiente Chavalivalí, los peces y todos los
habitantes del agua. Del otro huevo salieron los seres que habitan las partes
secas, los animales terrestres. Del tercer huevo salieron todos los animales
que vuelan y los árboles. El niño se transformó en el árbol mayor de todos, que
llegaba al cielo; el árbol kaaliavirinai
que dio origen a todas las plantas cultivas. En esa época el cielo estaba
bajito. Después de esos acontecimientos la
abuela que había salido del huevo
se fue al cielo para alumbrar al nieto. Se fue por el occidente y se convirtió
en la luna. Así lo hizo porque no quería abandonar al nieto que se esparció en
el mundo.
Y la historia continúa;
las cosas creadas tienen la capacidad de
recrear a la vez, o sea, de transformar, de cambiar. Al ser las cosas con algo
es que adquieren nueva significación; se dan nuevos resultados y este devenir
es eterno; permanece porque así fue desde los comienzos; siempre fue así; así
actuaron los Dioses; así fue en los comienzos. Y este hecho producido, el nuevo
conocimiento, es verdadero porque así es la vida cotidiana de cualquier ser.
Todavía se ve, se siente; así son las cosas. No es que eso ya pasó y ya; que
eso que pasó se haya quedado para mera historia o leyenda; sino que eso como
fue aún es.
13.1
MAJUMAJÚNALI
El conocimiento es un fluir
eterno que no ha parado y cuyos
factores, variantes y parámetros fueron dados en los comienzos, en un
interactuar con todo. El conocimiento es un espíritu que es independiente al
hombre. El hombre puede recepcionarlo.
Hubo un suceso en los comienzos que originó
ese estado de cosas. Así el ave de la muerte Cóchala que representa a
los grandes buitres, y a las aves que atacan desde el aire, tiene una razón
para matar culebras.
Majumajúnali es la hija de Cuemuini la gran serpiente anaconda. Es una mujer hermosa. Vive con su
madre y su padre en una maloca. Cuemuini es peligroso y todos le temen.
Nadie pisa su camino.
Vivía en esa tierra Purnaminali
que quería organizar el mundo; pero para ello tenía que vencer a la serpiente
anaconda. , como estrategia de entrar a la casa de su enemigo. Miró a
Majumajúnali y se enamoró de élla. Pero era imposible acercársele, debido al
peligroso suegro. Sin embargo, pensó la manera y esto fue lo que hizo: se convirtió en un morroquito de oro y se le
atravesó en el camino a Cuemuini, cuando éste regresaba. La gran serpiente
pensó:
- De verdad es un morroquito muy bonito. Tal vez a mi hija le guste. Lo
llevaré como regalo.
Intentó alzarlo, pero el morroquito se le caía a propósito; entonces
Cuemuini lo puso patas arriba entre una orqueta de un arbusto junto al camino. Fue y le avisó a su hija del regalo. Ella
fue pero no vio nada. Cuando se disponía
a regresarse oyó a su espalda una voz
que decía: “Pissss… pissss…”. Volteó y
vio a un hombre fantástico, el más hermoso del mundo. Inmediatamente se enamoró de él. Lo llevó a su casa y lo presentó a sus padres.
Sin embargo, Cuemuini no estaba contento. Sospechaba de ese yerno. No lo
quería.
Pensó la forma de deshacerse de él. Primero lo mandó a tumbar monte para
hacer conuco. Purnaminali obedeció; esperaron la llegada del verano para quemar.
Cuando fue el tiempo Cuemuini hizo entrar a al yerno al centro del tumbado y él
empezó el fuego por los alrededores;
encerrando a Purnaminali entre el fuego.
La gran llamarada lo tapó y Cuemuini estuvo contento. Regresó a su casa
satisfecho: “Ya me libré de ese yerno” –pensaba-. Pero cuando llegó al patio lo
vio sentado en un banco.
Purnaminali al otro día se fue para el conuco e hizo un nidito. Al día siguiente fue a
verlo y allí estaba un pajarito bebé.
Cada día iba a verlo y el pajarito
crecía y crecía hasta que se convirtió en una gran ave, semejante al águila. Le puso de nombre Kóchala. Cortaba
palos y hacía que el ave los levantara. Empezó
con palos pequeños, luego más grandes y
por último alzó un gran árbol de Ceiba
gigante. Tal era el tamaño del ave.
Kóchala tenía el poder de volverse
pequeña o grande cuando quería.
Purnaminali la puso sobre el techo de la maloca. Tenía un plan para deshacerse
de su suegro. Dijo la palabra mágica:“¡Suáa!” y luego sopló; y creó a las hormigas culonas o bachacos. Formó un
gran nido cerca a la entrada de la
maloca. El guío asomó su cabeza y se estiró a comer las sabrosas hormigas. Pero no salía
completamente. Amarró su cola de uno de los estantillos.
Purnaminali volvió decir ¡Suáa! Y sopló, cerrando el nido de bachacos. Volvió a decir la
palabra mágica e hizo aparecer el hormiguero
más allá. Al guió ya le habían gustado los bachacos y se estiró todo lo que
pudo pero no alcanzaba la comida. Pero como quería comer, al fin se soltó y
metió la cabeza en el hormiguero. Ahí fue cuando el Kóchala voló, primero como
un pajarito pequeño y y después
como águila gigante. Agarró a Cuemuini
con sus fuertes garras y batió las alas
intentando ganar altura. Cuemuini se resistía. Aquel batir de alas produjo tal viento que tumbó el
bosque a su alrededor, formando las sabanas. Sin embargo el güio era tan
pesado que el Kóchala no ganaba altura
-Yerno, yerno, venga y me ayuda-
gritaba-
Purnaminali se acercó y
disimulaba ayudarle; sin embargo lo que hizo fue hacer fuerza hacia
arriba e impulsarlo hacia los aires.
Kóchala con el gran güio entre las garras voló y voló
llegando al cielo, más arriba de las nubes. Allá depositó a la serpiente y devoró su carne. El esqueleto se convirtió en estrellas y aún
hoy se ven desde la tierra, durante todo el invierno.
Así fue como Purnaminali liberó a
este mundo de la presencia física de la gran serpiente; pero Majumajúnali su
mujer no estuvo contenta y mucho menos la suegra. Así en discordia vivían los tres. La suegra
pensaba la forma de matar a su yerno. Se hizo amiga de un señor llamado
Chamana, el gran Caimán de la laguna.
Iba y lo alagaba. Se encontraba con él todos los días. Ella entraba a la
laguna y se volvieron amantes. Ella
quería un aliado para matar a su yerno.
Purnaminali que tenía poderes sobrenaturales adivinó los pensamientos de su suegra.
Entonces un día se puso la ropa de élla y se fue para la laguna. Fingió la voz de la vieja
y chamana asomó su cabeza contento. Purnaminali entró al agua , se le acercó y lo mató. Entonces con su palabra mágica y
su soplo poderoso, en ese momento creó a los peces caribes y los enseñó a comer
carne. Se comieron el cuerpo de chamana. Purnaminali se fue.
En la tardecita, a la hora
acostumbrada llegó la suegra, bien arreglada para Chamana. Silbó con la señal
acostumbrada y el agua se revolvió en el centro de la laguna. La mujer se quitó el vestido y se fue
entrando hacia la laguna contenta. Cuando el agua la tapó sintió como
cosquillas en sus pies y después en sus
rodillas y luego más arriba hasta que aquellas cosquillas se hicieron
dolorosas y el agua se tiñó de rojo. Los caribes la estaban devorando. Gritó e
intentó salir pero ya era tarde. Así fue
como Purnaminali se libró de su otra enemiga.
Al ver que ya era la noche y su
madre no regresaba Majumajúnali se preocupó. Estuvo esperándola hasta que
amaneció. Entonces se fue a buscarla a la laguna. Cuando llegó miró su vestido
y sus huesos en la orilla. Pensó: - Ese fue mi marido el que mató a mi madre.
Lo mataré yo a él. Así se llenó de odio y fue en su búsqueda. Cogió la quijada
del caimán como arma. Escuchó que
alguien golpeaba un árbol y se fue tras
el ruido. Un hombre estaba de espaldas haciendo una canoa. Cegada por la ira y
segura de que se trataba de su
marido lanzó la quijada como un gran búmeran
y dio en la pierna del hombre cortándola
de inmediato. La perna saltó y cayó al agua y al instante se convirtió en el pez bagre rayado. Las rayas son la sangre
que manchó la perna. Majumajúnali se
acercó para rematarlo, pero el hombre no era Purnaminali sino Cajúyali, su
cuñado. Se fue sin prestarle ayuda.
Purnaminali se dijo: Ya esta
mujer también me quiere matar. Tendré que castigarla. Corrió tras ella; pero no podía alcanzarla.
Entonces dijo la palabra mágica ¡Suáa! Y
sopló y convirtió a Majumajúnali en pato carretero. Desde entonces esta ave
existe y va por los caminos de la
sabana.
Este sistema de conocimiento
permite una respuesta para cada
pregunta, y o la posibilidad de indagarla, de hallarla.
En el pensamiento occidental,
la estructura, la manera de pensar, cuando escucha o lee el nombre de un Dios o
personaje se lo imagina de inmediato como figura corpórea y singular. Por
decir, cuando se relata a "Pajmuri Majsá", un occidental probablemente
se represente a un señor, a un
personaje, a un dios corporal, a una figura singular. Así pasa generalmente
cuando nos imaginamos al Dios cristiano.
En el pensamiento indígena
esto parece que no es así. Hay
evidencias tomadas, del relato vivo de los propios indígenas, que Pajmuri Majsá, no es un personaje, sino el hecho
en sí, la fuerza, el momento cuando aparecieron los hombres, el momento en que
burbujeó, que fermentó, que reventó, que
germinó. Es un hecho sumamente concreto, un hecho confísico, o sea, se produjo
un hecho real grande, importante, trascendental con algo o alguien; un
acontecimiento que es mucho más que un personaje singular, creador. Dios, más
que un personaje singular es un momento crucial paradigmático, donde se
encuentra la clave que produce algo. El Payé conoce el Pajmuri, sabe ir
a ese hecho, encontrarlo, puede ver en él y saber.
El pensamiento indígena tiene
claridad acerca del origen de las cosas. Por ejemplo para los Desanos, el
hombre se originó en Ipanoré, bajo
río Vaupés, tributario del río
Negro y éste del río Amazonas; ahí se
produjo el Pajmuri de la vida humana. Para los Curripaco, el principio
del surgimiento de su gente fue en Jípana, raudal sobre el río Ayarí,
afluente del Isana que es tributario del río negro y éste del río
amazonas.
Queda claro que pueden
distinguirse dos momentos cruciales en la historia indígena. Uno, antes de la
aparición de los hombres actuales; período marcado por la actuación de los
Dioses creadores. "Cuando los abuelos trabajaban". Este período
comienza para los Piapocos en Eeri Ibadacatáiba, el primer día. Los
Desanos dicen "Ajpicón día".
En este período es característico escuchar en los relatos a los animales-gente.
Se narra cómo y por qué apareció cada fenómeno, los animales, los árboles, los
males, las enfermedades, etc.
14. YURUPARÍ
En el principio del mundo hay cuatro
hermanos: El mayor se llama Tiye, el fuego; con él están Yuliferri, el pensamiento; Kaalitairi, la
tierra y Ámarru, la primera mujer.
Yuliferri piensa:
-
Es nuestro tiempo de
aparecer.
Tiye fue muerto por sus
hermanos y enterrado en el cuerpo de Kaalitairi. Con el tiempo, del hueso fémur de Tiye,
salieron tres seres: Iñapirriculi, creador del hombre curripaco; Malina,
curandero y mensajero; y Wanaliferri, primer diablo del mundo.
Iñapirriculi embarazó a su tía Ámarru; de ese incesto nació Cuwai
también llamado Yuruparí.
[1] Mircea Eliade, en su libro “Mito y Realidad”, aborda de una forma
clara este aspecto.
Kaalitairi, la esencia de la tierra, la propia tierra, viendo a
su sobrino Iñapirriculi muy pobre pensó en darle el poder de tener
hijos, en su propio vientre; el poder del embarazo. Cuando Kaalitairi mandó
este poder Ámarru lo recibió, por accidente; quiere decir que estaba
dispuesto en el principio que los
hombres deberían ser los que sufrieran el embarazo. Sin embargo el poder de
crear hijos también lo recibió Iñapirriculi. Entonces élla quedó embarazada del poder de Iñapirriculi. Al
llegar el tiempo de nacer el niño Cuwai, Iñapirriculi con su poder durmió a la madre y le sacó al bebé y lo llevó al
espacio muy lejos y lo dejó en lo
oculto.
Con el tiempo el niño creció y se
enteró de su origen, entonces juró matar a Iñapirriculi. La tierra se tornó
peligrosa por la guerra entre estos seres divinos.
Pero antes que Cuvai viniera a este mundo, Iñapirriculi se dedicaba a
formarlo, poblándolo de humanos y
de los seres que necesitaban para vivir; pero las cosas no le resultaban. Las
cosas no crecían. Dicen que hasta este
planeta era pequeñito, el cielo era bajito, las nubes se tocaban con la
mano; las personas creadas no crecían y estaban como enfermas. Entonces
Iñapirriculi, retornó al espacio, llegando hasta el propio principio y consultó
al abuelo del principio, el trueno. Éste
le dijo que quien tenía la solución era Cuwai, que debía ir donde él y le
advirtió que lo llamara desde lejos, de su patio sin entrar en su casa. Cuwai accedió a la petición de Iñapirriculi y le dijo que lo esperara allá en la tierra.
Dicen que cuando él bajó el cielo se
elevó hasta donde está hoy y todas las cosas crecieron. Fue la primera
consecuencia de su llegada a este mundo.
La segunda consecuencia fue el haber traído los sonidos. Antes el mundo estaba
en silencio. Y la tercera es la de haber
enseñado los conocimientos del universo
a los hombres, era su propio cuerpo, sus mismos huesos. Así afectó la creación
de su opuesto Iñapirriculi, el nacido del hueso de Tiye, el fuego.
La partida de Yuruparí, fue así: Iñapirriculi le preparó una trampa; lo
invitó a un dabucurí (fiesta) con chicha de frutas y mojojoi, su comida
preferida. Pero en el centro se mandó a
construir un hueco hondo con maderos finos de los llamados de corazón, como el
cuyuví, el parature, el palo Brasil. Cuvai en medio de la fiesta fue traicionado y empujado al hueco; le
prendieron candela con los palos de corazón; así fue quemado. Su espíritu subió
al cielo. Al otro día las mujeres vinieron y buscaron en las cenizas y hallaron
una caja con sus huesos. Los llevaron y así éllas tuvieron conocimiento, vieron los secretos del hombre y del mundo. Pero
Iñapirriculi no estaba contento; quería los
instrumentos de poder para él. Las persiguió. Primero mató a Ámarru, su tía.
Las mujeres, de los huesos de Cuwai,
hicieron las flautas y sacaron la música. La mayor de estas flautas es
la que se llama Yuruparí o Flauta de Cuwai o Bom. Tiene forma de trompeta, su
sonido es grave y vibrante. Es un conjunto de
varios pares de diferentes
tamaños que con forman una escala musical;
oscilan en tamaño entre los cincuenta centímetros, las más pequeñas, hasta los dos metros las
más grandes. Estas flautas imitan
la propia voz de Cuwai. Las mujeres
huyeron con los instrumentos ocultándose: Fue una época en la sociedad cuando
éllas reinaron. En su huída fueron formando los caminos. Viajaron desde el
centro del Amazonas hasta el norte,
saliendo por el río Orinoco hacia el mar
Al fin los hombres recuperaron las flautas con gran dolor para las
mujeres; se les prohibió verlas y
escucharlas. Las flautas fueron ocultadas. Las fiestas de Yuruparí son reservadas para el sexo masculino. Las mujeres que miren a Cuwai mueren, así es la disposición.
Las fiestas más importantes en la selva se hacen en homenaje a Yuruparí;
se le dan gracias por la abundancia de
alimento que hace crecer sobre la tierra. Cuando hay cosechas de frutos, o
abundancia de peces y animales que alimentan, entonces se hacen estas
fiestas; también cuando los jóvenes
cumplen su mayoría de edad que es cuando ya pueden fecundar y cambian de
voz.
Yuruparí representa el poder germinador de la naturaleza. Él es el dueño
de las leyes que la gobiernan. Puso gobernantes en el agua, en la tierra y en
el aire. Los puinaves, del río Inírida, llaman “Weyor” a estos gobernantes de la naturaleza. Yuruparí es la referencia
de la ética y de la lógica social y natural, que forjan el carácter y las
costumbres de los seres.
La lucha entre los sexos es por recuperar el Yuruparí; primero lo
tuvieron las mujeres, después los hombres; quizá es posible que se vislumbre
una era en que sea poseído por ambos;
entonces será la era de una misma ética,
de una misma lógica y de un mismo amor.
Algo importante: Yuruparí no se puede
comprender sin su contraparte. Para la cultura curripaco la
contraparte de Yuruparí o Cuwai es Iñapirriculi. Para los Puinaves que llaman
Bom al Yuruparí, la contraparte es Ducjín. Y así, en cada idioma amazónico tienen su particular denominación.
Usando la analogía de la electricidad, para estas culturas Yuruparí
representa la fuerza negativa e Iñapirriculi la fuerza positiva. Ambas son
necesarias para producir la cultura, el mundo.
Yuruparí, más Iñapirriculi da como resultado el pajmuri, la
nueva creación, el nuevo fenómeno. Los indígenas desanos llaman Pajmuri
al momento preciso en que la chicha
burbujea, cuando el agua y el maíz se vuelven otra cosa, en este caso chicha.
Cuando surge algo nuevo, cuando algo germina se le llama pajmuri. Cuando nace
un nuevo ser en el vientre materno ese es un pajmuri. Esta es la teoría de la historia y del conocimiento indígena del
mundo.
14.1 YURUPARÍ, ENSEÑA
En cierta ocasión salió
Yuruparí, llamado Cuvai, por los
curripacos y Bom por los puinaves, en
compañía de unos muchachos, a quienes les estaba enseñando. Se subió a un árbol
y empezó a coger las pepas, o frutos, y
a tirarlas abajo; a éllos les había dicho que esperaran y que no fueran a comer
de esas pepas hasta que él no bajara. Sin embargo, los muchachos no hicieron
caso y se las comieron. Cuando Cuvai
descendió del árbol, vio la desobediencia y dijo: Ustedes, ya cambiaron
las cosas, ya desobedecieron. Ya está hecho el problema. En ese instante llovió,
otros dicen que él se convirtió en
lluvia; al tiempo, con su capacidad de omnipresencia, les decía a los
muchachos: Vayan y se meten en esa cueva
para que no se mojen. Pero la cueva era
él mismo; la entrada era su boca. Cuando los muchachos entraron, cerró la boca
y se los comió. Yuruparí es como la otra cara de la moneda, el otro lado
de la hoja; Cuvai es claro que vino para enseñar un conocimiento: enseñó a
hacer, pero enseñar a deshacer es como el secreto de Yuruparí. De todas maneras
Yuruparí es una fuerza oculta, poderosa, delicada de conocer. Pero no es el mal
en sí. Conocer a Yuruparí era como conocer la otra cara de Iñapirriculi, o de Dios;
tener el conocimiento total. Algo así como conocer lo bueno y conocer lo malo, tener poder de
hacer bien y poder de hacer mal. Por eso es que Yuruparí siempre se ha
concebido como un secreto, algo que es peligroso mirar, pero de mucha valía.
MÁUNO
La historia de los
indígenas Curripaco dice que al principio el mundo era pequeño. Las
cosas no crecían. Iñapirriculi fue a consultar a Mauno, el trueno, abuelo
del principio, él le dijo que
había que hablar con Cuvai. Y dice la
historia que cuando Cuvai bajó a la tierra, ésta creció, se ensanchó
como la conocemos en la actualidad. Cuando
las mujeres robaron el Yuruparí que es el mismo Cuvai, ellas fueron las dueñas
del poder y mandaban sobre los hombres.
La historia de los curripacos dice que las mujeres escaparon llevándose a
Yuruparí. De ahí en adelante el relato cuenta todas las proezas y luchas de
Iñapirriculi, para tratar de recuperar dichos instrumentos, o poderes. Cuenta
el relato cómo Iñapirriculi consiguió el
veneno de curare, para matar a las temerarias mujeres. La pérdida de los
instrumentos sin duda fue como una catástrofe para el mundo de Iñapirriculi y de los hombres.
Iñapirriculi fue al cerro Caibiye. Pero el veneno no era fácil de encontrar. Llamó al
abuelo ardilla de la pequeñita, color gris. Ardilla probaba de todas las matas,
por todas partes, pero cuando probó un bejuco ahí quedó muerta al instante;
sólo alcanzó a hacer "tic" y
cayó. Así encontraron el bejuco de curare. Ese cerro en la actualidad es conocido por los curripacos
y se encuentra en las cabeceras del río Cuyarí, afluente del Isana, cerca de la
actual comunidad de Campo Alegre. Así fue que
apareció el curare, y el castigo,
a causa de Mauno y de su hijo, por no
cumplir.
Las mujeres que robaron los
instrumentos del Cuvai, salieron de Jípana, pasaron por el camino del Cuyarí, y luego se dirigieron hacia el norte, hacia el mar.
Así se forman los primeros caminos en la selva. Esos caminos son los actuales ríos de esa ruta, como el
Atabapo y el Orinoco. Los raudales, y las piedras
son obstáculos o hechos significativos de aquella persecución. Por
ejemplo en el paso de Yavita quedaron
rastros de las mujeres. Iñapirriculi como
Ser sabio y poderoso intuyendo el camino, se adelanta y pone una trampa
que consistía en clavar chuzos o palos aguzados, untados con veneno
de curare. Pero las mujeres no los pisaron;
de ahí se originaron los dolores
de huesos. Todo el que pasaba por ahí sufría de dolor de huesos. De
Yavita las mujeres pasaron por lo que
hoy es San Fernando de Atabapo, Venezuela. Los indígenas confirman que ese río
es un camino antiguo por lo que casi no es hondo y en verano prácticamente se
seca. Ya en el Orinoco Iñapirriculi forma un raudal para impedirles el paso, pero éllas con el
poder de Yuruparí se convierten en Güíos y se escapan por el Orinoco abajo, hasta el mar y formar la gente de por allá.
Cuenta
la historia que otro que tenía los
instrumentos o el Yuruparí era un ser del aire o el Dueño del aire, que bota candela. Habiendo fracasado con las
mujeres, Iñapirriculi acude a éste Ser,
con el fin de quitarle los instrumentos.
Lo invita a una fiesta de
dabucurí, o de la cosecha, para que
trajera los instrumentos. Le recogieron todas las frutas para que comiera; él
las probó, contaminándolas. A los niños,
y mujeres embarazadas y recién
paridas hay que rezarles las frutas que van a comer para que no les haga
daño. En la fiesta emborracharon al que
bota candela y vive en el aire. El plan era,
una vez borracho, echarlo a un
gran pozo de agua para ahogarlo. Iñapirriculi
trajo agua del mar en un
calabacito. Cuando lo soltó, se formó un charco muy grande, toda la
tierra se inundó.
Así fue como los hombres pudieron tener el Yuruparí nuevamente y curar
al hijo de Máuno. De ahí vienen todos los consejos acerca del bien y del mal;
así se originaron los rezos y los Chamanes que deben conocer todo eso. El
Yuruparí es un conocimiento profundo; el cual se aprende en el mundo confísico.
Del Yagé se usa la raíz y el bejuco, y ayuda a
ver más y a escuchar más. El practicante debe ser preparado; debe ayunar, alejando la sal y los
deseos sexuales, hay que rezarlo antes de tomar el yagé o inhalar el Yopo, porque
de no hacerlo puede volverse loco.
La ceremonia del Yuruparí es grandiosa y de mucha importancia. Su celebración
es el paso de los jóvenes a convertirse
en mayores. Un joven que ya ha visto al Yuruparí, se dice que ya es mayor y que
ya tiene responsabilidad. Esta edad se sabe cuando el adolescente empieza a cambiar de voz. Desde entonces es
mirado como un hombre más de la comunidad, con decisión, y un rol definido. Si
el iniciado, toma del yagé llamado bejuco de Güío, ve venir a un Güío enorme en
sus alucinaciones y la tierra ondula,
moviéndose. En ese momento es muy peligroso para el iniciado salir corriendo.
Si lo hace pierde toda posibilidad de
éxito y liderazgo futuro dentro de la comunidad. Si resiste puede ser tenido en cuenta para roles y
responsabilidades importantes. De estas personas que superaban dicha prueba era
que se escogían los guerreros de la tribu. No cualquiera podía ir a la guerra o
a la cacería de enemigos. El Yuruparí era una prueba de fuego y crucial. Cuando
el que toma el Yagé siente un hormigueo
en los pies, se dice que el Güío ya llegó a los pies e iniciará su ascenso por
todo el cuerpo. Cuando llega a la cabeza, el muchacho el practicante pierde el sentido físico, y
esto quiere decir que supera su estado físico y se encuentra en el mundo espiritual. Allí ve brujos malos y brujos
buenos. De lo que vea en dicha dimensión
y su actitud también será muy importante para determinar su personalidad y
saber para qué va a servir. La ceremonia
a Yuruparí es una fiesta de música. Ahí
se toca la propia flauta llamada Yuruparí; su sonido imita la voz de Yuruparí.
Desde esos tiempos la ceremonia es netamente masculina; las mujeres no pueden verlo.
Este relato explica
la relación de poder entre el hombre y la mujer. Es
claro que hubo una época en que las mujeres gobernaron, tuvieron el
poder; después lo perdieron y lo ganaron los hombres; lo que explica la
división del trabajo actual en las comunidades.
Otro aspecto es el de dominio
de Yuruparí sobre la naturaleza; los seres que existen son sus guardianes. Una
comprensión del medio ambiente, es posible
partiendo de conocer a Yuruparí; la danza y la música es el mejor
lenguaje para comunicarse con el dios. Varias son las danzas; Viene con su
música especial.
Danza de máscaras o danza de
los espíritus: la selva se estremece, el viento quiere tumbar los árboles, se
oyen gritos terroríficos venir de los profundo de la floresta. Hay alarma
en la plaza central de la comunidad. Del
monte salen los espíritus: de la enfermedades, de la locura, de la muerte, de
dolor, de la envidia, del hambre, etc…
Invaden el recinto; entran a la maloca el lugar de la
fiesta. Sus movimientos crean danzas representando lo que son. Se apoderan del
recinto, parecen derrotar a los hombres. Estos se les enfrentan con danza; su
danza es poderosa, y así los van haciendo retroceder hacia afuera; es una danza
que se sobrepone sobre la de los espíritus; Estos son derrotados. Terminan colgados
de maderos y quemados.
14.2 LA RECUPERACIÓN DEL YURUPARÍ POR
LAS MUJERES
El conocimiento del
Chamán tiene que ver con un hecho
importante: él posee a Yuruparí. Yuruparí es
una sabiduría oculta a la que no todas las personas tienen acceso.
Este conocimiento en la actual sociedad
indígena está reservado a los hombres. Las mujeres tienen
prohibido participar de las fiestas y
ceremonias a Yuruparí.
La "liberación femenina
indígena" estará sujeta a la recuperación del Yuruparí por parte de las
mujeres. Esta es una revolución que se ve por venir en la sociedad indígena.
Hay que recordar que en la historia atávica las mujeres fueron portadoras del Yuruparí; cuando lo hombres lo
recuperaron este conocimiento fue
prohibido para ellas. Yuruparí era un hecho conocido, compartía con
hombres y mujeres. Y antes de la partida de Yuruparí de este mundo, todos
podían verlo. Cuando desapareció, las mujeres
fueron las que supieron cómo hacerse a ese conocimiento, supieron
cómo recuperarlo. Esto, las hizo
poderosas, y así se habla en la historia de una sociedad matriarcal, donde las
mujeres eran poderosas, eran las que mandaban, porque eran dueñas de un
conocimiento profundo y secreto.
Habrá nuevamente una
sociedad donde el Yuruparí vuelva a pertenecer a todos. En la maloca del mundo
todos danzaremos y libaremos con Yuruparí. las mujeres
ayer perdieron el Yuruparí; pero lo volverán a recibir de los
hombres, en un acto de equidad
e interpretación. El Yuruparí se
convierte en el instrumento del poder. Es el poder mismo. El Yuruparí así, es
una capacidad y un derecho parcial. El derecho de poseer esta capacidad, está
actualmente reservada para los hombres, dando un perfil de machismo a la
sociedad indígena. En este sentido la
misma disputa se daba paralelamente en
occidente. La mujer subordinada al hombre. El acceso gradual al poder por parte
de las mujeres es el camino a Yuruparí. En la actual sociedad indígena se
conocen "mujeres chamanes"; mujeres sabias; mujeres que curan;
mujeres guerreras; mujeres que se
aventuran a construir embarcaciones, casas, sebucanes, y se atreven a sentarse
adelante, en el sitio de la proa de las embarcaciones en las faenas de pesca.
Se atreven a ejecutar trabajos reservados
a los hombres.
El poder de las mujeres se
encuentra en las historias antiguas. Muchos pueblos, cuentan de una mujer líder, capitana que comandaba la guerra
contra sus enemigos. El hecho de que la mujer pertenezca a la casta de los
guerreros ya es un gran prestigio. En la sociedad indígena atávica el ser
guerrero era un honor máximo. Era gente que llegaba ahí por virtudes y
capacidades. Eran personas probadas con el Yopo y el Yagé. Estas pruebas tienen
que ver con vencerse asímismos, con el conocerse asímismos. Era el derecho a
poseer a elaborar y a utilizar las armas.
La posibilidad histórica de
que la mujer indígena vuelva al poder, está abierta. Y esto no se dará a través
de la ideología occidental de "los derechos de la mujer", o de
"los derechos humanos", sino por razones atávicas indígenas que
tienen su origen en el Yuruparí. ¿Conocemos el Yuruparí? En el pensamiento atávico el Yuruparí sigue
viviendo, independiente a la influencia de occidente. El Yuruparí, como conocimiento profundo, permanece oculto, pero
vivo.
El Yuruparí nos remite a
preguntarnos acerca del poder entre los
indígenas; pero significa un poder más allá del hombre, el poder mismo que hace
posible la creación, el hacer y el deshacer. Fue una desobediencia la que
trastornó el estado original de las cosas, fue una imprudencia del hombre, el
no hacer las cosas como fueron dichas. Primero la mujer se apoderó de Yuruparí
y después el hombre, pero al principio, Yuruparí era por sí mismo para todos, y
lo sigue siendo; es la concepción de
hombre egoísta y desobediente el que se apodera de él, y hace creer al
resto de los hombres que Yuruparí (el poder, el complemento, lo otro
necesario) es suyo. La filosofía indígena no dejó al poder como objeto de la
política, como sucedió en occidente. El poder
indígena está circunscrito a la estructura del conocimiento. Es
pertenencia y objeto del conocimiento del mundo.
Cuvai, o Bom, o Yuruparí es la otra parte necesaria para
producir algo. El mundo antes de Yuruparí era pequeño, nada crecía; todo estaba
quieto y en silencio y no existía la noche, ni la muerte; pero cuando apareció
Cuvai el mundo se ensanchó, los hijos de Iñapirriculi pudieron crecer.
Indudablemente Iñapirriculi es el otro complemento. Tener el Cuvai o Yuruparí
es ensanchar el conocimiento. El
Yuruparí es como el lado oscuro, secreto;
la vida, por un lado, y por el otro la muerte. Iñapirriculi y Cuvai son dos polos necesarios de dos cables
que se encuentran para producir algo.
Pero Yuruparí no es el mal, es una fuerza creadora. Existen unos principios,
unas leyes, un orden; es el orden de la realidad. Cuando se rompe este orden es
que se identifica a Yuruparí; éste ya no puede ser el mismo porque hay otro
orden de cosas; y Cuvai actúa como el remedio. Cuando los hijos de Iñapirriculi están con él tienen que guardar una dieta rigurosa, sólo
pueden comer casabe y agua, así tienen a Cuvai, así lo conocen, pueden aprender
de él. Los lleva al bosque a recolectar frutos; se sube al árbol y deja a los
muchachos abajo y les advierte de la
dieta. Pero mientras no está su maestro, éllos
asan guaco (un pájaro) y comen; así rompen la dieta, el mundo se altera. Se viene una tormenta, pero esta
es el Dios en forma de tormenta; a la
vez se convierte en cueva y allí entran
los muchachos para protegerse, pero la cueva es su boca que se los traga.
Existe una sabiduría, un
orden lógico que mantiene un estado de cosas; pero esos estados se pueden
cambiar, produciendo otros nuevos; todos
los seres existentes pueden catalogar
los cambios de buenos o malos, de convenientes o inconvenientes. Estos
estados de cosas son mundos; así hay unos mundos más perfectos que otros, o
unos más preferidos que otros, unos arriba, otros abajo. Hay un mundo perfecto,
cuando se siguen las reglas pajmúricas,
de Kúvai e Iñapirriculi; son unas reglas de conocimiento lógicas. Pero hay
mundos imperfectos, u otro tipo de mundo, producido por la alteración de las reglas. La sabiduría
indígena nos muestra que la tierra no es el único mundo ni el más perfecto de
los que existen. La existencia siempre estará garantizada. Somos seres eternos,
con posibilidades de escoger para habitar el mundo que nos merecemos. Podemos
vivir en el lado oscuro del camino, o en
el lado claro, en forma de carne o en forma de espíritu, en forma de polvo o en
forma de viento. El conocimiento
pajmúrico o de Kúvai es el camino para saber cómo.
15. EL TIEMPO ÚNICO
La historia cronológica
occidental no existe como paradigma por lo que ya se ha dicho: El tiempo
modificable y caprichoso no cuenta. Lo que cuenta es el espacio creado que es
realidad extensa, unido a un tiempo
único, un tiempo que no es modificable por voluntad humana, sino que está ahí
seguro, impertérrito, pajmúrico, desde que los dioses hicieron las cosas así.
Todo lo que sucede en ese espacio tiene como referencia ese tiempo único que se
hace igualmente extenso, pero no distinto. El tiempo es uno sólo con el
espacio. Los hechos paradigmáticos, ejemplares, ya sucedieron, y es lo que
cuenta. Y es verdadero.
La conducta, el modo de
actuar en la realidad está tomado según el
paradigma primordial. Y no es cualquier procedimiento (por muy
científico y técnico que lo hagan los
occidentales); es un procedimiento sagrado, mayor que el de los occidentales.
El conocimiento indígena fue transmitido por los propios fundadores, por
los propios Dueños del conocimiento, por
el propio Pajmuri, Iñapirriculi, Purnaminali, Cuvai, etc. Y es esta la fuerza
de su injerencia en la conciencia personal y comunitaria; el agente transmisor
no es cualquier medio ordinario, es nada menos que lo más excelso, lo más puro,
lo mayor y sagrado, lo más prestigioso, se podría decir que es Dios mismo, el comienzo mismo, la causa misma
la que transmite, el momento ejemplar, paradigmático.
Muchas veces se encuentra el
paradigma, pero el procedimiento para
entenderlo y vivenciarlo puede estar errado. Los resultados no serán
constructores de cultura.
Darse a entender es la
preocupación ahora del occidental. Hay un "amor" por traducir al
idioma indígena la voz occidental, es el etnooccidentalismo: la etnoeducación,
la etnosalud, el etnocristianismo, la
etnobotánica, la etnografía; en fin, toda esa preocupación, ese conceder
occidental será "etno". No
basta poner la palabra occidental en la
fonología indígena; es necesario además, ponerla desde la percepción y la semántica indígena.
El prestigio cultural indígena es vivir la nobleza de los
tiempos primordiales; ser originario de esa creación primera que es viviente.
Mientras que el occidental, parece haber perdido esa identificación y
pertenencia a la casta de los creadores
del mundo, mas no ese deseo por pertenecer a ella. Deseo que deifican en muchos
comportamientos modernos relacionados con el prestigio, la pureza, la riqueza,
la vanidad, la fuerza; pero un prestigio que es efímero por ser hijo del tiempo histórico.
El racionalismo occidental, reemplazó el tiempo primordial único, por el
tiempo histórico. El tiempo primordial pertenece a la condición humana y
totalizante de la realidad. El hombre después de agotar el tiempo histórico, de
sentirse decepcionado por la historia (una historia trágica siempre) busca dentro de esa tragedia el camino de retorno
que no es otra cosa que el deseo de pertenecer al tiempo único. No hacia lo
indígena, sino más bien a lo que fue la fuente primera, la madre original. El
cerro del Dios sigue ahí incólume; las
lagunas sagradas. En el ambiente están los Dioses, los Dueños, los espíritus, y
hay que andar con cuidado. El
Chavalivali, el Alapi, el Boraró, Pajmuri Majsá, los Veari Majsá, Iñapirrikuli,
etc., están por ahí, son hechos convivientes con la realidad indígena. Mientras
que para los blancos estos personajes como la Madremonte, la Patasola, el Sombrerón, el Mohan y todos
los equivalentes han pasado de ser historia sagrada verdadera, a ser
puro cuento y folclor. Fueron historias sagradas untadas del tiempo histórico
que las fue convirtiendo en mero cuento, mera fantasía, por no tener demostración
evidente, científica de acuerdo a los cánones
del conocimiento occidental. Uno
de los elementos que diferencian el leer un relato sagrado y un cuento es la sensación del tiempo.
El tiempo único tiene distintos momentos. Un rasgo diferencial que permite identificar " filosofía de la historia
indígena", lo da el momento
del tiempo único. El relato primordial del árbol Kaliaviri, que
originó las plantas cultivadas (la aparición de la agricultura y sus consecuencias)
sin duda es posterior al relato de la creación de la
primera mujer. Igualmente el
relato del Yuruparí posiblemente sea
contemporáneo al del Kaaliaviri. El relato del ave Kóchala, sin
duda pudo originarse antes de la edad de los cultivadores. Implicando cada
momento también su comprensión y significación. Ala ikerre, en la
cultura Piapoco es el “tiempo de la Terecay”. Esta tortuga tiene su tiempo
preciso. En enero sale a poner sus huevos en la playa. Una vez tapa su nido
regresa al agua. Esa tarde o esa noche
se viene Macavali, aparece en el cielo en forma de estrellas y “se
llueve” para tapar las huellas de la tortuga en la arena. Así sus nidos estarán protegidos y no podrán ser
descubiertos fácilmente. El indígena dice, cuando llega esta lluvia: “Ya
desovaron las terecayes”. Este tiempo es preciso, único, sin dudas, así se
dispuso por los dioses creadores para que germinara la Terecay.
16. TIEMPO Y ESPACIO
La inconsciencia del tiempo y la conciencia del espacio.
Espacio y tiempo son uno solo. Para la concepción occidental espacio y tiempo
son dos cosas separadas, distintas. En la concepción indígena no lo es. El
tiempo es único.
El occidental produce para
consumir y para ahorrar, para procurarse excedentes. El indígena no produce en
el sentido occidental, ni ahorra. ¿Por qué?. Porque lo que necesita está ahí
presente al alcance de su mano. El ahorrar es una concepción de tiempo
cambiante, modificable, inseguro; el espacio regido por el tiempo único,
preciso le garantiza conocimiento seguro. Sus necesidades básicas, como la
alimentación, por ejemplo, las satisface de inmediato tomando lo que necesita
de su medio ambiente natural y social.
En sentido amplio es un recolector de los frutos que produce la naturaleza y la
sociedad. El ahorro está también ahí; tiene ahorros naturales y sociales. No
necesita producir excedentes porque todos tienen excedentes.
17. EL
CONOCIMIENTO
El conocimiento es empírico y
ritual a la vez. El conocimiento es algo
muy serio, respetado y sagrado. El
conocimiento empírico requiere de la palabra sagrada.
En la comunidad indígena el
Chamán, es el símbolo del conocimiento,
del hombre sabio. Conoce las fuerzas de
la naturaleza, conoce a los Dueños y puede comunicarse con éllos. Así obtiene
sabiduría.
El Ser del indígena es materia y espíritu; es conocimiento profundo
de las causas; no mera superstición. La
sabiduría indígena conoce las leyes de
la materia porque conoce las leyes
de la inmateria.
Al no haber explicación
material, racional de algunos conocimientos, el hombre occidental habla de
magia, brujería, etc. La magia es sencillamente conocimiento profundo; ciencia
confísica.
Los valores del indígena
están estrechamente relacionados con el origen de sus conocimientos. Estos
valores están dados por el respeto al conocimiento que posee.
Los modelos de educación, de
economía, de desarrollo, etc., occidentales
no serán valores para las
comunidades indígenas, mientras no estén
impregnados del conocimiento indígena. Estos modelos deben ajustarse a los
valores indígenas.
Pero no se podrá llegar al
conocimiento sin partir del origen de las cosas. En el origen de las cosas
siempre hay un punto de creación y un
Dueño.
Todo conocimiento es
completo, es dual. Para una enfermedad siempre existe el remedio. Para que
opere un maleficio, existe la contra o
el remedio para que este cese.
La ritualidad del
conocimiento indígena se refiere a que existe una manera especial, o un método
de obtener y expresar el conocimiento;
no es de cualquier manera. El oficiante prepara el ambiente, la casa, el templo,
para llamar y recibir al Dueño. Prepara
los objetos que conducen hacia el Dueño; los sonidos, los movimientos, los olores, etc. Los elementos materiales
como las plantas, el agua, etc., siempre están presentes. El Chamán ve la
respuesta a lo que averiguaba, a través de un elemento o en su sueño.
El conocimiento indígena no
es simple brujería; si no un conocimiento contundente, que encierra gran
sabiduría y ha sido solución a sus
necesidades. El indígena conoce
las fuerzas inmateriales que
obran con lo físico.
1.
EL
MUNDO ES EL SER
El mundo no es posible sin
los seres. No tener noción de los seres es no conocer el mundo. El mundo es el
Ser. El Ser se ve disminuido al acabar una especie, al matar un árbol, al secar
un río, al derribar una montaña. Siempre que
muere un Ser de la naturaleza,
realmente no muere el ser sino que se transforma el accidente y por ende la
sustancia; disminuye la naturaleza conocida. La muerte de un árbol es la
disminución del Ser accidental. El mundo material es accidentalidad. El Chamán
que tiene el conocimiento de su esencia, de su Dueño, puede dejar su cuerpo y
tomar otro o expresarse en otra forma. Viaja a otros lugares mientras duerme.
Su sustancia viajará y se insertará a otro accidente. Donde quiera que esté
siempre habrá una sustancia y un accidente juntos. El ser se renueva al nacer otro árbol nuevo.
Al presentarse la muerte muere un
accidente y no la sustancia. El Dueño es el Ser sustancial y la forma el ser
accidental.
El Ser no es individual sino
grupal, colectivo, complementario. El
Ser sólo puede comprenderse en cuanto totalidad. El hombre y la
naturaleza no se pueden concebir separadamente; eso equivaldría a separar al
Ser.
La sabiduría indígena ha
consistido en concebir al Ser como totalidad; el Ser se piensa desde la
totalidad. Por eso no es posible aislar los conceptos, enajenar el agua, los
animales, los árboles, el subsuelo, etc., todo hace parte del Ser del indígena.
El indígena reclama como perteneciente a él todo y a su vez él se ve como
perteneciente a ese todo. Reclama el
bosque, la laguna los ríos, el aire, los animales. No vacila en decir que la laguna, los peces, los árboles le
pertenecen; y que él se pertenece a
éllos; su antepasado, su abuelo primordial fue un pez, o fue el que hizo
los vientos, el agua, etc. De hecho dice: "Ese es mi abuelo y yo soy su
nieto".
El indígena tiene conciencia de que el Ser humano no es
posible sin el Ser pez, el Ser árbol, el Ser agua, etc. Ve como absurdo que les
pongan precio al agua, al árbol. Ve con
asombro e incrédulo cómo la sociedad que
lo invade trastoca todos sus valores en aras de una filosofía del
desarrollo. Esta filosofía del desarrollo occidental ha despedazado al Ser, lo
ha separado, contraviniendo la visión totalizadora del Ser expresada por los
indígenas y que algunos malos intérpretes han denominado primitivismo,
animismo, etc.
2.
LA
FAMILIA COLECTIVA
La familia colectiva es el
núcleo de la cultura indígena. La familia
nuclear no es el centro de la sociedad. Sería más aproximado afirmar que
la sociedad es el núcleo de la familia.
La familia es en función social. Los vecinos, todos los miembros de la
comunidad hacen parte de la familia. Una manifestación particular de éste hecho
es la tendencia a compartir el alimento
conseguido, con los vecinos. El humo en
una casa, visto por la comunidad, es la invitación a compartir; es una señal de
hermandad; el humo de una casa es una señal prestigiosa de la familia.
El medio que rodea a la
comunidad es un medio ambiente abundoso en recursos de vida. La subsistencia
está asegurada. Además, la familia, que es la comunidad, cuenta con la
tecnología y conocimientos apropiados para transformar y servirse de las
materias primas aportadas por el medio
ambiente.
La individualización de la
familia es el resultado de la mengua de los recursos o de la individualización de éstos, incluidos
entre lo que llamamos recursos la tecnología y los conocimientos. Es el miedo a
la escasez.
Pero ¿ quién mengua o
destruye el medio ambiente, donde están los recursos de la comunidad indígena?.
La invasión, el saqueo, la colonización
cultural. El problema no es que los no- indígenas o personas de culturas distintas lleguen a
los territorios indígenas. El problema radical consiste en que esa persona
quiere imponer su cultura en casa ajena; en no aceptar el modo económico, ético y jurídico de la cultura
indígena.
Los occidentales implantan,
en territorio indígena, creencias, costumbres, valores, distintos al orden
tradicional indígena. Esta imposición,
que muchas veces es de buena voluntad, los desacomoda, los desequilibra, los
saca de su cultura, de su medio, y los va individualizando, dejándolos
vulnerables.
¿Quiere la cultura occidental
acabar con la cultura indígena? ¿Quieren los indígenas que su cultura sea reemplazada
por la occidental? Hagamos que estas preguntas se contesten para empezar a
resolver el problema.
Todas las culturas pueden
aportarse entre sí experiencias y conocimientos valiosos que las lleve, sin
herirse, a desarrollar sus objetivos y anhelos fundamentales de ser en el
mundo. La cultura occidental
latinoamericana resolvería muchos problemas si tomara valores,
conocimientos e influencias de la cultura
indígena.
La pobreza en recursos o la
individualización de éstos, es la pobreza e individualización de la familia. La
destrucción de los recursos es la destrucción de la familia. La monopolización
o individualización de los recursos es la alienación y esclavitud de la
familia. Cuanto más crezcan y abundosos sean los recursos, más crecerá la
familia, más se extenderá, hasta el punto que la sociedad será la familia.
3.
LA
AUTONOMÍA
Si admitimos que existe una
filosofía indígena, o sea, un
pensamiento, una moral, una lógica, una justicia, una política, una religión,
cabría preguntar ¿será justo que a los
indígenas se le aplique un pensamiento, una moral, una justicia occidental?
Hacer esto es como revolver el agua y el aceite o al menos es experimentar con una extraña sustancia que
puede resultar explosiva y que es de hecho perjudicial a una cultura.
Los indígenas tienen su
propia moral y por consecuencia su justicia; distintas a las de los no-indígenas. Con esto se demuestra el derecho que tienen los indígenas a su autonomía. Pero
la justicia indígena no es la concesión hecha por el no-indígenas o la cultura
dominante, llamada "legislación indígena". No, la justicia indígena es mucho más que eso; es
el derecho consuetudinario, es la Ley ancestral, es la tradición cultural.
Pero, no es decir: " Sí, está bien, la ley lo reconoce". No basta
decir. Es necesario volverlo praxis, es admitir la autodeterminación. Los
jueces occidentales aún juzgan a los indígenas; los indígenas están
determinados por las intenciones de occidente.
La tradición es lo que
sobrevive a cualquier cultura, es el fruto más purificado de la historia. De
tal manera que los contemporáneos tienen
una fuente preciosa de verdad y sabiduría dónde beber: en la tradición
indígena.
¿Dónde encontrar esta
tradición?, ¿Cómo conocerla?. Afortunadamente y para bien de la humanidad, los
indígenas no han muerto. Tampoco ha muerto su hábitat, su medio ambiente.
Existe en América una tradición viva para conocer.
La autonomía no debe
entenderse hacia la forma, sino hacia el
fondo. Forma es todo lo que se refiere al grupo, a la etnia; y fondo a los objetivos, a los fines.
Algunos creen que el
monopolio o control ejercido por un
grupo o etnia es autonomía. Así no debe ser entendida esta palabra. La
autonomía va inherente a la cultura. Vivir de acuerdo a los lineamientos de la
cultura indígena es una práctica posible a toda la raza humana. Así, por
ejemplo, muchos hábitos alimenticios de los
indígenas han sido asimilados por los No-indígenas, o colonos, asentados en sus territorios. El
mañoco se ha constituido en alimento indispensable, de primera necesidad en
muchos hogares No-indígenas.
En materia educativa ha sido
más conveniente y cómodo para el
occidental implantar su modelo, que
reflexionar y encontrar el modelo indígena, acomodarse a él, aceptarlo y
respetarlo. ¿ Saben los organismos del Estado que planean los modelos
educativos, cuál es la práctica educativa indígena, de acuerdo a la cultura?.
¿Conocen la cultura indígena?. ¿Conocen sus valores, sus fines?. Hay que
empezar por conocer esta práctica y sus fines; y poner este conocimiento al
alcance de los docentes, directivos
docentes, la supervisión educativa, organismos de capacitación y actualización
de docentes, etc.; para al menos,
menguar el impacto negativo. Pero lo que se debe hacer en realidad es conocer
esto y partir de la autodeterminación indígena y del conocimiento profundo de
su cultura.
Los agentes que orienten la
educación indígena deben ser personas capacitadas y comprometidas con el
respeto de la cultura. En un centro de capacitación para docentes hay que hacer
énfasis en el manejo del lenguaje propio de los niños indígenas; esto quiere
decir que el maestro debe aprender el idioma
indígena; el Estado debe proveer los incentivos y medios necesarios;
aprender y enseñar en idioma indígena ya
de por sí es un gran estudio, y debería
constituir reconocimiento profesional, y no un simple crédito para
ascender en el escalafón docente.
Maestros con este conocimiento bien pueden optar por especializaciones o postgrados en estas lenguas y áreas propias
del conocimiento indígena. Así, ni la educación, ni nada, es asunto de racismo; si no de
compromiso, de respeto cultural.
Vistas las cosas así, la
autonomía es posible. Además de ser un compromiso de cada persona es compromiso
del Estado. La Constitución política de Colombia ya avanzó mucho en este
aspecto; pero aún no lo suficiente. Un compromiso con la autonomía de la
cultura indígena requiere compromiso con
la autonomía territorial, económica,
ética, política, jurídica. La Constitución colombiana otorgó estatus de
"Entidades territoriales" a los Resguardos o territorios indígenas, y
les reconoció como minorías unos cupos fijos en el parlamento. Como se dijo, es
un avance, pero no es el correcto en la marcha hacia el reconocimiento de la
autonomía. Con estas concesiones de
representación política se hace que los indígenas se adapten a la política
cultural occidental. En las asambleas departamentales y concejos municipales
los dirigentes indígenas compiten desigualmente con la cultura occidental. Los
resguardos en calidad de entidades
territoriales deben tener su régimen político autónomo, de acuerdo a los
lineamientos de la cultura. El ejercicio del poder indígena no consiste en un
paralelismo con la política
occidental; sino el de gobernarse
conforme a las reglas de su tradición. El país indígena fue primero que los
países actuales. Desde la comunidad ancestral el Estado indígena existe.
La educación, la justicia,
los planes de desarrollo, etc., no deben seguir siendo decididos por culturas
diferentes, a donde se van a aplicar. Con esto vemos que el problema de la
autonomía es mucho más de fondo que de forma. ¿Estará la cultura No-indígena y
los Estados no indígenas dispuestos a
ceder y a otorgar semejantes concesiones de equidad y justicia ?
4.
PENSAMIENTO
Y ECONOMÍA
El desarrollo económico no
necesariamente es sinónimo de desarrollo filosófico y cultural. Originar el
desarrollo del pensamiento, de las
relaciones económicas no es del todo
cierto. Es un mal origen.
Este desarrollo económico lo
han analizado desde el modelo occidental capitalista, modelo que no permite si
no ver el mercado, el valor del tener,
del poseer. Valor que en la realidad
social sólo refleja riqueza y pobreza. ¿Y qué es lo que los observadores capitalistas han visto? Por supuesto más pobreza, en el sentido de no
ostentar la riqueza material según valora la sociedad capitalista. Así han
visto a los indígenas "muy pobres", abandonados, astrosos, salvajes,
primitivos, subhumanos, etc. Y si el desarrollo filosófico, esto es, del
pensamiento, es sinónimo de desarrollo económico, entonces los indígenas y los
campesinos están muy mal. ¿Aceptaremos tal teoría?. Así llegarán a afirmar que América latina
como es pobre en economía lo es también en filosofía. Y no es así.
El modelo capitalista, no
deja ver sino la ganancia, el interés, el lucro, el rendimiento económico; y
todo lo pretende medir con esa vara: la pertenencia, el sentimiento y el
pensamiento, y todos los valores que de estos troncos se derivan, como la
naturaleza, el espíritu, el sentimiento, la vida, la libertad, el conocimiento,
el amor, el poder, la trascendencia, etc. El capitalismo se origina y sustenta en la destrucción de lo
comunitario. El poseedor de dinero, de
desarrollo económico, en términos capitalistas es el que se cree con más derecho
a pertenecer, a sentir, a pensar, a vivir, a ser libre, a acceder al
conocimiento, a estratificar el amor, a ser dueño del poder, de la
trascendencia. Y así lo han hecho. La vida, la libertad, el amor, el poder, el conocimiento, el cielo,
la naturaleza, se compran y se venden. Para él todo cabe en "el mercado", como en el
mapire o canasto del gran Guaiguerri,
el Dios de los indígenas Achagua de los llanos de Colombia. La diferencia es
que el mapire o canasto de los Achagua contenía conocimientos, no dólares.
Así se ha falseado la
realidad del Ser indígena y latinoamericano. Las relaciones económicas no
solamente son al modo de las tendencias occidentales, sino que existe otra
relación económica muy propia de América
practicada por la cultura indígena. Consiste en mantener las fuentes que
lleguen a todos, y éllos mismos considerarse parte de esas fuentes, sin
arrogarse ningún privilegio. Este modelo permite asegurar los valores supremos
de la cultura, como el modo de
pertenecer, de sentir y de pensar. El fruto de ese equilibrio es disfrutar de
la vida misma. Pero qué duro y difícil sería para occidente este modelo. Habría que abolir el
dinero. ¿Cómo imaginar un mundo sin dinero?. El modelo atávico siempre nos
enseñó el intercambio, como única moneda y como señal de hermandad. Desde que
esto cesó se borraron los rasgos de humanidad de la cara del hombre.
Los indígenas en su aparente
pobreza física son felices, tranquilos, viven una vida
donde la mayor amenaza es su
vecino “El Blanco”. Los indígenas pobres
de América latina son inmensamente ricos, porque no tienen la soledad, el
estrés, la nada, el vacío, la angustia de no tener trabajo, ni la contaminación
del desarrollo. El mundo desarrollado vendrá a beber en las fuentes
espirituales y naturales de la cultura indígena; y su última sabiduría será no
destruirla, porque entonces sí que se quedarán eternamente solos. Su sabiduría
será el reconocimiento y el
restablecimiento del equilibrio, donde el miedo entre los hombres sea sólo un
mal recuerdo.
Las prácticas del sistema
económico indígena son el recolectar, el producir, el compartir, y el
intercambiar. Con la yuca brava se hace el mañoco y el casabe, elementos
infaltables en la alimentación de los indígenas de esta parte de Sudamérica.
Por razones culturales ciertos utensilios o herramientas de trabajo no eran producidos al interior de la
comunidad y debían conseguirse hacia el exterior. Por decir el Rallador de la
yuca, unas comunidades debían viajar,
para conseguirlo, hasta otros grupos que sí lo producían. Y así sucedía con
muchos productos y conocimientos. La
ruta de los petroglifos nos puede mostrar muy bien los antiguos viaductos,
usados para las prácticas de
intercambio. Los petroglifos siempre están estratégicamente ubicados; están
hechos a propósito para que los vean, para orientar al viajero. Se les encuentra por lo general en la desembocadura de un río, o en un raudal, donde es
necesario bajarse para arrastrar la canoa. Los petroglifos son
mapas que orientan al navegante acerca del
sitio donde se encuentra y por lo tanto de la ruta a seguir. Entre un río y
otro había caminos construidos y muchos de estos todavía existen y son
utilizados por los actuales habitantes. Estas rutas, por ejemplo, unían
fácilmente a un pueblo del Orinoco con
otro del río Amazonas. Por muchas circunstancias recurrentes no es
temerario afirmar que detrás del Airico existía una fuerte actividad comercial. Venían hasta el Airico
muchos comerciantes indígenas de todas
partes. ¿Qué podía ofrecer el Airico?. Oro, piedras chamánicas
o cuarzos de todo tipo, además es el espinazo donde se parte la Amazonía
y la Orinoquia, es un punto intermedio de fácil acceso a través de los
caudalosos ríos que unen el norte con el sur y el oriente con el occidente del
continente americano. Los conquistadores europeos no estuvieron muy lejos del
Dorado; inclusive algunos alcanzaron a llegar. Muchos de ellos perecieron en su
intento. En la Población de San Felipe sobre el río Guainía o río Negro, en la
frontera colombiana y venezolana, aún se pueden apreciar restos de un "fuerte" que fue
instalado por los españoles en 1.760, dotado de cañones. A estas alturas de la
modernidad, los gobiernos saben de la existencia de grandes
reservas de oro y otros minerales
en una vasta área de la selva
amazónica. Dichas reservas ya fueron estudiadas y calculadas. Es indudable que
si no se modifican las reglas del juego del mercado capitalista, esta región
será presa de las multinacionales, y
todos los planes económicos de los
países involucrados marcharán en torno a
la explotación de estos minerales.
5.
LA ESENCIA DE LAS COSAS
El indígena sabio habla con
la esencia de las cosas. Así la esencia del Ser se hace aprehensible,
cognoscible. Al conocer la esencia de las cosas, puede llegar a ellas,
transformarse en ellas, asumir sus propiedades.
Un Chamán indígena al conocer
la esencia de los animales puede convertirse en tigre, salir por ahí, salir a
cazar. Usa las habilidades del tigre para procurarse comida, o desplazarse a un
sitio determinado, puesto que con su cuerpo humano, ya envejecido, le sería muy
difícil. Igualmente conoce la esencia de la planta para hacerse a sus
propiedades; por eso sabe cuál utilizar y cómo utilizarla para determinados fines terapéuticos.
El Ser así visto se
manifiesta a través de todo lo que existe; las cosas son manifestaciones del
Ser que encarnan. Aprehender la esencia de la vida es trascender; es superar la
muerte física. Los indígenas se preparan para seguir viviendo eternamente, por
eso siempre llevan a sus tumbas, como símbolos, sus cosas más queridas. De
igual manera existe una esencia del Ser que se autopiensa. Dicha facultad no sólo se identifica a través del hombre,
sino en todas las cosas. Esta visión confísica, totalitaria hace del Ser un
protagonista presente en la vida de los indígenas; proporciona el respeto, la
consideración cuidadosa a cada cosa, a cada fenómeno, a cada manifestación del
Ser. Así el Ser es una solución a todas sus inquietudes físicas y no físicas;
sirve para algo.
6.
LA
VALORACIÓN INDÍGENA
El desarrollo de la cultura indígena debe partir de la
valoración indígena. Todo plan de desarrollo debe considerar éste aspecto; de
lo contrario será seguir buscando al ahogado río arriba; alimentar la
hostilidad, la amenaza, la desconfianza, desperdiciar recursos, "perder
tiempo".
Todo plan de desarrollo o
proyecto en regiones indígenas que no considere la axiología indígena será
antihistórico. Este planteamiento es válido
para las demás culturas;¿Qué valores específicos mueven la cotidianidad
de los indígenas?. La columna fundamental de la axiología atávica está conformada por la pertenencia, la sensibilidad y el pensamiento. La casa (el
territorio con los sitios), el sentimiento y la consciencia de ser
transcendental, lo hace incluído en una organización (comunidad) universal.
Estos tres ejes fundamentan la axiología
indígena. Lo bueno está dado por la
cultura; y la calificación está dada en que el acto o el objeto siga las leyes
confísicas: naturales y espirituales.
De la alimentación se
desprenden innumerables actos, como cultivar, recolectar, pescar, cazar, etc.,
que serán buenos siempre y cuando apunten al objetivo de alimentar, conforme
fue hecho por los dioses creadores y formadores de la cultura. El cómo, el
cuándo, lo toman de la observación
natural; siguen el ejemplo de la naturaleza, que está afectada compuesta y regida por las acciones primordiales.
La fiesta siempre se hace en la cosecha. Ofrecer los alimentos, tenerlos, es bueno, da
prestigio. Una casa humeante, donde el fogón esté prendido, y se respire el
aroma de los alimentos es una casa importante; es ambiente de vida, de fiesta,
y debe ser un hecho de mostrar, de ahí que se comparta con el mayor número de
personas vecinas posibles. Hay una ley cuando se come: dar al que mira.
-
Y usted hasta cuándo
reparte?.
- Hasta
donde mi ojo alcance.
El valor principal es la
alimentación, por ello se muestra con
orgullo como un trofeo, y que produce
como efecto el compartir; que en este caso
causa como efecto la solidaridad, por el efecto de haber realizado o conquistado el valor principal que es poseer
alimento. Los que así compartieron en
los tiempos primordiales, dicen los Piapocos, subieron al cielo, allá están convertidos en
estrellas; eso lo hizo todo el grupo de hermanos, encabezados por Chamani
el hermano mayor; pero Bolotomi, una
hermana, se retiró del grupo a comer sola, no quiso danzar con los
hermanos. Ella se quedó y por eso le dicen la mezquinosa, la avara, la que no
comparte. Ella es la estrella polar, la que se quedó sola, lejos de sus
hermanos. Fue castigada; condenada a vivir sola. Bolotomi causó los inviernos.
Los hizo para tapar los peces. Por eso en
el pleno invierno, cuando el nivel de las aguas es máximo, es muy
difícil pescar, la alimentación escasea. En esa época del año, en medio del frío la comunidad recuerda a
Bolotomi. A las muchachas cuando tienen su primera menstruación les aconsejan mucho que no sean mezquinosas.
Las abuelas les preparan remedios para que no salgan como Bolotomi; al
contrario, deben ser generosas y compartir. Cuando matan danta hembra le hacen
meter la mano a la muchacha por el órgano genital del animal; así, cuando prepare los
alimentos, siempre le alcanzará para
todos, le rendirá mucho.
En este mismo sentido, el
hecho de poseer una parcela cultivada es prestigioso, así como recolectar los más
abundosos y mejores frutos silvestres, o cazar un animal de sabrosas carnes o
pescar los mejores y mayores peces. El valor
no está en el trabajo, sino en el objetivo; en éste caso, la
alimentación. Por eso el trabajo no es un valor al modo occidental, para los
indígenas. Si en una hora obtienen la alimentación que necesitan para el día,
no trabajarán más. Los capitalistas
califican éste hecho como de
pereza, de ineficiencia. Y en verdad que es muy común oír decir a algunos blancos, que indígenas que los indígenas son flojos, perezosos, que no trabajan, etc. Los
indígenas no tienen a su madre, la naturaleza, como un objeto para volverlo
plata; son verdadero hijos, amorosos, élla los alimenta.
Tener hijos es un valor
fundamental en la cultura indígena. Una mujer sin hijos es desprestigiada. Los
hijos se constituyen en un objetivo principalísimo. El cómo, el modo, es
importante y no es arbitrario. Todo hecho moral que se desprende del modo, de tener
los hijos, como las relaciones entre los
sexos, la edad, el matrimonio, etc., son no son secundarios. Cuenta el conjunto
de los hechos morales de tener un hijo.
Una joven que recién ha iniciado la menstruación y que resulte
embarazada, a temprana edad y se constituya en madre soltera es motivo de preocupación y desajuste social.
Las relaciones sexuales, los embarazos son un problema de conciencia moral. Lo
son con mayor veraz los hijos; no tenerlos es hecho de preocupación moral; perderlos, saber que son maltratados, que
sufren, que mueren. La muerte de un hijo es el dolor más grande que pueda
sentir una madre, un padre, un hermano indígenas. Si es una muerte natural y obvia la aceptan con dolor; pero si hay
sospechas que fue homicidio, no perdonan. No hay muerte buena; esta es producto del
mal.
La territorialidad es la
consumación de la pertenencia. Es el espacio obligado y necesario para ejercer
los valores anteriores. Es un valor de primer orden y se luchará por él. Debe
hacerse visible, tangible; por eso es marcado y mostrado; los demás grupos
deben saber dónde empieza y termina el territorio. El territorio es una propiedad
colectiva hacia dentro del grupo, pero privada hacia fuera del grupo.
Los grupos exógenos, vecinos, sabrán que ese territorio demarcado es de alguien, tiene propietario. Es la conjugación
de los principios individuales y colectivos.
7.
UN SER
TRASCENDENTAL
El entendimiento es la medida
de la censura, de interpretación: del escándalo, de la
admiración, de la sorpresa, de la reflexión o la indiferencia.
He aquí una diferencia con
algunas costumbres de la cultura occidental, donde generalmente al niño se le
excluye de la conversación de los adultos: "No se meta que esto es tema de
adultos"; "estamos hablando los adultos", etc. Donde hay temas vedados,
palabras vedadas, el niño crece con un sentimiento de tabú, de secreto, de que
se le está ocultando algo.
La conversación indígena es
directa, libre, sin hipocresías, son libre-conversadores; ¡sí que existe la
libertad de expresión!.
La cosa o el asunto menos importante para un No-indígena, recupera entre éllos
toda su dimensión y trascendencia.
Son ceremoniosos. Todos sus actos, el comer, el pescar,... parecen una
ceremonia, por el cuidado y el detalle que ponen a todo.
La persona No-indígena comúnmente
cataloga al indígena de callado, de introvertido, de
retraído, de silencioso, porque ese es el resultado del diálogo
indígena con el occidental. Así el diálogo se convierte por parte de los
indígenas en respuestas cortas,
generalmente monosílabos: sí, no, ah, bueno, etc.; y por parte del No-indígena
en un interrogatorio, o una larga
exposición de lo que deben ser las
cosas. Esto debido a que hay dos
trascendencias diferentes, expectativas diferentes, valoraciones
diferentes, lenguajes diferentes, etc.
Hay indígenas que se equilibran y se ponen en posición de los No-indígenas y
dialogan con él, y llegan a comprenderlo. Igualmente el No-indígena debe
equilibrarse y ponerse en posición del indígena y entrar a su diálogo; sólo así
podrá conocerlo y ser conviviente con él. Hay que empezar por aprender su
lengua.
1.
EL
CALENDARIO INDÍGENA
Para comprender mejor el
pensamiento indígena es necesario conocer en qué consiste su cotidianidad. A
continuación se ilustra esta situación
con hechos y temas que la conforman. Se
toma como marco de referencia a la
comunidad Piapoco, o Chase, del tronco lingüístico arawak, del suroriente de Colombia, cuyas
características, estoy seguro, son análogas a la mayoría las comunidades
indígenas de la amazonia, en Suramérica.
El siguiente calendario
está basado en las lluvias, y en torno a este hecho giran
todas las actividades cotidianas.
PRIMERA
LLUVIA. Llamada Chamani, se presenta en el mes de
abril. Esta lluvia hace volar las hormigas
bachacos o culonas. La comunidad se alista a recolectar estos
insectos para el alimento. Ese primer día comen las hormigas, crudas o
tostadas; al siguiente día en la madrugada, todos se van a la laguna o al río cercano y empiezan a golpear las aguas y a gritar; eso lo hacen
como a las tres de la mañana, "antes
de que pase Cusai Irru (tumor-abuela, como la Abuela de los
Bachacos, que produce la enfermedad por
comer Bachacos)". Cuando
escuchan que pasa por el aire un ruido
como de un cucarrón, dicen: "allá va Cusai Irru". Entonces es
la señal de que ya pueden salir del agua. Eso lo hacen para que no les haga
daño el haber comido a los bachacos y los que comerán
posteriormente. En abril los bachacos vuelan bajito, esto quiere decir que no
salen muchos. Hay que esforzarse un poco
para conseguirlos.
Chamani
aparece en el cielo; allá todos lo pueden ver, en las estrellas. En los
relatos tradicionales es el ayudante y hermano mayor del principal brujo llamado
Makavali, el dueño de los rituales chamánicos y del conocimiento
profundo.
Chamani
aparece como un círculo de estrellas. Los peces suben a
desovar adentro de los caños. Pero no todos los peces; suben las
guavinas, las mojarras, el aguadulce, el pavón,
las cuchas. Los loros, las guacamayas, los periquitos, el arrendajo
pequeño, ponen sus huevos.
Todavía no se siembra, porque
no crece bien, y le "cae gusano" a las matas. De abril hasta
agosto no se siembra; porque los antepasados hicieron así. Estuvieron
descansando.
Todas las iguanas, terecayes,
chipiros[1],
cachirres, pequeños, salen de sus huevos y buscan el río. En esta época la
gente pesca, preferentemente en los caños; no en el río, ni en la laguna.
Comienza a florecer el árbol de Sasafrás, de madera fina, buena para construir
casas y canoas. Su pepa madurará y caerá en los meses de junio y julio. Llegan unos pajaritos llamados Chamani ipirrinai,
o pajaritos de Chamani. Son muchos, vienen en bandadas, se conocen por el ruido
como un silbido.
SEGUNDA
LLUVIA. Macavali. Llega en mayo. En la historia tradicional es el hermano
menor de Chamani; y es el dueño de la
iniciación chamánica, es el primer brujo o Chamán. Otra vez sube el nivel de las
aguas. Vuelven a volar los bachacos; pero esta vez vuelan más alto, se cogen más. También llegan otros
pajaritos en cantidades, miles, son
los Macavali ipirrinai, o
pajaritos de Macavali. Su sonido es como
cuando se golpea un martillo contra un
hierro "tic".
Con esta crecida del
río, salen a desovar el valentón, el dorado, el bagre, la
cachama, los chillones, los bocachicos. Se mueven de adentro de la laguna hacia
la bocana del caño que la une con el río. Ahí en la bocana, en las orillas,
entre las matas subacuáticas desovan.
Ahí se escuchan muchos ruidos. Ahí
llegan los abuelos de los peces, al Pirasemo, a la fiesta de la
subienda. Ellos llegan con sus coronas, sus maracas y todos los vestidos e instrumentos, y los riegan
por toda la casa: Los peces que sacan
los indígenas no son los verdaderos peces, "los abuelos", sino
los instrumentos o elementos que regaron
los abuelos en la fiesta.
En la noche la gente puede
mirar a Macavali en el cielo, parece una cometa o barrilete con cola. Es
la Osa mayor. Tampoco se siembra. Ya se consiguen pichones de loros. El sitio
de pesca se muda para las bocanas de los caños. El que conoce a Macavali no aguanta
hambre.
TERCERA
LLUVIA. Llamada Chamana ivesa. También cae en mayo.
Equivale al maxilar inferior de la boca del caimán. Así se ve en el cielo. Es
el mismo Tauro para los blancos. Vuelven a desovar los peces de abril y mayo.
No se corta madera para las casas.
CUARTA
LLUVIA. O Cavainalu. Dueña del baile. Cae en los
últimos de mayo. Es la hermana menor de Chamani. Originó la menstruación de las
mujeres. Otra vez desovan los peces grandes.
QUINTA
LLUVIA. Macuchuiri, o
Capuyali, el sin pierna. Cae en los principios de junio. Es para el último desove de los peces. En esa
época siempre se mata valentón y dorado, en la bocana. También desova el
chillón grande. Macuchuiri y Maduedani, dirigían el baile. Capuyali es el primer maestro de embarcaciones y elementos relacionados con la navegación.
También se le conoce como Macubépírimi.
SEXTA
LLUVIA. Bolotomi. Llega en julio. Se mira en el
cielo como la estrella polar, vespertina.
No es un aguacero sino una llovizna pertinaz. Es el pleno invierno. Los
ríos están crecidos y desbordados. Hay escasez de alimentos. Los cazadores expertos buscan las terrazas o
sitios altos, refugio de animales de carne; y los pescadores se proveen en los
campos donde el árbol de sasafrás
florece.
El árbol de sasafrás ha madurado sus frutos;
vienen las aves a comerlos y a tumbarlos, las palomas, las pavas, los paujiles,
los loritos, los micos; comen la corteza amarilla de la pepa o semilla.
El Bocón y el
Morocoto, peces de escamas, de sabrosas carnes, vienen a comer las pepas de sasafrás. Después las
sembrarán en todo el territorio de los
rebalses. Si se mata a todo el Bocón y el Morocoto, se acaba el sasafrás. Y si
se acaba con el sasafrás, disminuirá la comida para estos peces, y
también para los otros animales que las comen.
El relato tradicional dice
que Bolotomi era una mujer mezquina, tacaña. Cuando sus hermanos danzaban para
hacerse livianos y alcanzar el cielo, élla no bailaba y prefería ir a comer;
cuando le pedían algo, no lo daba. Por eso sus hermanos se fueron sin esperarla
y la dejaron a parte. Es tiempo de escasez. Bolotomi es la dueña del gran
invierno, la que desborda los ríos. Es llovizna pertinaz. La gente está recluida en sus
casas. Los hombres salen a buscar carne de monte, cacería en las islas que
forma el invierno y en las partes de terrenos altos, refugio de los animales.
SEPTIMA
LLUVIA. Upijí ívitami. Es la nasa o trampa como embudo
para atrapar el pescado. Llega en agosto. Se ve en el cielo, como un tubo
angosto en uno de sus extremos.
Vuelan las hormigas que viven en los huecos de los árboles o troncos; una clase de
comejenes, e insectos parecidos a las hormigas. "El río cabecea
definitivamente hacia el verano"
Merman los caños y quedan
muchos peces atrapados en pozos o rebalses. Hay abundancia de pescado. Es la
primera merma. Los animales también vienen a comer pescado a esos pozos.
La gente dice: "los viejos
antiguos vuelven a trabajar".
Es tiempo de siembra. Con Upijí ívitami se parte el calendario anual. Desde Chamani a Upijí
ívitami se completa el primer
ciclo del calendario, que corresponde al
invierno, desde que nace el invierno hasta que empieza a morir. El segundo
ciclo que se inicia justo cuando las aguas merman en la séptima lluvia, es el
verano.
La palma de seje grande empieza a producir
frutos. Hasta noviembre hay de este fruto. Se prepara y se utiliza como bebida,
y para sacar aceite. El seje es una bebida muy apetecida; sobre todo revuelta
con mañoco, es bebida muy exquisita. Los
hombres recolectan sus frutos, como racimos de corozos, ascendiendo por los
tallos. Las mujeres preparan la bebida de la siguiente manera: cocinan las pepas, a medio hervir, en un
recipiente con agua, sólo hasta que ablande la cascara de la pepa; si se le
calienta más de la cuenta, o más del
punto, se daña. Luego pilan las pepas para removerle la cáscara.
Revuelven con agua limpia y lo pasan por un colador, donde sale la bebida lista, libre de residuos.
También se siembra yuca; y
cosechan la sembrada en el agosto pasado. De aquí en adelante se inicia el ciclo de merma del agua que
culmina con la merma máxima en el verano. Las lluvias se refieren también a la
desaparición de las estrellas. Cuando
esto sucede los indígenas dicen: Se llovieron las estrellas.
Veamos algunos acontecimientos que se producen, en
la marcha hacia el verano y al encuentro nuevamente con la primera lluvia;
habíamos quedado en agosto:
UBE
IKERRE, tiempo de la Matamata, especie de
tortuga, sale a poner los huevos, en huecos que hace en la tierra de los
barrancos orilleros. Se inicia en septiembre. En octubre la Matamata, pone de
nuevo.
BACHALA
IKERRE, tiempo del Chipiro, especies de tortugas pequeñas,
de caparazón negro, salen a poner. Buscan las cabeceras de los caños, y salen a
la tierra, como a unos cien metros de la orilla. Corresponde al mes de
noviembre.
CHAMANALI
IKERRE, tiempo de la iguana. Las iguanas salen a poner en las playas
recién formadas. Salen las ribazones, o
sea, cantidad de peces de las lagunas hacia el río. Los peces cazadores están
al acecho en las bocanas de los caños. Corresponde al mes de diciembre. Los
hombres inician la tumba para el nuevo conuco o chagra.
ALA
IKERRE, tiempo de la Terecay. Las tortugas terecayes ponen sus huevos en
la arena de las playas. Se inicia la
cosecha de chontaduro o pupuña. Es el mes de enero. Se inicia la quema donde sembrarán la yuca brava.
ULERI
YASU CAMUI, calor de verano. Corresponde a los meses de
febrero y marzo. Se prepara el terreno
para la siembra; en febrero se quema, marzo
es dedicado a la siembra del conuco, chagra o sementera; esta siembra puede
durar hasta mediados de abril. Los productos más importantes de la parcela son
la yuca brava, (Manihot Esculenta) con la que se hace el mañoco y el casabe,
alimentos básicos; el ají, la caña, el chontaduro, la piña, y algunas plantas
medicinales. Comienza la cosecha de Seje pequeño, y dura hasta mayo. En marzo
hay cosecha de la yuca sembrada el año
anterior. Con Uleri yasú Camui, termina el verano, y se inicia el invierno.
La práctica de la agricultura
entre los indígenas es rotativa en cuanto
a la utilización de terrenos. Generalmente cada año se siembra en un
sitio ;, generalmente de una hectárea o dos; así la tierra se regenera
naturalmente y la cosecha es de buena calidad. Esta rotación trae como beneficio práctico la presencia
constante de alimento, durante todo el año, debido a que mientras crece la sementera nueva, se van alimentando de la
sembrada el año anterior la cual ya tiene la yuca en producción, el ají, etc.
Así mismo las sementeras de hace dos o tres años aunque enrastrojadas, aún
producen beneficios alimenticios como pepas de chontaduro, plantas medicinales
o industriales. La cotidianidad indígena
es regida por este calendario; el tiempo de duración de cada evento es calculado por la aparición de los astros.
Es un calendario preciso y
muy útil, que involucra a todo el
ecosistema comunitario, su cultura material y espiritual. Es un calendario
diacrónico y sincrónico a la vez; comprende el
Eriidabacatáiba, o día primero, o el tiempo primordial, o el
principio, y el tiempo presente. Es
un calendario del cielo y de la tierra.
25.1 EL CIELO DE
UALIPERRI, EL INICIO DEL VERANO
Como bebiéndose el agua
del inmenso río, se asoman al llegar la noche las estrellas waliperri, las
estrellas pajarito de los curripacos.
¡Ayúúú ! exclama entusiasta, el anciano aborigen al ver las titilantes luces y dice a
su gente:
Ya empieza el verano, porque
las waliperri se están bebiendo el agua en la noche. Se destaparán las playas, desovarán las tortugas,
el sol reverberará sobre las arenas, las estrellas se saciarán con el agua del
mundo; y después se lloverán en abril para hacer crecer las plantas.
¡Alisten las tierras
para la siembra todos los curripacos, den gracias a Iñapirrikuli, el creador por
las estrellas pajarito!
Ualiperri es una
palabra en idioma curripaco. Es el nombre para
el conjunto de estrellas conocidas como Osa menor.
Los indígenas curripacos nombran
así las figuras del cielo
que conforman su zodiaco:
1. Ualiperri. Osa
menor. Verano.
2. Upichina. Boca de
Caimán. O Tauro. Verano.
3. Murevanai. Osa
mayor. Verano.
4. Ualiperri Nucje.
5. Daca.
6. Manapani.
7. Durrunai.
8. Durru Nucje.
9. Marian (cuello de
garza. Equivale a la cola de Umavali o la serpiente de 7 cabezas.
10. Marinai. (Cabeza de
Umavali). Marian y Marinai juntas conforman la constelación de escorpión. Es el
mismo Máwari o Umawali.
11. Maricamada.
12. Macuapidani.
13. Aridari.
14. Ayanén.
26. SANIDAD
26.1 CREENCIAS Y COSTUMBRES
En la comunidad atávica hay un camino, como retrete.
A la entrada de ese camino permanece un palo con punta, una estaca, a la vista.
La persona lo coge y se interna por el
monte; hace su hueco y ahí coloca sus deposiciones; lo tapa y vuelve a dejar el
palo donde estaba. Existen brujos o kamaliqueris que les gusta hacer brujerías
con el excremento. Por eso hay que taparlo. No se puede dejar eso por ahí.
No se puede usar la chagra o
sementera como retrete, porque se daña la cosecha. Si usted se orina en el sitio de pesca se
ahuyenta el pescado. Cuando van a pescar en sus canoas, y llevan un niño, le
advierten que avise cuando vaya a orinar, para arrimar en la orilla.
Los dientes los lavaban con arena
de caño, blanca fina; usan el dedo como
cepillo. La mamá, cuando está en embarazo, guarda una dieta para que no se le
caigan los dientes al niño. Esta dieta
dura un mes. No puede comer mamíferos como el Cafuche, la danta y venado; ni pescados como el caribe, payara
o rayado.
Apenas nace el niño le rezan a la mamá el ají; porque el ají trae un
gusanito que es el que se come la dentadura. El dueño de los dientes es el gusanito del ají. La sal tiene otro dueño que es el caracol.
Esto quiere decir que a los dientes se los puede comer el gusanito del ají, o
el caracol de la sal. El ají rezado es untado en la lengua del niño. Rezan el
ají rojo y grande, es el ají especial para la dentadura; así no se enferma el
niño y crece con ese color rojo; bien alentado.
El Carayurú es usado para pintarse el cuerpo, como un cosmético, para
adornarse en los bailes. Rezado es para
protegerse de los Máguari (o Mawari),
animales- espíritus; a los niños se le unta en las mejillas y rodillas; los
adultos en las mejillas. Es un bejuco. Lo siembran cerca de la casa. Es el cordón umbilical.
El jabón se sacaba de un árbol. Usaban la cáscara raspada. El árbol es
un guamo silvestre, de tierra firme o alta; crece donde no hay inundación. Sus vainas son parecidas a
las del Yopo. No se comen sus pepas.
Para protegerse los pies
contra la picadura de animales
rastreros, como las culebras, las hormigas Yanaves, las arañas y otros animales
ponzoñosos, se toma el jugo de un bejuco. Este jugo se convierte en una persona o espíritu que vive
en el dedo gordo del pie. Los pelos del dedo gordo son las antenas de ese
espíritu. Así no lo pican los animales del camino. O en caso de que piquen no
duele mucho; no es grave. Ese jugo es como una vacuna.
Cuando a una persona lo pica la
Raya se cogen lombrices y se entibian en agua. Esa picadura duele mucho. Se
mete el pie ahí. Dicen que la Raya es
una mujer. A los niños se les prohíbe ponerse atuendos de mujer, porque cuando
estén grandes los pica la Raya. Contra
la Raya, también se usa la cáscara de un árbol. Se raspa. Las frutas se comen,
son como las guayabas. Se tibia la bebida y se toma un poco antes de meter el
pie.
26.2 CONOCIMIENTOS POPULARES.
Los que son de conocimiento general, los que puede
practicar un padre que cuida a su hijo, o el cazador que sale a un viaje,
etc. La mayoría de estas prácticas se
refieren a las creencias populares o agüeros. Conocimientos extraídos de los
relatos tradicionales o de las historias de los abuelos. Veamos algunos
ejemplos:
El Kúvai miró a la gente que estaba muy pobre. Entonces les trajo un
tabaco llamado Paiuaua, brillante como oro y estaba vivo. "Fúmelo. Cuando lo chupe usted va
a saber muchas cosas". Cuando el hombre Piapoco lo recibió, el tabaco se
movió en su mano; se asustó, le tuvo miedo y lo dejó caer. Kúvai dijo:
- Bueno, usted ya perdió la oportunidad de saber muchas cosas. Después
llamó al Sikuani. Y éste sí lo hizo
bien. Por eso éllos saben muchas cosas. Los Piapocos los llaman Uuaiba. De los Uuaiba es que se originaron
los blancos, porque también saben muchas
cosas. Los Piapocos llaman a los blancos
Uaueimi.
El Piapoco quedó pobre. Kúvai le
dio otra oportunidad y le dijo:
- Esta noche vengo con agua; y
cuando se bañen, van a durar mucho tiempo; no van a envejecer. Esa noche hizo mucho frío. No tenían con qué arroparse. Se
acostaron enroscados, unos contra otros. Kúvai llegó y dijo:
- Eeeey, vengan a bañarse- Los
Piapocos no contestaron porque tenían mucho frío. La iguana sí contestó y la
culebra; esos eran gente. Lo mismo hizo el árbol quíchari, árbol duro que sirve para
hacer las puyas o las puntas de las flechas. También contestó Chamaiderianí,
que sirve para remedio contra los barros y las espinillas; se raspa la
cáscara y suelta agua; con esa agua se baña la cara. Bueno, también contestaron
todos esos animales a los que se le les
cae la piel y pueden cambiarla.
La manteca, o grasa del cuello de la danta es muy buena para mantener el
cabello negro. El que se unta de esa manteca no le dan canas, ni de viejo.
El aceite sacado de los frutos de la palma de seje, es
muy bueno para la tos.
Cuando se mata oso palmero hay
que repartir a todos los que
aparezcan para evitar que salgan mezquinos o verrugas en la piel.
[1] Chipiro: tortuga pequeña.
Cuando se comen hormigas Bachacos o culonas hay que bañarse en la laguna
en la madrugada, para evitar que
aparezca el coto, abultamiento en la nuca, u otros tumores grandes.
El que rasgue un pedazo de la
torta de cazabe antes de retirarla del fogón,
cuando tenga un hijo probablemente le saldrá con un defecto en la boca.
El que ponga el cazabe que come, en los pies, mientras come acurrucado,
el hijo le puede salir con un pie
torcido.
Quemar concha de morrocoy cuando hace relámpago. Así no le cae rayo.
Es malo mirar adentro del sebucán. A las mujeres cuando estén embarazadas les puede crecer
demasiado el vientre
Bañarse en la laguna con la menstruación es molesto para el Umavali, espíritu del agua,
o para el Chavalivali Dueño de la
laguna. Puede enfermar o matar a la mujer.
La mujer que come tubérculos o
plátanos que se forman juntos, o crecen pegados, puede tener más de un hijo en
su parto.
Cuando matan Danta hembra hacen
que las niñas la palpen, metiendo la mano por el órgano genital del animal; de esta manera
cuando se case siempre le alcanzará la comida cuando reparta; le rendirá.
La mujer no puede comer en la hamaca, porque cuando esté embarazada, se
le puede morir el niño; se le "enreda adentro", con el cordón
umbilical.
Cuando llueve con rayos, hay que
subirse a la hamaca de cumare; porque
a la palma de cumare nunca le cae rayo.
La placenta de las parturientas no se puede tirar al agua, porque eso no le gusta al Dueño del
agua. Se le aparece en forma de hombre
hermoso y la enamora hasta que se vuelve
loca. Hay que enterrar la placenta.
El hombre cuya mujer está en embarazo no puede ser el primero en probar la chicha, porque se
corta la bebida o se daña. Tampoco la puede probar la mujer en menstruación.
Cuando matan a la mosca llamada Golosa,
de color verde, ya llena de sangre, quiere decir que va a haber comida, o
suerte. Esta mosca chupa la sangre, pero la persona no siente; solamente cuando
ya se va o se dispone a irse es que se
empieza a sentir la comezón.
Cuando el tucán canta es porque
está pronosticando la lluvia o la
viudez. El Tucán tiene dos canciones, o sea, dos maneras de cantar. Si canta de
noche es porque está anunciando una muerte de persona.
Si el pájaro Chicué canta de noche es que se va a morir una persona. Si lo hace de día, sólo anuncia alguna noticia.
La mujer no se puede sentar en
concha de morrocoy porque cuando esté embarazada su bebé no saldrá rápido.
No pisar el budare. Le puede picar la Raya.
El hombre no puede comer en el chinchorro, porque cuando vaya de cacería
detrás del animal, se enreda y se cae.
Norma de salubridad, en relación con el médico y el paciente:
El médico antes de ver
al paciente debe hacerse liviano(ayuno material y espiritual, librarse de
cargas) ha debido abstenerse de relaciones sexuales tres días antes. Una
mujer con la menstruación no puede mirar
a sus pacientes. Un paciente no puede ser colocado junto a mujeres con la
menstruación. Esto es más notorio en
pacientes mordidos por serpientes venenosas.
Otras normas son:
Se prohíbe llamar a un abuelo por el nombre. Hay que decirle
"Abuelo", "Abichi". Si el abuelo se llama Pirimisí (árbol de
ceiba), no se le puede llamar "Pirimisí";
el nieto debe decirle Awichi.
Cuando llega la primera menstruación la muchacha recibe todos los
consejos sobre la vida sexual y su
comportamiento en la vida de adulta.
Cuando llega visita a la casa, no se debe reír, sino preparar yucuta,
ofrecer algo de tomar. La yucuta es la bebida de agua con mañoco.
Para casarse debe venir el papá del joven a hablar con los padres de la muchacha.
26.3. SABERES MEDIANAMENTE PROFUNDOS.
Antes que el niño pruebe comida de sal por primera vez, hay que rezar el
pescado para que no le haga daño en lo sucesivo.
En abril y mayo, cuando vuelan
las hormigas bachacos o culonas, antes de comerlas se debe bañar la persona en la madrugada,
porque si no lo hace le salen tumores.
Cuando va para el monte untarse con el chicle de la palma cucurito para que la culebra no lo
muerda, para que se quede dormida.
26.4 AUATÚ INUMÁ. O BOCA DE
LECHUZA. PLANTA MEDICINAL
Yo tomé auatú inumá, en tierra
de los Piapocos. Me lo dio mi propio suegro. Llegó con una raíz, larga como
bejuco, y habló con mi señora, en
su lengua. Le decía: " ráspelo
hacia abajo y lo pone a cocinar; pero no
mucho, apenas medio tibio; así como
preparando Seje. Lo bajó del fogón y lo pasó por una tela a manera de colador
para librarlo de residuos. Era la raíz de un bejuco.
- Tómeselo todo de una vez. Era
una bebida verde oscura, y produce en la garganta una sensación carrasposa. Apenas era la hora de levantarse.
En ayunas es que hace provecho; antes de que coma algo. Y prepárese para
vomitar, porque este remedio lo pone a hacer como la lechuza que vive abriendo el pico como para vomitar y
dice "buío - buío "; y así fue. Ese día estuve haciendo como la lechuza. No
me dio tiempo de nada; el vómito fue inmediato. Boté hasta la última gota
de lo que pudiera tener dentro del
estómago.
- Cuénteme del auatú inumá, suegro. Le dije.
- Eso es bueno contra la mirada
amarilla; para esos que tienen los ojos amarillos y mucha debilidad. El auatú
inumá previene todo eso; y si ya lo tiene, lo bota. Eso es un purgante que
es bueno tomarlo; limpia el hígado. Así usted no se va a enfermar. Va a estar
bien.
Todo el día estuve con aspereza
en la garganta y dolor en la boca del estómago por las contracciones al vomitar.
La lechuza a la que se refiere el remedio es de la especie
pequeña. Cuando oscurece se baja de
los árboles, al suelo. Su canto onomatopéyico es "buío". Esta ave es
diferente a la que emite el
sonido "currucutú". A esta los indígenas Piapocos la llaman Támaracoco; es grande, su plumaje lleno de
pintas, saraviado; y siempre está mirando hacia arriba.
26.5. ORACIONES
Las que requieren invocación y mediación de los Dueños o espíritus primordiales.
Colocaremos a manera de ejemplos algunas prácticas, de rezos u oraciones de un Chamán Piapoco:
a) CONTRA LOS ATAQUES
CON ARMAS DE LOS ENEMIGOS.
Piá Achacabiri yé. Usted Achacabiri, pez, espíritu
jefe.
Taki, Taki yé Que cierra los
cachos, que tranca.
Piá pucha cabiri yé Usted que es pegante.
Chada, chada yé Pegante, pegante
Piá Purnaminali yé Usted Purnaminali
Imainisiale yé tiene la cuerda pegada
con peramán
Chada, chada yé Pega, no suelta.
Invoca un ser del agua,
Dueño del agua. Una especie de Terecay en el agua; e invoca a Purnaminali,
Dios de las armas, héroe protector y
sabio.
Pucha es el pegante, al
tocarlo no lo suelta. Imainisiale es una cuerda preparada o untada con
el peramán o pegante de Purnaminali.
b)
CONTRA LAS HEMORRAGIAS.
Aua
chuluminé bachiné uituné
Chuluminé,
chuluminé, chuluminé
Bachiné
Carató,
carató, carató
Bachiné.
Ororí, Ororí, Ororí
Uituné.
Un Dios que cierra; un
ser que no tiene sangre; una especie de sapo que no tiene sangre, Dueños
primigenios.
c) CONTRA LA MORDEDURA
DELA SERPIENTE RIECA.
Na cayamené didí
Na chicabali didí
Na colocotó didí
Na culalí didí
Na querabiró
Na jonadí jai bemá
Sopla en la cabeza y/o en la rodilla. El
Chamán indaga si ya el dolor ha bajado al sitio de la herida. Si es así,
continua diciendo:
Na cayamené didí
Na chicabali didí
Na colocotó didí
Na culalí didí
Na querabiró
Na jonadí jai bemá
Na chuchulí.
Hace el ademán de
chupar la herida y escupe.
Nombrando una clase de
culebra.
Nombrando una
clase de culebra Rieca
Nombrando la tripa de
la culebra
Nombrando el veneno de
la culebra
Nombrando el dolor
Nombrando el sonido de
la culebra
Sacar o jalar con
viento.
d) CONTRA LAS
PESADILLAS, PROVOCADAS POR BRUJOS.
Nuepuadacá pichuculuni
Nuepuadacá pitaimalé
Nuepuadacá pichuculuni
Nuepuadacá pitaimalé
Nuepuadacá pichuculuni
Nuepuadacá pitaimalé
Después sopla con
fuerza entre sus manos. Este rezo se hace a media noche y a medio día.
e) CONTRA LOS ATAQUES DE
EPILEPSIA
Un epiléptico es una persona que muere y resucita.
Se reza el agua para dar de beber
al enfermo, con la siguiente oración:
Irriáviri querru,
querru iyei.
Piziáviri querru,
querru iyei.
Tabáviri querru, querru
iyei.
Quesúviri querru querru
iyei.
Quesuáviri querru,
querru iyei.
Simurruculiáviri
querru, querru iyei.
Muculiáviri querru,
querru iyei
Jipiáviri querru,
querru iyei.
(Se reza en la corona y se sopla
para que entre en la cabeza. 3 veces mínimo. Se sopla de los nudillos de
las manos hacia arriba).
CONTRA LA LOCURA AGRESIVA:
Aua itui (3 veces) Ojo de águila,
Piru, piru cami (3 veces) no está quieto.
Dureba itui (3 veces) Ojo de loro,
Piru, piru cami (3 veces) no está quieto
Leva, leva caní (3 veces). (?)
Sopla el agua
Vuelve y dice la
oración
Sopla el agua
Vuelve y reza la
oración
Sopla el agua.
Se da de beber el agua
al enfermo y se le moja la cabeza con
dicha agua. Durante cinco días.
27. EL YOPO Y EL YAGÉ.
Otras prácticas de sanación requieren un conocimiento profundo. Son rituales mediante el cual se
invoca al ser superior, para que se haga
presente. En este caso el Chamán se convierte en un médium. El Yopo y el Yagé
son elementos que propician la comunicación entre el Chamán y el Dios
invocado. Yuba, es el nombre que los Piapocos le dan al Yopo, es un
polvo vegetal.
Cuando la enfermedad física o mental es provocada por otro brujo, el
Chamán debe recurrir a los antepasados en busca de ayuda; es cuando utiliza el
Yopo o el Yagé. El Chamán Piapoco acudía a Kúvai y a sus ayudantes, a Makavali,
el Dueño de la iniciación chamánica, y a
Machuludani, Dueño del Yopo.
El Yopo es una planta de la cual se hace un polvo alucinógeno. Se usa inhalándolo por la nariz,
por medio de un tubito, bifurcado en
forma de yé en la parte superior, hecho generalmente de la pata de la
garza morena. Este tubito recibe el nombre Siripu en idioma Piapoco.
Es para comunicarse con los antepasados, con fuerzas primigenias, y para
ello hay que tener condiciones y estar preparado. Hay personas que
quisieron ser chamanes de Yopo o Yagé,
pero fracasaron, porque no resistieron las visiones, la mayoría terribles
pruebas contra los nervios, etc. Cada
persona pertenece a un dueño de la
naturaleza; de acuerdo a eso, el yopo y el yagé ayudan a verlo; estos dueños o
espíritus pueden ser la anaconda, el águila, el jaguar, etc. La persona
iniciada se convierte en su animal; el
que es águila puede valor como águila e
ir a donde quiera; siempre y cuando pueda controlar su vuelo.
La preparación al Yopo incluye el conocimiento de la oración y la danza.
Los Piapocos y Sikuanis cuentan que sus antepasados bailaban y bailaban hasta
flotar, hasta elevarse, esto quiere decir que alcanzaban el Kúvai, el
conocimiento.
En estas prácticas con Yopo, la curación podía fracasar, debido a que el
otro brujo era más poderoso y podía hasta matar al brujo curador; porque en
estas prácticas "se mira la
cara".
El manejo del Yopo y de otros elementos de la naturaleza como los
cristales está reservado para Chamanes
más profundos; es un conocimiento superior.
Los seres chamánicos antepasados, los Dueños primordiales, relacionan al
hombre con todo el cosmos; esto es, con todo el universo fenoménico. Estos
Dueños mayores que rigen la cotidianidad anual de la comunidad, corresponden a
los astros o grupos de estrellas o constelaciones. Así por ejemplo, Capuyali
llamado también Macuchuiri entre los Piapocos es la constelación de Orión; Bolotomi es la estrella polar;
Makavali es la cabrilla u osa mayor; Umavali es
escorpion etc. Dentro de los relatos sagrados cada Dueño tiene su
historia, su razón de ser, útil y práctica para la comunidad. Con esto se
aprecia que el pensamiento indígena es
un todo confísico; no se puede mirar o concebir separadamente. Una sesión
de sanación con Yopo dura toda la noche, y se repite durante varios días
dependiendo de la gravedad del paciente.
Una vez trajeron un paciente a la casa de un Chamán Piapoco; sufría de unos
granos en la piel por donde le salían unos gusanillos rojos.
Al día siguiente, después de que el Chamán aceptara rezarlo, salieron al
monte a recolectar los insumos o elementos necesarios. Buscaron la casa de las
abejas y tomaron la cera, para hacer las velas. Consiguieron las raíces del
Yopo. Una vez en la casa, procedían a su preparación. Machacaron las raíces
hasta convertirlas en una masa moldeable
con la que hacían bolas, similar a como preparan
el cacao, en bolas. Estas bolas las ponían a secar; luego las trituraban en un
recipiente acondicionado para el efecto
un pilón pequeño llamado Ayaiba. Alistan el Siripu que es el pitillo mediante el cual se inhala
el polvo de Yopo; en la parte de arriba lo bifurcan en forma de "y",
para que penetre por los dos orificios de la nariz del inhalador. Las puntas de
estos terminales las pulen y las acondicionan colocando dos pepas huecas de corozos o frutos de la palma de manaca. Igualmente ese día, el Chamán escogía a sus ayudantes los que
tocarían las maracas. Preparaban la chicha, calculada para tres días.
Cuando tenían listo todo lo anterior,
recién llegada la noche, iniciaban la ceremonia. Las personas admitidas,
eran escogidas por el Chamán. No todo el mundo podía estar ahí. En este caso,
la encargada de hacer las velas y
mantener su fuego vivo durante toda la noche era la mujer del Chamán;
como pabilo para las velas usaba fibra de palma de cumare.
Estaban en un salón grande, bajo un techo de palma; el enfermo en su
hamaca; los maraqueros eran dos y empezaron la música. El Chamán oficiante
inhaló Yopo; después lo pasó a otro
viejo, ayudante; éste también inhaló. Empezó a golpear el suelo con los pies, a
llevar el ritmo del sonido de las maracas. Era el inicio de la danza que lo
elevaría hasta donde Kúvai:
En estos cantos el Chamán invocaba a Kúvai, el Dios superior y a todos
sus ayudantes, los seres representados en las constelaciones; a Makavali,
el primer Chamán, a Chamani, el ayudante
de Makavali, etc. Esta fase de la ceremonia
que podría denominarse "tocar las puertas", se realizaba una
vez que la mujer encargada del fuego prendía las velas de cera y las ubicaba una en cada
poste de la casa; y esparcía su aroma de
miel sobre los presentes. El Chamán cogía una
vela y bailaba por todo el
recinto paseando el humo y soplándolo en
las caras de las personas. Era como
un sahumerio o acto de purificación del
ambiente, antes de tocar las puertas de Kúvai. Igualmente el enfermo era
rociado con la luz y el humo oloroso
perfume de miel.
El Chamán continuaba invocando
a Makavali, a Chamani, a Kúvai, llamando a la puerta de éllos. Esto
lo hacía bailando durante muchas horas, sin
parar. Cuando se sentaba seguía
golpeando el piso rítmicamente
con los pies. Inhalaba más Yopo. Sonaba su maraca alrededor del enfermo.
La maraca tiene un espíritu, el sonido es para llamarlo. Dicen los chamanes que cuando viene ven un cuerpo rodeado de luz, con dos
brazos como antenas que se enroscan y se
abren. Si uno de estos brazos toca al enfermo, entonces se produce la sanación. El chamán usa el tabaco y lo sopla con
fuerza sobre el enfermo.
El trabajo de la mujer de las velas de miel, era mucho. No descansaba
para mantener el fuego, debido a que las
velas se consumían de manera
relativamente rápida. Mientras tanto todos los espectadores tomaban chicha. Eso
duraba toda la noche. Cuando salía el sol se iban para sus casas, por la noche
volverían a empezar. El enfermo se paró durante una semana. Todos pensaron que
ya estaba bien. Lo veían trabajando, haciendo flechas, puliendo puyas. Pero
unos pocos días después, en la noche se
oyó el canto del ave Chicué, y el
enfermo murió.
En el conocimiento profundo están involucradas fuerzas contrarias (malas
y buenas). El Chamán trabaja con el Malacai
y el Uanali (o Uanare, o Guanare), elementos para hacer mal. El Malacai
es una resina o peramán de color amarillo y el Uanali es una piedra de cuarzo
amarilla. Estos elementos matan o enferman. Se queman junto a una corriente de
aire que viaje hacia donde están las personas que se quieren matar o enfermar.
Pero también conocen el Ulucai, resina vegetal de olor exquisito de color
amarillo, que sirve para contrarrestar
los males.
28. LA PRIMERA MENSTRUACION
"Yanisani Yalu, es el lugar
de la primera menstruación. La aíslan durante ocho días como mínimo. Ahora, la
dejan en su casa metida en un toldillo que no sea transparente, para que nadie
la vea. Sólo la puede ver la mamá cuando le va a llevar los alimentos y si no
está su mamá entonces la hermana mayor.
Antiguamente, cuando no habían venido los blancos, cuando no existían los
toldillos o mosquiteros de ahora, se
hacía una habitación totalmente encerrada con palmas y tela de corteza de
árbol, y ahí dejaban a la muchacha, siempre metida en su hamaca. Cuando tiene
que salir a hacer sus necesidades fisiológicas tiene que ser tapada
completamente. Esto se hace para evitar que la vea el Umavali, un
espíritu del agua, que enferma y enloquece.
La sangre de la menstruación no se puede dejar en el agua de los caños,
de las lagunas o de los ríos. Hay que dejarla en la tierra. El Umavali
toma la forma de tonina o de cualquier
pez o animal del agua. Cuando una mujer con la menstruación se baña en el agua,
las toninas se enojan; se alborotan, pasan toda la noche resoplando y
molestando. "Me llevaron a la casa en una canoa grande, para que la tonina
no la hundiera con sus oleajes. No me
dejaron ir en el potrillo o canoa
pequeña, porque era seguro que el Umavali en forma de tonina la haría naufragar".
El Umavali puede embarazar a la mujer con la menstruación; así le
pasó a una mujer que no se cuidó. Se fue para la laguna a bañarse y a lavar su
ropa. La tonina vino por debajo; élla
sintió que la golpearon y le cayó mucha agua encima. Desde ese día, se empezó a
sentir distinta. Esa noche soñó con un hombre hermoso; esa es la apariencia del
Umavali, la de un hombre hermoso . La gente decía que élla estaba loca.
Ella dio a luz a tres niños; sus caras si eran de gente pero sus cuerpos
distintos, como de peces y el color de la piel parecía cuero de tonina. Esos niños murieron. A élla le sucedió así, por no hacerse el remedio y por falta de tener cuidado. Por eso se usa el
remedio llamado Ulucai, una goma muy dura que brota de un árbol. Queman el Ulucai y su olor es muy
agradable. Le pasan ese Ulucai por debajo y por encima de la hamaca; así alejan
al Umavali. Por eso ahora están sucediendo muchas cosas raras y malas;
porque ya los viejos no rezan la laguna contra el Umavali y las mujeres
se bañan esa sangre en la laguna o en el río; eso no se puede hacer. Y tampoco
les rezan el pescado que comen o el agua que toman; y andan por ahí dejándose
ver todo el día.
Al hombre también lo puede coger
el Umavali; se le aparece en forma de mujer hermosa; así le dio a un hombre de la comunidad. Dicen
que fue, por tanto, bañarse en la
laguna, le gustaba jugar con los
muchachos tirándose de los árboles de la
orilla; todos los días se tiraba de esos árboles alborotando el agua,
haciéndole mucho ruido a la laguna. El se bañaba mucho y es que eso tampoco se
puede. Por eso lo cogió el Umavali. La gente lo empezó a ver como raro;
ya casi no se podía tratar con él; se puso de mal genio; y se la pasaba en la
orilla del agua, mirando al mismo Umavali.
El hombre que está así desea que llegue la noche para soñar con la mujer
hermosa; vive enamorado de élla.
El Umavali no sólo se encarna en la tonina sino en todos los
peces. Por eso hay que rezarle el pescado que va a comer la mujer con la primera menstruación, para espantar el
Umavali que viene ahí en esa comida. Este Umavali también puede afectar
a los niños; éllos se la pasan llorando y se enferman.
Cuando se rezan los animales del agua, entonces se acaba el
peligro. El sueño depende también de la
clase de pescado que coma.
Al período normal de la mujer se le dice Yalipú; pero cuando es la primera vez se le dice Yanisanicá Uara (ella se desarrolla) y es cuando la muchacha tiene que estar en su Yanisani
Yalu", el sitio de la menstruación.
Se observa que todo lo
relacionado con la sexualidad tiene gran
impacto en la vida material y espiritual
de la persona. No es un juego ordinario, es algo que hay que ponerle especial cuidado. La
sexualidad está relacionada con el conocimiento profundo. El iniciado, en la
ciencia chamánica, una de las cosas que debe guardarse es de no tener
relaciones sexuales. En muchas circunstancias cotidianas hay que privarse de
observar o relacionarse con mujeres menstruantes. Por ejemplo si se tiene una
herida, o una mordedura de serpiente o de Raya
u otro animal, no se puede estar
cerca de mujeres con la menstruación, porque el dolor se intensifica y se
agrava la enfermedad, especialmente si es de Raya o de culebra.
29. MAVECU O LA
PLANIFICACION FAMILIAR
Los indígenas Piapocos usan la
palabra "Mavecú" para referirse al hecho de evitar que una
mujer quede embarazada. Generalmente los abuelos conocen los remedios para darles a sus
nietas. Cuando le llega la primera menstruación a la muchacha es el momento
para darle el remedio o Mavecú. Antiguamente las dejaban un mes en la hamaca, aisladas; pero ahora las
dejan solamente ocho días. Es el Yanisani yeda, hamaca de la primera menstruación, o hamaca de la muchacha
que tiene la primera menstruación.
El Mavecú es muy practicado en la cultura de los piapocos. Los
abuelos son los que se encargan de aconsejar a los hijos que le den Mavecú a la
nieta, para que más tarde no vaya a
tener un hijo, por ahí, sin padre. Los padres saben que la hija podría tener relaciones prematrimoniales, después de la
primera menstruación. Generalmente una mujer indígena se casa muy joven,
siempre y cuando ya sepa hacer los oficios correspondientes al sexo femenino. Apenas le llega la primera menstruación y esté
capacitada en sus quehaceres, ya puede ser
entregada a un esposo , quien previamente la ha solicitado a sus padres. Pero
cuando ya la muchacha se casa, ahí sí le
dan la contra o iuasaná, para que
pueda tener hijos.
Usan
la raíz del Mavicu, así le dicen
a esa mata. Para su preparación, raspan la raíz en agua fría; después la pasan por un colador para librarla de
residuos de corteza. La muchacha que toma este remedio debe guardar una dieta
durante quince días, porque
si no hace la dieta el remedio no le causa efecto. En este caso, no
puede comer comida con sal, ni dulces, ni frutas ácidas como el limón. Durante
la dieta no puede tener relaciones sexuales.
Además, de la raíz, existe otro Mavecú anticonceptivo, que es la
semilla de la mata de algodón. Sacan las
pepitas, las machacan y las echan en agua. Las machacan dentro de una tela, las
mojan en el agua que dan a tomar. Este
remedio lo puede preparar la misma muchacha o señora que quiere evitar el
embarazo. También utilizan la corteza
del tallo de la planta llamada Avali. Esta bebida se toma una sola vez.
Otro Mavecú, se hace por medio de los rezos. Consiste en rezar el
agua que tomará la mujer que quiere hacerse el remedio; utilizan los tubos de
las hojas del Papayo, a manera de pitillo, para soplar el agua, porque así el
rezo llega más directamente a la bebida.
Otra práctica consiste en rezar el pescado moqueado o seco al humo y lo
dan a comer a la muchacha. Igualmente rezan la yucuta, o bebida de agua con
mañoco. Este rezo de los alimentos lo
hacen al escondido, de manera que la muchacha no se entere. Ella debe comer y beber sin saber que eso está
rezado.
Los remedios tienen diferente duración, según lo que desee la mujer o la
pareja. Hay remedios que duran 2,
3,4 o 5 años; otros son por tiempo
indefinido. El remedio de la semilla de algodón, generalmente dura cuatro años; no necesita la contra o iuasaná;
el efecto se pasa solo.
Cada remedio tiene su contra o iuasaná.
Se puede cortar o interrumpir el efecto anticonceptivo con el árbol llamado
"Mojarra", o Damulai aiku.. Se utiliza la cáscara y la raíz;
se dan varias tomas durante 4 ó 5 días. No necesita rezo.
Los anticonceptivos que se hicieron con rezos, necesitan igualmente un
contra con rezos. Lo natural es que la misma persona que dio el anticonceptivo,
dé también la contra o iuasaná. El tratamiento dura un mes. Igualmente hay que hacer dieta, ni
puede estar con el marido, esto quiere
decir que no puede tener relaciones sexuales durante ese tiempo.
También durante la menstruación le rezan para que el remedio sea
efectivo. Los viejos dicen que en ese momento se abre el útero de la mujer.
Un rezo para abrir el útero, para volver a ser fértil y que se le hace a la mujer es el siguiente:
Sipuli yeve uinivini (2 veces)
invoca a un pez que tiene muchos huevos.
Chubasa yeve uinivini (2 veces) Invoca a otro pez que tiene muchos huevos
Damulai yeve uinivini (2 veces) Invoca a otra clase de pez que tiene
muchos huevos
Ívali yeve uinivini (2 veces) Invoca a otra clase de pez que tiene
muchos huevos
Euba yeve uinivini (2 veces) Invoca al pez Pavón que tiene muchos
huevos.
Chubasa yeve uinivini (2 veces) Invoca a otra clase de pez que tiene
muchos huevos.
Se reza el agua y la mujer la debe tomar durante un mes. Debe mantener
el agua en rezada en la casa y tomarla diariamente.
Las mujeres indígenas que viven en la franja intercultural y que tienen
dicha mentalidad, utilizan los anticonceptivos de la medicina occidental.
Utilizan pastas, porque ellas no están valorando los remedios tradicionales.
Estos anticonceptivos son comprados en las droguerías, o a los comerciantes del
río, o son pedidos en los puestos de salud rurales. Pero este método no es
seguro porque es irregular su tratamiento, o sea, no es fácil conseguir y
mantener las pastas, muchas veces porque
se agotan en los puestos de salud donde las regalan o no tienen el dinero
para estarlas comprando en el comercio. Los hombres indígenas no planifican.
Algunas mujeres indígenas que ya tienen varios hijos, están siendo
fuertemente influidas por los programas anticonceptivos occidentales, al punto que llegan a aceptar la ligadura de
trompas. Lo afrontan con mucho miedo,
pero se someten a la operación. Aquí occidente está metiendo demasiado las
narices en la autodeterminación indígena. Esterilizar a una mujer indígena amenaza la supervivencia física
y cultural de los indígenas; es evitar deliberadamente que nazcan más niños y
niñas indígenas, con consecuencias
nefastas para este pueblo de por sí muy
minoritario.
30. LA ALIMENTACION.
30.1 LA YUCA BRAVA.
Los indígenas de la selva se
identifican como los hombres de casabe, o los hombres de yuca brava. El
alimento distintivo indígena es la yuca brava.
¿Qué es la yuca brava?. Es una yuca venenosa, conocida en la cultura
occidental como Manihot Esculenta, de la familia de las euforbiáceas; lo
indígenas la saben procesar para aprovecharla como alimento. La siembra es
realizada por el clan familiar. La responsabilidad de "hacer conuco",
o sementera, recae en el padre de
familia. Un buen padre de familia debe preocuparse por hacer conuco. En los
meses de diciembre y enero se debe tumbar el monte donde se hará la sementera.
En febrero ya se quema y en marzo se empieza a sembrar. El padre, cabeza de
familia, convoca a todos sus parientes o familiares para que le ayuden a sembrar. Su casa se responsabiliza
de la comida y la bebida. Previamente se
ha pescado y se ha preparado la chicha.
Hombres, mujeres y niños del clan se
dirigen a la chagra, conuco o sementera, el día convenido. De la yuca
brava se hace el casabe y el mañoco; su valor
y gran estima es que quita el hambre y la sed a la vez.
30.2 EL ÁRBOL KAALIAWIRI
La yuca tiene su historia. Tiene un origen. Los Piapocos, los
Curripacos, los Sikuanis dicen que se originó en el árbol Kaaliawiri que quiere
decir Abuelo de la tierra o de donde se originaron todas las plantas cultivadas.
Origen de la agricultura. Se llama así, por el Dios de la tierra , Kaalitairi.
Su cuerpo es de casabe.
A orillas del gran río
Orinoco hay un cerro alto que al verlo de lejos semeja el tronco de un hombre sin cabeza. Dicen que antiguamente era un árbol inmenso que producía como frutos todas las
plantas que se cultivan como la piña, la
caña, el ají, el maíz, la yuca, el plátano, etc. Este árbol es el cuerpo del Dios de la tierra llamado
Kaali. Estaba sujeto al cielo con dos
bejucos, el de barbasco y el de yagé.
Los primeros hombres no
sabían de la existencia del árbol; se
alimentaban de raíces, cogollos y otras cosas que encontraban. Aguantaban
hambre; no vivían bien . Cuentan que los primeros hombres Sikuanis se reunían en Kudeido, a
orillas del río Vichada, cerca al Orinoco. En esa época los seres humanos tenían forma de animales.
Sucedió que uno de éllos llamado Mono de noche, de pelaje negro, en sus andanzas nocturnas fue atraído al árbol por los exquisitos olores de frutas maduras.
Todas las noches se saciaba con las diferentes frutas; llegaba a Kudeido en la
madrugada, oliendo a piña. Le
preguntaban:
-
Hombre, usted qué es lo que hace tanto que siempre
sale de noche?
Cuchicuchi que era el
nombre del mono de noche, no les decía la verdad. Les contestaba con evasivas.
No quería que supieran su secreto. Era
egoísta y mezquinozo. No le gustaba compartir.
El Capitán de aquella
gente mandó a la lapa para que lo siguiera y descubriera cuál era el secreto
del Cuchicuchi. Y así fue. Cuchicuchi esperó como siempre a que todos se durmieran y se
levantaba con mucho cuidado sin hacer ruido; iba muy contento por la selva;
pero no sabía que la Lapa lo
seguía. La Lapa fue enviada
porque es un animal que sabe andar tanto
en tierra como en agua y mira de noche.
El Cuchicuchi llegó
como de costumbre y subió por el grueso tronco. Allá arriba se puso a comer una piña, la más dulce del
mundo. Se le cayó un pedazo y la Lapa la probó. Así descubrió qué era lo que
hacía Cuchicuchi y el secreto de los alimentos
que ocultaba. Pero el mono de noche descubrió a la Lapa y quiso matarla; la persiguió sin poderla alcanzar; élla se escondía en las
cuevas de la tierra y en lo profundo del agua.
Cuando llegó a Kudeido contó a todos el gran secreto. Mico de noche ya
había llegado; pero negó lo que decía la
lapa; la culpó de mentirosa. La atacó delante de todos. Cogió un tizón al rojo
vivo y le quemó el cuerpo. Por eso la
Lapa hoy tiene esas marcas en el cuerpo, como puntos blancos. La Lapa
contraatacó y empujó a Cuchicuchi sobre el fogón. Se quemó
el pecho; por eso ese mono hoy tiene el pecho blanco.
La Lapa llevó a la
gente de Kudeido al sitio del gran
árbol. Fue un descubrimiento
maravilloso. Pero éllos no se
contentaron con comer de las frutas , sino que quisieron tumbarlo porque era difícil subir a coger los alimentos. A los micos y a
los pájaros sí les quedaba fácil; pero a otros animales no.
Pero éllos no
tenían herramientas para hacer este trabajo. Entonces llamaron a
un ser poderoso llamado Chamani y él les dijo que el Dueño de las herramientas
era Palemeku; pero que era muy peligroso; y las tenía guardadas secretamente en
su propio estómago para que nadie las encontrara. La gente rogó a Chamani por
ayuda y éste se comprometió a dárselas.
Fueron a la casa de
Palemeku pero éste dijo que no tenía ninguna hacha; era un hombre con una panza gigante y se la pasaba
recostado, descansando. Les dio permiso de buscar. Chamani que sabía donde las
guardaba se convirtió en mosquito y cuando Palemeku bostezó se le entró a la
boca. Así lo hizo estornudar. Y fue tan fuerte ese estornudo que le hizo botar algunas herramientas. Cuentan que el mosquito se le entró hasta el estómago y
lo hizo vomitar. Entonces salieron las herramientas más finas y todas las que
se conocen en el mundo. El Pájaro carpintero cogió un hacha fina y por eso puede hacer huecos con facilidad en los
árboles. Así fue como aparecieron las herramientas en el mundo.
Los sikuanis de Kudeido fueron a tumbar el Kaaliawiri. Le
dieron hacha todo el día y le dejaron una gran cortada. Cuando el sol se ocultó
descansaron. Al día siguiente regresaron
pero aquella cortada se había tapado; el árbol se había
regenerado. Volvieron a picar el gran tronco hasta que el sol se ocultó; y al otro día sucedió lo mismo.
Llamaron a la gente
hormiga que se conocen con el nombre de bachacos, que pueden llevar grandes
cargas sobre sus espaldas en esa época tenían la estatura de los hombres de hoy;
les encomendaron ir cargando todas las
astillas que se desprendían al cortar el árbol.
Así lo hicieron y las arrojaron
al los ríos. Estas astillas se convirtieron en piedras; y son las que forman
los raudales de los ríos de la región.
Así estuvieron
trabajando día y noche, sin descanso hasta que cortaron todo el tronco; se
ladeó, pero no cayó. Observaron que lo sostenía del cielo dos bejucos, uno la raíz del barbasco y el yagé
Mandaron a la ardilla para que los mochara; pero esta
perdió el equilibrio, quedó borracha
cuando los probó. Después mandaron al pájaro
arrendajo de color rojo y
amarillo y él sí pudo.
El árbol cayó con gran
estruendo esparciendo sus semillas sobre la tierra. Cada familia recogió su fruto preferido. Ese fue el origen
del nombre de su clan. Y así quedaron especializados en el tipo de cultivo que
tienen ahora.
Lo que quedó del árbol,
actualmente los nativos lo llaman cerro
Autana; y está ahí, en el alto Orinoco como testimonio de que todo aquello fue verdad.
30.3 LA SIEMBRA
Las estrellas dicen la hora de sembrar. Cuando se lluevan las estrellas
en el mes de marzo se iniciará la siembra. Caini, la yuca brava; la yuca
amarilla, Caini evacai; la yuca blanca, Caini cabaleri; la yuca roja, Caini quiracai; Caini auatucai, yuca de lechuza;
Caini duacaicai, yuca blanca con bastante almidón, capieli, yuca dulce y muchas otras clases de yuca. En la cultura Piapoco, los hombres son los
que siembran y no las mujeres. El día de la siembra la mujer se encarga de la
alimentación y la bebida de los
sembradores. Una vez sembrado el conuco o la sementera esta pasa a ser
propiedad de la mujer; élla se encarga de su cuidado, de la deshierba y de la
recolección de la yuca. Después de ocho
meses en promedio, la yuca ya está lista para ser aprovechada; es cuando la
mujer en esta ocasión se encarga de la resiembra. Los tubérculos de yuca son
transportados en el catumare, Ulí,
que es un canasto de bejuco y se lleva
terciado a la espalda, sostenido con una correa o faja que pasa por la frente
de la mujer. También usan un catumare desechable, tejido con hojas de palma;
este catumare lo confeccionan en el mismo conuco.
En cada casa la mujer tiene el
sitio del murujúi, o muluví, llamado muluviyalu, en la
orilla de la laguna o el caño; allí se
echa la yuca para que ablande. Preferencialmente utilizan una canoa; ahí echan la yuca, con agua, para que
se ablande; a los ocho días ya el
murujúi está bueno para ser utilizado. El murujúi, o sea la yuca descompuesta es básico y fundamental para
hacer el casabe y el mañoco; es lo que le da
el sabor agrio, propio de estos alimentos. De tal manera que una
mujer antes de traer yuca para hacer casabe o mañoco, debe
tener listo el murujúi. Una casa donde siempre hay murujúi es señal de que
siempre hay alimento. En el sitio del murujúi,
se amañan diferentes peces,
palometas, mojarras, dormilones, nicuros, y otros peces pequeños. El sitio del
murujúi se convierte en un cebadero para estos peces. Cuando un hombre tiene
pereza de ir a pescar a la laguna o al río, aprovecha los peces del murujúi;
pero un hombre así no es visto muy bien
por los demás y generalmente se burlan de él; porque el muluviyalu,
sitio del murujúi, es donde pescan las mujeres y los niños, por diversión, o
cuando el marido está ausente o tarda en
llegar con pescado.
Cuando llega del conuco o sementera la mujer se pone a rallar la yuca; pero si tiene hijas grandecitas, este trabajo
le corresponde a éllas. En esta faena la
mamá se encarga de raspar la corteza a la yuca;
ahora lo hace con la punta del
machete; esta yuca raspada es lavada antes de ser rallada. Una vez
rallada la yuca, la masa es revuelta con murujúi y generalmente se deja hasta el otro día. El rallador o cainiyecuaná,
es una tabla cóncava con finas piedras incrustadas.
Otro sitio de la casa es el irricayetaná,
donde se cuelga el sebucán, irricá. Este es el exprimidor, en forma de
tubo; este instrumento tiene una
boca o
irricá inumá, y una cola
totalmente tejida llamada isipí, y una barriga, irricá iturra,
barriga del sebucán; la masa de la yuca se echa en el sebucán y se cuelga; el
sebucán en la parte inferior lleva un anillo por donde se introduce una vara con la cual se jalará; por lo
general la mujer se sienta en la vara. El sebucán permite que el agua de la
yuca salga y caiga en un recipiente puesto para
este fin. Una vez exprimida la masa, es sacada y echada en un
platón o tulimá.
El agua de la yuca o cameri, es venenosa; sin embargo al
cocinarse pierde el veneno y se convierte en
yare, que es un producto importante en la alimentación. Este yare
se cocina con ají en pepas rojos y verdes y se guarda, es un condimento
permanente en la cocina, con este caldo se condimentan las carnes, las sopas, el cazabe. El yare o
cameri, antes de cocinarse se deja
asentar y en el fondo va quedando el almidón, docai. Este almidón
lo sacan al sol y lo secan. Lo utilizan
para hacer arepas y coladas para los
niños.
La yuca exprimida se pasa por el
cernidor o colador llamado chupisi.
Hay dos clases de cernidores, el de ojo más pequeño sirve para hacer casabe y
el de ojo más grande sirve para hacer mañoco.
Para hacer estos alimentos se tiene un fogón especial, el cual tiene un
tiesto o puali, que es como un plato de barro de unos sesenta a noventa centímetros de diámetro.
Una vez que el tiesto está caliente, a una temperatura adecuada que la mujer
conoce, se echa la harina. Si se va a hacer casabe se extiende, cubriendo todo
el tiesto, formando una gran arepa. Para esto se utiliza la palma de la mano; y
para darle el borde se utiliza la tabla pulidora o tabla Kalivá, esta es echa de madera fina o
palo corazón. Con una escobilla barren las boronas de harina que no lograron
pegarse y quedaron sueltas por encima. La mujer utiliza el ibenodanasi,
para voltear la torta. Una vez asada , se coloca
al sol, sobre una camareta
construida para este fin. Para una mujer es importante tener esta
camareta; esto quiere decir que sí tiene marido; la debe hacer el hombre. Si se va a hacer mañoco, la harina cernida en
el chupisi de ojo grande, se echa
en el tiesto o puali y se revuelve
constantemente con un canalete o madero
en forma de pala. Saber voltear el
casabe es una gran conocimiento. La mujer que
lo sabe goza de gran prestigio.
Una muejr experta voltea la torta sin
que esta se parta.
Otro producto importante que
se deriva de la yuca brava es yalaki;
es el licor utilizado para las fiestas y para emborracharse. Hay un yalaki
suave que se utiliza para beberse cotidianamente, se llama culía. Casi
siempre después de concluida la siembra se toma yalaki fuerte. El yalaki se
prepara de la siguiente manera:
1.
Hacen unas tortas pequeña y la dejan quemar
2.
La sacan de ahhí, la rallan y la vuelven polvo y la revuelven con harina
normal de yuca hasta volverla negra.
3. Vuelven a hacer un casabe con la harina negra
4. Esta torta final la echan en el recipiente con
agua y la dejan fermentar.
También se le echa tubérculo de batata. Cuando empieza a hacer
burbujitas quiere decir que ya está
dando el punto. Se pasa por un colador o cernidor y se sirve. Este
yalaki es de loas chichas más fuertes que hay.
Se puede quemar un casabe normal en el budare, hasta que se vuelve
negro. Lo vuelven polvo o harina, lo
pasan por el cernidor y vuelven a hacer una torta. Esta es la que ponen a
fermentar. Otros no le echan batata. Ese tubérculo es para endulzar. Ni le
echan yare cocinado, porque puede hacer salir el colon, y es peligroso.
30.4 OTROS ALIMENTOS.
Cuando se tumba una palma el indígena regresa al cabo de un tiempo, bien
calculado; en el tronco en proceso de descomposición, nacen los
gusanos mojojoi; los grandes son llamados simuta y son gordos y de color
mantequilla; los pequeños son blancos y se llaman Aliyeri. Se comen
crudos, fritos y cocinados. Cocinados se
preparan en forma de envueltos. Estos gusanos son las crisálidas de los
cucarrones escarabajos.
Otro alimento sabroso son los envueltos de Kúvai yeve, huevos de pescado, Cucha,
Cachama, Bocachico. Se envuelven en hojas anchas, se amarran y se ponen a cocinar.
Durante todo el año la casa está surtida de los diferentes frutos de
la selva, el chontaduro, el seje, cacao
silvestre, marañón, guamas, etc., etc. La dieta
es muy completa y variada.
El desayuno, bien temprano; en la madrugada, en lo oscuro. Se come ajisero (sopa muy picante); se toma
yucuta caliente (agua con mañoco), o bebidas de frutas. En la madrugada; con el
fin de evitar que las moscas pisen la comida. "Hay que desayunar antes que
se levanten las moscas". Comen bien y se van al trabajo. Cuando
regresan, por la tarde, vuelven a comer.
Todo el día beben yucuta fresca (mañoco con
agua) y comen pepas que recolectan en el
monte. Por eso cuando salen de la casa, siempre llevan su mañoco. El agua la
recogen de algún caño del camino.
Por la noche no es muy conveniente
comer. “Porque eso perjudica mucho el estómago. A esa hora anda el
espíritu negro de la noche y él come con uno, y eso es lo que hace daño".
Hay pepas de buen sabor que no se
deben comer, porque pueden producir enfermedades. Por eso los indígenas no
comen todas las pepas aunque tengan buen
sabor.
En la casa indígena existen siempre dos fogones, uno para el casabe y el mañoco y el otro para
cocinar o asar los otros alimentos.
Fogón es cavitá. Leña es quichei.
31. PROBLEMAS INTERNOS
COMUNITARIOS
Los indígenas como
seres partícipes de la humanidad, tienen problemas, como cualquiera en
el ámbito personal y social. En una comunidad se da el robo, el chisme, la
mentira, la envidia, la infidelidad, la mezquindad, la pereza, la necesidad, el odio, el homicidio, etc. Estos antivalores son mantenidos a raya y generalmente superados
por sus opuestos: la verdad, la honradez, la tolerancia, la lealtad, la
responsabilidad, el amor, etc.
Los muchachos solteros y los
maridos infieles aprovechan la noche para meterse a los toldillos de las
mujeres. Generalmente aprovechan la noche con aguacero torrencial, al parecer
esto es previamente consentido por
la visitada. Otros más osados lo hacen
aunque no llueva. Esta práctica se facilita en
las comunidades donde las casas son desprovistas de paredes, o estas son
protecciones muy débiles. Sin embargo en casas totalmente encerradas con
paredes de barro o con puertas, también
se meten en ocasiones: con mucho sigilo
humedecen la pared hasta hacer un hueco y por ahí se entran. En muchas
ocasiones estos Casanovas o don Juanes han sido pillados o cogidos infraganti.
Una vez el papá de la muchacha le dio una paliza al muchacho y le retuvo
la ropa; también le pegó a la mujer y a
la hija. Al otro día fue y entregó la
ropa al papá del muchacho. Por eso hubo pelea entre las dos familias. Poco
tiempo después, el papá de la muchacha se apareció con élla de la mano en la
casa del muchacho y ahí se la dejó. Ahí terminó el problema. Estos conflictos
se comentan en las reuniones comunitarias y regañan al infractor.
También, en las noches con lluvia, salen los ladrones, a robar animales
domésticos y elementos de la cocina o ropa que esté por ahí colgada. Las cosas robadas
son escondidas y llevadas a otra
comunidad y allí son cambiadas, regaladas o vendidas. Pero eso con el tiempo se
sabe quién fue.
Las mujeres que no tienen conuco, roban yuca. Se van para la sementera
ajena y donde la dueña arrancó, ahí en
ese corte también arrancan éllas, procurando que no se note; pero eso también se sabe. La gente que no tiene yuca es
conocida.
Hay hombres que acostumbran robar pescado. Se van bien por la noche y
revisan los rendales o las cuerdas con anzuelos dejados por otros
pescadores; o revisan los cacures (trampas como corrales, o las nasas (trampas
tubulares); sacan los peces atrapados y se van. Cuando el dueño viene a revisar, no
encuentra nada, ni la carnada. Otros más irresponsables, además del pescado, se
roban hasta los anzuelos, las cuerdas,
las mallas.
Generalmente los problemas se solucionan dialogando entre la comunidad.
Pero a veces se ha llegado al extremo y las personas resultan heridas o
muertas.
Los problemas relacionados con la sexualidad son muy comentados en la
comunidad indígena. Los muchachos jóvenes esperan a las muchachas adolescentes,
solteras en los caminos. Muchas veces
las parejas se ponen cita en esos caminos,. En la cultura indígena una muchacha apenas menstrúa por primera vez,
ya está apta para tener relaciones sexuales; la mamá le consigue los remedios
para que no quede embarazada. Casi nunca sucede que un hombre tome a una niña que aún no ha tenido la
primera menstruación. En este caso tal
hecho constituye una falta grave.
El sitio del amor, de la relación
sexual del matrimonio, generalmente es en la selva, yendo para los
conucos o sementeras, o a orillas de un
río cristalino, o de un arroyo murmurante, o junto a un jardín
silvestre, al aire libre y puro entre el canto de las aves y los aromas de la selva, etc. Los amantes descuidados son
objeto de mofa, si llegan con la espalda o las rodillas sucias.
También se presentan pocos casos de homosexualidad y lesbianismo, pero
realmente son hechos censurados, no tolerados por la tradición. Igualmente no
hacen parte de las buenas conductas
sexuales indígenas la pornografía, ni las relaciones con animales. Se reitera
el porqué no es admitido: porque la
sexualidad es para hacer los hijos
dentro de un matrimonio y como potencia energética para los chamanes o payés.
La envidia, posiblemente haya contribuido a la regulación de la
igualdad en la comunidad. Una persona
no puede tener más que otra, o salirse
de lo normal, porque es fuertemente criticado y molestado. Hay mucha gente
progresista que prefiere dejar sus empresas para evitar problemas. Tener más
que los demás es un problema, pero también lo es tener menos.
Una manera de solucionar los problemas es alejándose de la comunidad,
bien para otra donde se tienen familiares, o
dando inicio a un nuevo asentamiento dentro del mismo territorio.
De todas maneras el indígena conoce la razón de ser y el
origen de cada problema, y mediante los relatos de su historia atávica, explica
a los hijos lo que sucedió.
31.1 DE CÓMO LOS PECES LLEGARON ALOS RÍOS
En Curraro, Cúwai tenía sus peces. Él Los había creado. Pensaba
repartirlos por partes iguales. Era un
pozo grande. Ese lugar queda en Santa Rita, a orillas del río Vichada, cerca
de sus bocas en el Orinoco.
En ese pozo pescaba su familia.
Nadie aguantaba hambre. Cúwai les dijo que pescaran con cuidado, peces
pequeños. Mientras tanto él estaba en el
monte construyendo una gran canoa, para llevar los peces a los ríos, caños y
lagunas y repartirlos por igual.
Cierto día que él no estaba, Samaleri, su yerno, entró al pozo. Buscó el
pez más grande y lo flechó. Era el jefe de ellos. Sus compañeros se enfurecieron, juntaron sus fuerzas y rompieron
la presa. Los sonidos de aquel tumulto de peces llegaron al oído de Cúwai Y
dijo: Por esta desobediencia así quedará
el mundo.
Samaleri preocupado por el daño que había hecho corrió tras los peces.
Con la esperanza de atajarlos fue haciendo murallas. Pero no servían. La
fuerza de los peces juntos, las reventaban, formándose los raudales. Así viajó Samaleri, el yerno de Cúwai, por el Orinoco, por el Inírida y todos los ríos
buscando. Y se le veía cansado. Persiguió a los peces por el Guaviare arriba,
quería enmendar su error. Llegaron a las bocas del caño Iteviare y por allí
escaparon. En el sitio llamado Churuwirí, hizo su último intento por
atraparlos. Formó una represa y él en
persona se paró en el centro frente a los peces pero éstos saltaron escapando.
En ese instante llegó cúwai y convirtió a su yerno en roca. Desde lejos, en esa
caída de agua, se ve una sombra. Es la sombra de Samaleri.
32. CONOCIMIENTO RELIGIOSO
Desde 1.492, a los indígenas se
les está presionando con el pensamiento de los conquistadores, imponiendo la
Razón de los blancos, el modo de pensar occidental. Hasta ahora, más de 500 años después parece haber un
movimiento de conquistadores no venidos de ultramar, sino de los herederos
de aquellos, que quieren pedir perdón, disculparse por tantas ofensas, por
tantos daños causados al pueblo
indígena. La nueva actitud se llama
reconocimiento de esa cultura en todos los órdenes: lo legal, lo económico, lo
territorial, lo político, lo religioso.
De
casi todos los aspectos se ha ocupado el
reconocimiento que avanza lentamente, porque como dijimos, es apenas un
movimiento que lo permite, mas no todos los herederos de los conquistadores.
Hay unos herederos que se resisten a
ceder a la verdad histórica. E inclusive hay conquistadores en marcha hacia estas tierras desde distintos puntos
del planeta. Unos ya embarcaron, otros se preparan: vienen a la
Amazonia, piensan que es un trofeo,
la consideran una riqueza, y la
quieren para ellos. La Amazonia es el corazón de la América indígena.
Ya en la Constitución Política de Colombia expedida en 1.991, se reconoce a los indígenas como pueblo, como
cultura, se reconoce su territorio, su fuero, sus derechos..
En los aspectos que más se ha
avanzado son el territorial y el político. Los indígenas tienen sus resguardos
asegurados constitucionalmente (lo territorial) y van avanzando paulatinamente
hacia su autonomía y autodeterminación
(lo político). Pero falta mucho. Porque como se dijo, hay obstáculos de los
vientos de conquista que aún soplan sobre la selva de América.
Hay un tema que no se ha tocado con sinceridad en los corazones de los
amigos de los indígenas: y es el reconocimiento de su religión. Y aún más:
atreverse a compartirla, como se atreven a compartir el cazabe, el ajicero, el
idioma, la sangre.
Aquí en Guainía que son 72 mil kilómetros cuadrados viven 14
pueblos indígenas con su idioma vivo
cada uno[1]. Y
todos nombran a su Dios creador: Los
Puinaves a Ducjín; los curripacos a Iñapirrikuli; los Piapocos y Sikuanis a Purnaminali. Los indígenas oran
según la tradición para ser librados del mal que acecha en su mundo. Hacen como
se les mandó desde el principio por El Creador para no ser castigados, como
individuos y como pueblo.
El Dios que vino a los indígenas no es excluyente, es generoso y vive con éllos, no se retiró
nunca a su soledad infinita, se quedó en cada creación suya, y a través de
ellas se puede llegar a él. Quien anda
por el mundo tiene la oportunidad de
escoger el camino a seguir, entre muchos. Ducjín ha dejado claro cuáles
caminos ascienden y cuáles descienden. Todos los seres están en
esos caminos, animados con el espíritu de Ducjín, Iñapirrikuli, Purnaminali,
Boreka, Máwari, Kúvai....
En cuanto al ser llamado hombre en esta religión hay una verdad de
eternidad y una esperanza real de alcanzarla.
Este aspecto del reconocimiento es un reto para los que andan en el
camino del reconocimiento de los indígenas.
32.1. LA MUERTE Y
CEREMONIAS FÚNEBRES
Una persona que se muere se va a un viaje - dicen los Piapocos - Viaja a
otro mundo. La concepción de la muerte es un rasgo de humanidad que hace al
indígena igual a todos los hombres. Es un ser humano preocupado por el más allá, como se preocupa por cada
fenómeno ocurrido en su cotidianidad. Y para todas estas vivencias, la
tradición indígena ha arraigado una concepción clara; esto es, una filosofía,
un pensamiento que le permite saber de dónde viene y para dónde va; la causa y
la consecuencia. Es un anacronismo y una
completa ceguera, seguir considerando al indígena como pieza de museo o
atractivo turístico, y a su pensamiento como una mitología; el indígena es un
ser histórico que comparte su humanidad con el resto de seres del mundo.
Cuando una persona fallece se
dice que se le fue su Icaucami, esto es "la
vida que él tenía". Y Ucaucami,
si es mujer, "la vida que éllatenía". El Icaucami lo abandonó,
o el Ucaucami la abandonó. Un hombre
muerto es que ya no tiene Icaucami. Con todo hombre vive otro espíritu llamado
Ibauanami; Ubauanami para la mujer. Ibanuanasi es el nombre general que se le
da a este espíritu. Cuando ésta fallece, el Ibauanami queda por ahí, cerca al
cadáver. Es cuando los familiares o los amigos escuchan ruidos en la casa.
Cuando la persona muere sin despedirse de su familia, el Ibauanami molesta más
y dura mucho tiempo por ahí, porque no alcanzó a dejar sus cosas en orden. Los
familiares deben hablarle, sin temor y decirle que descanse que se vaya
tranquilo que éllos atenderán todas sus cosas. El Ibauanami gusta de andar
con sus seres queridos; y a él le piden protección. Si la persona que murió era
mala, la gente se cuida de ese Ibauanami. No se arriman a su casa.
Advierten a los hijos "no se arrimen a esa casa abandonada por que
allá hay una Ibauanami malo".
El muerto es enterrado en su propia casa. Y después esta era abandonada.
Lo enteraban cuidando que no le cayera tierra
en su cara. Para esto, al hueco cavado en la tierra, le hacían otra
cámara lateral, algo así como una cueva. Allá metían al cadáver. Tapaban la
entrada con una puerta hecha de palos y
hojas y luego sí echaban toda la tierra.
La cabeza era colocada hacia el oriente, hacia el camino a emprender; este era
el mismo camino del antepasado Kúvai, el Dios creador. Era enterrado con sus
cosas más queridas y de valor.
A los dos años, venían al rancho
abandonado. Hacían la ceremonia para desenterrar los huesos. Era fiesta del
Cacho de Venado y de la flauta Ualí, el zorro. El Zorro iba por todas las vecindades tocando el pito. La gente que
lo escuchaba decía: "Ya van a desenterrar los huesos". Y se iban los hombres con sus mujeres. Allá
llegaban por parejas. Cada persona que entraba a la fiesta era saludada con
el cabé o látigo. La golpeaban
fuerte y ya podía entrar. Esta fiesta era para los adultos. Siempre había
chicha y música. Todo lo importante para los indígenas siempre lo hacen con chicha y música. El
cacho de venado es un instrumento musical de viento, hecho con el cráneo del
venado. La música era acompañada con los carrizos y las maracas, además de
la flauta Ualí.
Los invitados no pueden llegar de uno en uno, sino reunirse previamente
y llegar en grupo, tocando el cachovenado, cantando y bailando, cada uno con su
pareja. Cuando llegan al patio los anfitriones los esperan también con sus parejas;
también están bailando. Los que llegan deben cogerle la delantera a los de la
casa; siguen bailando mientras cambian
de pareja. Después viene una señora anciana con la primera chicha y la va repartiendo.
Dejan de bailar; se sientan y reparten la comida. La gente tiene pintada su
cara y su cuerpo. Sacan los huesos y los lavan. Los llevan a la casa de la
familia y los colocan, envueltos en tela
de corteza de árbol, en lo alto de la cumbrera. Es el segundo entierro del
difunto. A los dos años bajarán los huesos y harán el tercer entierro
definitivo. Los restos son depositados en tinajas de barro y enterrados
nuevamente.
Antes de enterrar a un familiar muerto, los familiares llaman al Chamán,
para que mire de qué murió. El examen se
hace mochando el dedo índice o en ocasiones un diente. Lo echa en un
recipiente con agua. Y al otro día, el
Chamán puede saber la causa de la muerte. Si fue un maleficio, puede ver
la cara del asesino. Y devolver el mal. "Le cortó el dedo índice al muerto
y lo echó a cocinar en una olla de barro. Quemó la piedra transparente de color
amarillo, llamada Uanare. Para quemarla hay que pararse al lado
contrario de la brisa, porque le pega fiebre, se muere si le da el viento del
Uanali. El Chamán sabe la oración; se emborracha con Yopo y Capi para
mirar al espíritu del que lo mató. Así
se sabe quién es, quién lo mató. El
que lo mató se enferma donde esté, lejos o cerca. Si quieren hacerlo
sufrir, también lo hacen. También la venganza puede ser con un rayo. Le mandan un rayo y lo matan. Para eso
hay un rezo con Yopo. Los Chamanes Saben eso, así esté haciendo sol, hacen
tronar. Mucha gente de la sabana y en estos montes ha muerto con rayos
que manejan los brujos. Ellos conocen la energía, la potencia del aire.
En resumen, una persona tiene varios espíritus. Estos van a distintos mundos, dependiendo de sus merecimientos, en la vida terrena,
dependiendo si fueron buenos o malos.
Los espíritus buenos viajan a los mundos superiores. Los que
fueron malos pueden quedarse en la tierra convertidos en animales. Existe el
mundo de los Munineta. Es un
mundo superior. Los indígenas dicen
que un Chamán cuando quiere
curar a un enfermo, viaja a la tierra de los Munineta. Ellos vienen a curar al paciente. De allá traen el agua que alivia
al paciente; es un agua muy fría, dicen.
Los indígenas Piapocos, utilizan la palabra Yabiriqueisi, para
referirse de una manera genérica a todos
los espíritus. Así por ejemplo dicen: Uni Yabiriqueisi, que quiere decir
el espíritu del agua. Hay un Yabiriqueisi llamado Bauasimi y que puede hacer mal. El Bauasimi
es un espíritu malo, algo así como decir el Diablo.
Pero el Bauasimi lo podemos llevar dentro de nosotros. Por eso cuando
una persona muere se dice que también
dejó el Bauasimi por ahí. También hay un
Yabiriqueisi llamado Uauanasi; es el espíritu de los muertos. Cuando una
persona muere se dice que dejó por ahí
su Uauanasi.
Existen dentro del
conocimiento confísico o espiritual del indígena, tres niveles de mundos: El mundo de arriba, el
mundo de abajo y el mundo intermedio o del centro. Este mundo intermedio es
nuestra vida terrena física. El mundo de arriba es considerado un mundo
superior y está compuesto de vsrios niveles; en el nivel máximo vive Kúvai, el
Dios superior. El mundo inferior también está compuesto de varios niveles;
dicen que ahí viven los dueños de las
cosas negativas. Kúvai conoce y domina todos estos mundos, tanto los inferiores
como los superiores. Un Chamán sabio es el que sigue el camino de Kúvai; la
sabiduría de un Chamán se mide por los mundos que conozca. Cuando a un hombre
lo ataca alguna enfermedad, el Chamán lo que hace es ir donde el Dueño de esa
enfermedad que vive en un mundo inferior. Por eso pide a Kúvai que le muestre
el camino y lo acompañe. Porque allá puede morir en manos del Dueño de esa
enfermedad. Otros conocimientos se pueden hallar en distintos mundos. Estos mundos son nombrados de la siguiente manera:
Kaalirá ( Kúvai, o
Dios)
Purnaminali o Tigre en la luna
Muninetas
Rey Zamuro
Picure
Guala
Zamuros
Gavanes, Gaviotas y
Garzas
Gente (la tierra)
Mapuirinavi (Gente sin
ano)
Gavanes de abajo
Guala cabecirrojo
Eda (Rey Zamuro de
abajo)
Canucali (Abuelo del
Rey Zamuro)
Tigre de dos cabezas
Machuludani.
Una persona que muere viaja a uno de esos mundos. Otros, pueden
permanecer en la tierra convertidos en animales. El mundo a donde van, depende
de sus merecimientos y sus naturalezas; o porque allá se lo llevó un Dueño que vive en esos mundos, quien influyó sobre
la persona en la vida terrena. Porque los individuos en la tierra están influenciados por los seres de esos mundos.
Seres de otros mundos conviven con nosotros en la tierra, adoptando formas diversas, a veces de
animales. La tierra, como se ve, es uno más de esos mundos. El universo indígena es mucho más grande, es un sistema completo
que abarca la totalidad; y está siempre activo y en interacción. Lo espiritual
no es separado de lo físico. Cada cosa que sucede, por simple que sea, está
inserta y tiene una lógica dentro de
todo el ecosistema cósmico. A este sistema es lo que he llamado Confísica, lo que es y está
con lo físico.
Al difunto, a los dos años lo
sacan. Las ceremonias de desentierro de huesos se hacen en los meses de
noviembre a enero. Lo enterraban en la
casa, en el centro. La gente vive ahí un
tiempo y después abandonan la casa. A veces se van, apenas lo entierran; no
esperan nada. Se van siempre lejos. Porque cuando se muere alguien, van a
seguir muriendo ahí. Ese sitio ya está malo. Porque toda muerte es provocada. Nadie
se muere con su propio veneno.
Sofía Muller mandó a hacer
cementerio. Ella llegó primero al Isana. Del Isana y del Guainía, mandó
pastores indígenas al río Guaviare. Los Piapocos estaban en Caribén; en esa
laguna vivían. Se fueron de Caribén
porque ahí se estaban muriendo todos de Sarampión. No conocían esa enfermedad.
La trajeron los blancos. Se fueron para Pueblo Nuevo, (Yacaré Gualisei), para Laguna colorada (Kalisa Kirreri), para el Iteviare y el Uva.
Otros se regresaron para el Vichada. Se vinieron detrás de la cacería.
32.2. CIUDADES ENCANTADAS.
El conocimiento indígena atávico reconoce la existencia de ciudades en
otra dimensión, o de espacios y tiempos paralelos al de la tierra, concordando
esto con el concepto de la existencia de
otros mundos. La entrada a estas ciudades coincide con los cerros, lagunas, o
sitios sagrados de la tradición. Para los Curripacos, en el cerro Yarrudati,
ubicado en las cabeceras del río Guainía
o río negro, existe la entrada a una de esas ciudades. Otras
ciudades se ubican en el cerro de las pinturas y cerro de la campana, en el río
Ajajú, afluente del Apaporis. Todos los grupos indígenas tienen sus sitios
sagrados. Para los piapocos una de esas ciudades queda en el cerro Guacamaya,
cerca de la margen derecha del río Guaviare, próxima al raudal de Mapiripana.
Los Puinaves consideran sagrados los
cerros de Mavicure, una de las maravillas naturales que hay en Colombia sobre
el río Inírida.
En la mayoría de estos sitios existen pinturas u otras señales como petroglifos. Los
Chamanes dicen que estas pinturas
"son retoños del cerro y son un poder" Por ejemplo, un Chamán puede
usar esos brotes a modo de Pusana, para atraer a alguien, especialmente a una
mujer amada, o una mujer a su hombre amado; o también para atraer a un animal en la cacería. Hay pusanas
para cazar, para pescar, para enamorar. Se toca la pintura con la punta de una varita, quedando impregnada
del poder que de allí emana. Al tocar a una persona ésta queda empusanada. Dicen que la varita tiene picacán
que quiere decir "enloquecedor". Esta palabra puede tener alguna
relación con la palabra "Piquei", en Piapoco, que quiere decir Semen.
Este conocimiento tiene que ver con la superación de las leyes físicas. Los
Chamanes dicen viajar a esas ciudades; las conocen. Van a muchas partes, a
otros tiempos y espacios. Los Piapocos dicen que el cerro Guacamaya es la Casa
de Kúvai, el Dios creador. No cualquiera puede ver estas ciudades. Hay que poseer el conocimiento profundo; no comer sal
y ciertos animales; no estar con su mujer, esto quiere decir no tener
relaciones sexuales y saber usar el Yopo y el Yagé.
La manera atávica de conocer y
comunicarse con otros seres
superiores se ha ocultado detrás del muro que interpuso el evangelio Cristiano,
quien consideró estas prácticas o fórmulas como brujerías; sin embargo, no se
ha podido ocultar su sentido. El Dios cristiano es su equivalente. Por eso se
acepta desde el punto de vista indígena, como la posibilidad de ir al cielo, a una ciudad superior. Y efectivamente,
estas ciudades están concebidas como
instancias superiores; una meta que sólo alcanzan personas esforzadas y cumplidoras de
determinados preceptos.
32.3. LOS ESPÍRITUS
DEL HOMBRE
En materia de bien y de mal,
la cultura occidental ha medido con la misma vara al indígena. Ya dijimos que la moral emana de
los Dueños de las cosas y que éstos son
esencia de las cosas en sí, creaciones primordiales que tienen un origen seguro
y grandioso. ¿Y el hombre?. El hombre está
igualmente inmerso en éste contexto; o sea, existe un Dueño de las
personas, espíritus que están con cada persona. Los Piapocos reconocen tres
espíritus que viven con el hombre; los Desanos dicen que existen los Veari
Majsá, o Espíritu-Gente; es como un
doble de cada persona.
El hombre no está por debajo
ni por encima de ningún otro Ser. En la visión indígena, el hombre no es el
centro del universo existente; el centro lo constituye el todo existente.
La noción de bien y de mal
la da el Dueño de cada cosa; cada cosa
materializa el bien o el mal.
Cada elemento existente tiene
su función, su razón de ser natural. Hay un orden dado por esta funcionalidad.
Se entiende que alguien esencial, un
espíritu, es Dueño de la cosa, y esa es su esencia, su medida, su verdad, su
punto clave. No se puede decir que el tigre que mató a un venado es malo; lo hizo dentro de su
ley. El hombre que mata a un animal para comer o para defenderse no es malo; lo
hizo dentro de su ley, dada por la
tradición del relato primordial. La concepción del Ser superior es de un Ser que puede hacer actos buenos o malos, no
para el ser superior, espiritual, sino para quien recibe el efecto.. Esos dos
conceptos, de bien y de mal, no están separados. Purnaminali, Dios de los Piapocos y de los Sikuanis, puede dar pero también quitar. No es que Dios
sea uno y el Diablo, otro.
La caracterización de la
cosa viene dada por el conocimiento de los relatos primordiales
que son historias sagradas, como la territorialidad, la alimentación, la
conservación. ¿Es malo matar por defender el territorio, el alimento, la vida? No. Lo malo es negar
los conocimientos ancestrales, las leyes de origen, no cumplir la historia primordial; lo malo es atropellarla y no conservarla.
La moral indígena es el
reconocimiento de los otros Seres en toda su dimensión; en lo que son en sí; en
su ley natural, primordial; y así mismo
reclama sea reconocida. Así el
hombre indígena es conviviente con el
árbol-gente, o árbol-espíritu, o árbol - Ser, o Aicu - Ivacalí (dicho en lenguaje Piapoco),etc.
El hombre occidental cometió
un grave error al extirparle el Ser al árbol. El árbol es confísico, es
con alguien, con algo, con un Dueño, con un entorno, etc. Al extirparle el Ser
fue considerado como una cosa muerta, para ser utilizada al libre albedrío;
porque visto así, el árbol es una cosa
en la que no se puede reconocer nada más. El Ser del árbol fue reemplazado por
el libre albedrío del hombre. Así el
Dueño del árbol, pasó a ser el hombre, quien dispone de él y le da valor y dice
para qué sirve: el árbol sirve para
sacar tablas, para ser vendido, etc.
El occidental al restituirle
el Ser, el Dueño, a las cosas, restituirá el equilibrio.
El indígena mantuvo el
equilibrio natural. Hay seres del
ambiente que cuantitativamente deben superar al hombre. En la sociedad
indígena siempre hubo más árboles que gente, más agua que gente, más animales
que gente; más producción natural que gente; más tierra que gente. Con este
principio natural el indígena aseguró
la satisfacción de sus necesidades básicas. Todos son la naturaleza y la
naturaleza es la dueña de las fuentes que satisfacen necesidades.
33. EL CONTRAPUNTEO
En esa fiesta hacen contrapunteo; También interpretan el canto del Chase o del Tucán,
este es un canto de amor, de la novia a su
amado. En la tradición del Yopo y el cacho de venado se encuentran
muchas raíces de la música llanera Colombiana y venezolana. Una muestra de este tipo de contrapunteo que es improvisado por los contendientes
dice, por ejemplo:
El de la casa se dirige al que
llega:
Tome chicha de Seje Pirra puna maituní
Y toda clase de frutas, Makei aiku iyacaná
ituní
Esta es la comida nuestra;
Yaca uayacaré yaai
Yo no se si usted va a aguantar
Pideaniacá nisicá jani
Porque yo soy el Tucán Chase cainá nuakei
Que vuela de rama en rama
Nuaracabá aiku yana
Por todas partes
Imanu bacatá
No estoy en una sola rama.
Kamita nuyá averi aiku yana ibari
El que llega contesta:
Usted con su bebida Canacatá pima
nicanua
No me hace nada Piracaré
iyuba.
Porque estoy acostumbrado
Nuyacaré cainá yaai
A comer frutas de barbasco Cuna iayacanaca
Usted nunca encontrará Camiricatá pianá yaai
La comida para mí Nuyacaré pinaca
Porque yo soy Aiku pichu
La raíz de un tronco.
Cainá nuakei.
El otro replica:
Yo tengo toda variedad de yucas
Nudeniaca makei caini ibitana
Imanubacatá
Tengo toda clase de sembrados Nudeniaca makei ibitana
Banacaré tá
Urechiquei, varabiquei
Y usted tendrá que comer
Ibauacutá piyaca
Toda esta clase de sembrados
Yabanacaré
El otro contesta:
A mi no me hace nada la chicha
Kaneri catá imanicanua kei
Yaai iracaresicá
Porque soy como Güío y caimán
Manú nakeiri cainá nuakei
Chamananakeiri
Que aguantan las noches y el frío
Ideniari catá casariniiri nakei
Yo soy anaconda que bebe toda el agua Chavarivaricá nuakei
Ireri makeita uni
Sin ahogarse.
Camiritá isicumabá.
El otro dice:
Tome de esta chicha, hombre,
Pirrá irakaresi kei.
Que no es de veneno barbasco;
Camiri catá cuuna ituní yaai
Y si es de barbasco
Cuuna ituní cari
a la guacamaya no le hace nada
Caneitá imanicá ataru irí
Si usted es guacamaya
ataru caripiá
Tome con confianza.
Pirrá matuí banaitaní
Después de muchas horas el que se quede
callado, pierde. El que gana emite un grito eufórico "Eeeeeeeeeeee";
y se le viene otro contrapunteador. Los contrapunteadores pueden ser hombres y
mujeres. Permanecen de pie y mientras cantan balancean el tronco, pero sin
moverse del puesto. Casi siempre estos desafíos
terminaban en verdaderas peleas.
34. EL CARRIZO
Un instrumento infaltable en las fiestas
de la abundancia y en las ceremonias es el Carrizo. Instrumento de
viento, compuesto de flautillas unidas,
las cuales están debidamente ajustadas a
un tono cada una dentro de la escala musical. Con el carrizo se ejecutan varios
ritmos.
Este instrumento se origina de los huesos de los dedos de la mano
derecha. El instrumento primario tiene cinco flautillas o tonos. Cada dedo
sirve para un poder o una cualidad del individuo.
LO QUE CANTA EL CARRIZO:
PAJARITO
Nupirrana masibé Mi
pajarito domesticado
Tapiara cabá Se
vuela
Mainiberu capiá Usted
ya está muy vieja
Maini ari pisaní Ya
huele a sudor
Tananana na-na-ná.
ALACRAN
Charia yucaté piá Alacrán
te picó
Ayá, ayá pimaté usted gritaba
ay, ay
Tananana na-na-ná
ZORRO
Yariduna ichacá El
zorro va cantando
Keria piichacá en
la noche con la luna clara
Yacabá yacabá va
cantando, cantando
[1] Estos idiomas vivos son: Puinave, Curripaco, Piapoco, Sikuani,
Piaroa, Geral o Ñengatú, Warekena, Baniva,
Tucano, Desano,Cubeo, Wanano, Piratapuyo y Nucak Makú
Tananana- na-na-ná
CURUMARE
Curumare yetabá Curumare
se murió
Avema aré ramaté al
otro lado del mar
Curumare yetabá Curumare
se murió
Tananana na-na-ná. Tananana-na-na-ná
CHÁTARI
Chatari, pianá piracá Sirena,
vaya a tomar
Taicaré pianá piracá por
la tarde vaya a tomar
Taicaré piu uamicabá por
la tarde estará borracha
Tananana-na-na-ná Tananana-na-na-ná
El ejecutante del carrizo memoriza estos cantos y los va
soplando. Existen otros cantos, empleados para cada ocasión especial. “Eso no
se puede tocar en cualquier momento; es peligroso”. El baile del carrizo es una ceremonia, no es mero folclor. Otros
grupos indígenas bailan alrededor de las cuatro columnas centrales que tiene la
maloca; las columnas que sostienen el
mundo. Entran al centro demarcado por las cuatro columnas, cuando terminan y van a entregar el turno a otro grupo de
músicos.
35. LOS NUMEROS
1......Averi (uno)
2......Pucheiba (dos)
3......Maisibá (tres)
4......Bainoca (cuatro)
5......Avema uacapi. (Una mano, un lado de los dos brazos).
6......Averi aiba uacapi ivere
(un dedo del otro brazo. Ya se contaron los dedos de un brazo. Ahora se tiene
en cuenta el brazo contado más los dedos
del otro brazo).
7.....Pucheiba aiba uacapi ivere (dos dedos del otro brazo)
8.....Maisiba aiba uacapi ivere (tres dedos del otro brazo)
9....Bainoca aiba uacapi ivere (cuatro dedos del otro brazo)
10...Pucheiba nama uacapi (dos
brazos completos).
11...Averi uabarí ibere (un dedo del pie. Con el número
10 se terminaron los dedos de los brazos. Ahora se continúa con los dedos de los pies).
12...Pucheiba uabari ivere (dos dedos del pie)
13...Maisiba uabari ivere (tres
dedos del pie)
14...Bainoca uabari ivere (cuatro dedos del pie)
15...Avema uabari ivere( juntas manos y un pie)
16...Averi aiba uabari ivere (un dedo del otro pie. Con el quince se contaron las dos manos más un pie. Ahora se continúa con el otro
pie).
17...Pucheiba aiba uabari ivere (dos dedos del otro pie)
18...Maisiba aiba uabari ivere (tres dedos del otro pie)
19...Bainoca aiba uabari ibere (cuatro dedos del otro pie)
20...Averi uenaica katai (una persona completa).
40...Pucheiba uenaca katai (dos personas completas)
100...Avema uacapi uenaica katai imanubacá (dedos de cinco personas
completas).
Yaanasi es la unidad de medida, equivale a dos brazos extendidos.
Averi yaanasi: una brazada.
De lo anterior, podemos decir que podría ser un sistema
en base cinco a simple vista. Los conocimientos matemáticos son más complejos y tienen su propia lógica. El uno, se
encuentra en el dedo meñique de la mano derecha; el dos es el dedo anular; el tres es el dedo del corazón; el cuatro es el dedo
índice y el cinco es una mano completa.
E uno no es cualquier dedo; indicar el uno con el dedo
índice es una mala operación. Estos
dedos se relacionan con los huesos de
Yuruparí, con su poder.
Los conceptos geométricos son perfectamente conocidos y utilizados. A
simple vista podemos hallar figuras
geométricas trabajadas por los expertos indígenas, en las decoraciones de las
malocas, líneas rectas y curvas, círculos, triángulos, cuadriláteros, espirales,
etc. Igualmente se puede decir que la cestería es todo un arte geométrico. ¿Qué significado encierran los signos geométricos?. La
expresión material geométrica es la
realización de la concepción filosófica de la cultura. La
maloca indígena no es una construcción
adrede o casual. Cada elemento está perfectamente unido a un origen filosófico. Y en ese orden las figuras geométricas
de la cestería, de los trabados
dientes de los ralladores, etc, tienen
su significación relacionada con los hechos
lógicos y éticos de la cultura. La maloca es geometría y tiene que ver con la vida y la muerte.
36. AIRICO: LINDERO DEL
LLANO Y LA SELVA.
El Airico y todos los montes de
Barragua al oriente de Colombia, y de los Andes al Orinoco, toda esa franja habían muchas naciones nativas. Así decían los
Achagua. Del Orinoco para allá, al
oriente, en Venezuela, el Airico se llamaba Barragua o Barraguán. Los
Piapocos le decimos a esa gente antigua de la sabana los Achaba.
Nosotros tal vez somos los nietos de esa gente. Para los Piapoco nieto no
significa lo mismo que para los blancos; nieto es el descendiente de los antiguos. Al Airico
venían por tortugas Terecayes y toda
clase de comida. Después vinieron por
ser la mejor tierra. Los viejos visitaron toda la tierra alta, antes de
fundarse en Caribén. Pero otros más antiguos ya se habían fundado en el
Guaviare. En 1.725 los españoles
encontraron a Camuibay y a Irrijirre,
capitanes indígenas y se los llevaron para las misiones del Meta, en la sabana. La fundación de Caribén fue el regreso una vez más de los Piapocos al
Airico, esto fue en 1.930. El primero en llegar a Kalisa Kirreri o Laguna Colorada, fue Pirimisí,
que quiere decir el árbol de Ceiba, que después los evangélicos
bautizaron como Ramón Daniel Gaitán.
En tiempos de los españoles había
otra fundación en Guaco, río Guaviare. Fue cuando llegaron los Káviri y mataron
a los Piapocos. Los Káviri comían a la gente. Un viejo Chamán Piapoco que
sobrevivió alistó un veneno llamado Munuami; es el mismo Uanali;
es una piedra de color amarillo; con esa
piedra hizo brujería para matar a los Káviri. Colocó el Munuami en una canoa
hecha de la palma de cucurito; hizo el rezo y la mandó río abajo, detrás de esa
gente. En la noche, los Káviri escucharon un grito; y vieron un cachicamo de
fuego por la orilla que bajaba. Todos los que contestaron a ese veneno les
pegó fiebre y esa misma noche se murieron. El veneno gritaba como llamando
gente, y los Káviri contestaban con otro
grito. En esa época los Káviri vivían en
la desembocadura del Guaviare y el
Atabapo al Orinoco, donde hoy es San Fernando de Atabapo, en
Venezuela. Moqueaban a la gente, asaban la carne. Los antiguos Piapocos comían
carne humana también.
Los vecinos de los Piapocos son los Sikuanis. Los Piapocos llaman a los
Sikuanis Uuaiba; así se refieren
a los Sikuanis buenos, allegados a los Piapocos. Les dicen Chicueinis o Sikuanis a los que viven por ahí andando en
la sabana y son bravos. Los Piapocos también le decían Chicueinis a los
indígenas Cuivas; con esos, los Piapocos tuvieron guerra. Pero a los Sikuanis no les gusta que
les digan Uuaiba, ni Sikuanis. Les gusta que les digan Tamojó, que quiere decir
cuñado. También éllos dicen a los
Piapocos "Tamojó". Para los Sikuanis los Piapocos son la gente "Dejanni".
Una vez, viajaba un Piapoco con su hijo mayor por el río Guarrojo. Los Cuivas se enterraron en la arena para tenderles la
emboscada. Otros se escondieron en el pasto. Salió un Cuiba solitario y los
llamó: "Eeeeeeee, arrimen aquí". El viejo salió de su canoa, medio hablaba Cuiba. En esas aparecieron los demás y lo mataron con palos.
El hijo se salvó, empujando la canoa y se regresó a la casa.
Se reunieron los Piapocos y estuvieron tres meses fabricando armas,
fechas, arcos, venenos y los rezos para matar gente, para hacer dar miedo al
enemigo, para que el arco enemigo se parta y la flecha se desvíe. Los Piapocos
se fueron a la sabana a esperar a los
enemigos. Vieron muchos Cuivas.
Se fueron al encuentro de los ellos.
Oyeron el grito del Cacique enemigo que venía con toda su gente armados de
flechas. Los dejaron que se acercaran más. Los Piapocos los flecharon en el ombligo
y en la vejiga. Los Cuivas avanzaban y los Piapocos de para atrás. Duraron un
día hasta que quedaron poquitos Cuivas.
Estos dijeron a los Piapocos:
- "Ustedes nos mataron sin motivo".
- No. Ustedes mataron a mi papá en
la playa del Guarrojo. - Contestó el Piapoco.
Los Cuivas no se volvieron a meter con los Piapocos.
37. PARENTESCO AFINIDAD,
Y FAMILIA.
Yo me puedo casar con la prima
que es hija de mi tío. Pero no lo
puedo hacer con la prima que es hija de mi tía, porque esa prima es hermana
mía, por ser hija de la hermana de mi mamá. A esa prima yo no la considero
prima sino hermana. Los primos que resultan de un hermano y una hermana se
intercambian entre sí para el matrimonio, se pueden casar. Pero los primos que resultan de dos hermanos
varones no se pueden casar. Porque estos
primos son considerados hermanos de sangre. Esa era la costumbre atávica. Así
se formaba una nueva familia, y se conservaba el grupo familiar y las
costumbres. Un muchacho Piapoco, también le dice "Papá" al hermano de
su papá.
El muchacho pretendiente, debía
vivir un tiempo con el suegro, ayudándole y demostrando sus habilidades.
Trabajaba en la sementera, en la pesca, en la cacería; ayudaba en la construcción de las viviendas y en la confección de los
utensilios domésticos como el sebucán para exprimir la yuca.
Pero antes de casarse al muchacho le hacían la fiesta, no del
matrimonio, sino la fiesta del Yuruparí. Esta fiesta era una prueba que le permitía pasar a vivir
al mundo de los adultos. Ya dejaba de ser niño. Esto se hacía cuando el
muchacho cambiaba de voz. Ahí en la fiesta que era solamente de hombres, el muchacho probaba la
chicha y probaba el Yopo; en otras etnias tomaban Yagé. Tomar el Yagé o inhalar el Yopo era como un examen para el
muchacho. Los viejos maestros decían al ver al muchacho: éste va a servir para esto o para lo otro. O no va
a servir para determinadas cosas. Los muchachos
valientes que superaban las
alucinaciones, eran escogidos
como guerreros del grupo. Así era como se escogían los guerreros, los
que iban a pelear con otra gente. En la prueba del Yagé o del Yopo se sabía si
eran buenos o no para la guerra, o como
otros decían "para la cacería de
gente". Esos guerreros comían la carne de sus enemigos. Cuando
regresaban de una expedición traían
en los mapires terciados
a la espalda, carne asada de los
enemigos. Así se sabía que eran buenos guerreros; ese era el prestigio y las
gentes los querían y los admiraban. Ser guerrero era un honor grande.
En esa fiesta de Yuruparí se
sabía para qué iba a ser bueno el muchacho. Cuando pasaba la fiesta, quería
decir que ya era miembro de los adultos y se podía casar. En
esa época no había comunidades grandes en el Airico, porque la gente andaba por
ahí regada en grupos. Los suegros andaban con sus yernos y sus mujeres. Los
hombres importantes, los jefes, los Chamanes, podían tener varias mujeres. En
1.725 los españoles que vinieron al Airico, se encontraron con un Capitán
indígena llamado Camuibay, que quiere decir "hoja de verano".
En esa época los españoles conocieron a
los indígenas Piapocos con el nombre de Amarizanos, Enaguas, o Caberres, estos poblaban las orillas del río Guaviare.
El objetivo del padre Rivero que encabezaba la delegación, era convencer a
Camuibay para que se cambiara de
lugar de vivienda y se fuera con él
a poblar un punto de misión en el
río Meta. Camuibay se negó entre otras
razones porque aquí podía tener varias mujeres; y, además, porque había que esperar a que pusieran las tortugas
Terecayes. Era diciembre. Todavía en 1.985 se oía hablar de Busutú, que quiere decir Sapo que tiene mucha leche. Vivía por los lados del río Vichada y podía tener
varias mujeres. Esa era la costumbre. Pero todo se cambió con la llegada de los
misioneros.
Una razón para cambiar de lugar de residencia era la muerte de uno de
los miembros. Lo enterraban ahí en la casa y se iban. Así se preservaba la
salud del grupo.
El tiempo para saber si una mujer ya era adulta era cuando le llegaba la primera menstruación.
También le hacían una fiesta y le ponían muchas pruebas. Había que sufrir
mucho. En las pruebas se conoce también para qué va a servir. La llevaban a la sementera y la ponían a cargar mucha yuca,
unos mapires o canastos pesados. También le tocaba rallar a élla
sola toda esa yuca. Le rezaban los
alimentos y en esos días no podía comer
con sal. Y le daban el remedio para que no quedara embarazada. Cuando ya se
casaba le daban la contra para que pudiera tener hijos.
38. CANTOS
1. CANTO DE CHASE O DE TUCÀN
Idioma piapoco
Chase, Chase numasanacai Tucán, Tucán, digo
Nuacaná mibá cuando me vaya
Aiba uni ibereba. A otra agua
lejana
Canasicá achuma pivavamina
¿Por qué está triste
nubaliná por
mí
Nuacaná mibá aiba uni cuando me vaya a otra agua
Uabiali ibere del río Guaviare.?
Cairripinata nuinaidacabá pibalí
siempre la pensaré
Nute piná picacanaba llevaré su recuerdo
Nuababalicú
en mi corazón.
Nuacainá numapiri, chasenacá
Porque yo, tucancita,
Yaleriba Uabiali vuelo por
encima
Yasu analima ibicauba de la selva del
Guaviare
Nuacaná mibá Cuando me vaya
Aiba uni ibereba a otra
agua lejana
Camita quirinamá numaní nusanabá
nunca volveré a cantar
Icha niai inirrichá iminanaica
Y los iniridenses
Camiyeita yaliaba no comprenden la tristeza
Uabiali Iminanai ibalí niera de los guaviareños.
Canasicá achuma pivavá ¿por qué se preocupa
Nuasú eri nuacabá por el díaque me
vaya
Cayaba cainá numacá piriyaná
porque bien le dije a usted
Camita yalimata nuacabá yo nunca podré ir
aiba uni ibereva a otras
aguas lejanas.
- MARIA CARMEN
Canto en
idioma piapoco
Nupirrana masivè Mi pajarito
Tapiala cabajì. se me fue.
Mainiverru capiajì. Seguro porque
está viejita
Maria Carmen, carmen María Carmen, Carmen
Macapucu inava inàvani la del vestido ancho
Uapiana quèrrale quèrrale Vamos a buscarlo al Vichada
Chavana cainuavade
denuavade Yo me voy por aquí
Chavana caipivade depiavade Usted se va por allá
Devaducaleva nulèvanu Ya llegamos.
- IMAG BOT. LOS PESCADORES
Versión en idioma puinave
Imag bot da iyun ot Ahí vienen los pescadores
cajaba yug cajatee. en sus canoas remando.
Jöböt wög tee da La luna los va alumbrando
ca malla juicatau ö la malla éllos van rodando.
- IBALANI. LOS PESCADORES (versión en idioma
piapoco)
Nacava nese
ibalánica Ahí
vienen los pescadores
Naidani irricú natenanacava En sus canoas remando
Querri icana yacavania La luna los va alumbrando
Nava taida na malla La malla éllos van rodando.
El punto común de los indígenas
con los occidentales y demás hombres del mundo, es su humanidad, identificada por un sentimiento, una pertenencia y una
conciencia. La diferencia está en la
manera como se da esta humanidad, o sea, como se pertenece, como se siente y
como se piensa.
39. CULTURA DEL PRESTIGIO
Todas las actuaciones de los dioses, de los espíritus, son prestigiosas.
Actuar conforme a ello es la meta de cada persona y grupo. Olvidar cómo
actuaron estos creadores y formadores es estar en desventaja. Este aspecto tiene que ver con la psicología indígena.
El prestigio social proporciona
la autoestima tanto al individuo como a la comunidad. Ejemplos de
hechos que dan prestigio:
EL PRESTIGIO DEL HOMBRE
1.
Casarse, tener mujer; ser aceptado en un clan.
Es signo de empoderamiento, de garantía de protección. Se tiene la fuerza
del grupo para la defensa. Lo que es con uno es contra todos. Los casados conforman un grupo social visible y muy
distinguido en la comunidad.
2.
Tener hijos. No tener hijos es sufrir una gran decepción, vivir sin esperanzas. Esta carencia se suple con los sobrinos; quienes
se dirigirán a él llamándolo tío. El
hijo es el más grande orgullo. Da sentido, direcciona el quehacer del padre. Tendrá un motivo más
para cazar, pescar, vivir el día.
3.
Hacer conuco (tumbar, quemar y sembrar). Darlo a la
mujer. Hombre que cumple con este deber es elogiado; siempre admirado; es un
hecho que consolida la unión familiar, con la suegra, el suegro, los cuñados.
Implica vivenciar el concepto de propiedad sobre la tierra, en relación con los
espíritus que allí viven y que permiten que
fructifique los sembrados; no es una propiedad para mi libre albedrio,
para darle cualquier uso, sino que es la
oportunidad para realizar la ley ancestral. La tierra es un cuerpo divino,
vivo, es el cuerpo de Kaalitairi
(espíritu de la Tierra), tío de los hombres; dio su cuerpo como alimento. En el
principio del mundo el Dios Kaali vio muy pobre a Iñapirriculi, su sobrino,
(Dios creador de la cultura curripaco) y le dijo:- “cóma de mi cuerpo que es de casabe”- y sacó un pedazo de su
costilla y la dio a su sobrino. Iñapirriculi rezó un pescado y una lapa; así
hicieron el primer ajicero (comida) del mundo. Después el Dios tierra sacó todos los instrumentos y rezos relacionados con la agricultura y la alimentación. Para sacar
las plantas que se cultivan en este mundo se convirtió en el árbol Kaaliwirinai (el árbol de todas las
plantas cultivadas); fue sacrificado, cortado y cayó; así sus frutos se esparcieron
sobre la tierra y donados a todos los hombres del mundo. Permitió ser
desprendido del cielo y convertirse en alimento para los hombres. También en el
principio ofreció su cuerpo para ocultar
a Tiye (el Dios fuego) y así permitir
la vida y la formación de la naturaleza actual. ¡Un dios muy generoso! Oh, Dios
Kaali, tío nuestro.
4.
Sembrar la mejor calidad de yuca y saberlo hacer.
Lo primero repercutirá en la calidad del casabe y del mañoco, en su color,
sabor, etc. Lo segundo afecta la
dificultad o no de la mujer para
arrancar el producto. Una semilla enterrada muy verticalmente hará que el tubérculo se profundice mucho,
dificultando su arrancado. Quien la arranca es la mujer. El mejor enterrado de
la semilla es de manera oblicua, semi horizontal al suelo; el tubérculo al crecer no se enterrará tanto.
Será fácil de arrancar.
Este detalle afecta las relaciones de pareja. Tiene
que ver con cultivar el amor o debilitarlo. Por eso el marido cuando va a sembrar
su conuco invita a los amigos más expertos para que le ayuden al buen éxito y se cuida de no invitar a los
que no le tenga confianza o a personas desconocidas, porque le pueden dañar el
conuco. Igualmente esta calidad se relaciona con si el conuco es nuevo o viejo.
El conuco nuevo tiene más nutrientes, por lo tanto dará el mejor fruto. La mujer estará muy contenta,
exhibiendo su yuca y esto le proporciona prestigio, tranquilidad, alegría,
motivación; es una persona muy visitada; bien comentada en la comunidad.
5.
Traer buen pescado y buena carne de animal de monte. Los peces están clasificados por su
calidad. Por ejemplo es de más calidad una palometa
que un “chillón”; o es mejor
un bocón
que un bocachico (peces de escama; o
es mejor un bagre que una sierra o un cajaro (peces de cuero); también es importante el tamaño junto con la calidad. Un
pez grande y exquisito de escama es la cachama. Es un regalo precioso a la
mujer y a los hijos y a los familiares y amigos con quien se comparte. Este
pescador es digno de admiración; y así será su alta publicidad en la sociedad.
Será muy prestigioso. Así mismo respecto a otras presas de animales grandes;
tal es el caso de quien mata danta o cafuche o venado. Una carne muy apetecida es la de la lapa. No cualquiera
tiene la habilidad y la suerte y el conocimiento para atrapar a estos animales.
Casi siempre el buen cazador tiene como
su primera virtud conocer una “salado”,
es un sitio especial donde llegan
distintos animales a lamer el barro salado.
El pescador que llega con una sartica de peces
pequeños y no de buen sabor, es
criticado, si tiene mujer e hijos; esto se le permite a los niños que están aprendiendo;
pero ni siquiera a un joven. Por eso en las faenas de pesca y cacería los
hombres prefieren durar todo lo que sea en el monte, hasta hallar la presa o el
pescado del prestigio y no llegar
derrotado a casa. Esto es tan importante porque está relacionado con el
amor. Este sentimiento se materializa con
esto, en gran medida. Cuando se galantea a una muchacha, el hombre le
manda pecados o carnes. Si las recibe es señal de aceptación. La crítica y las
burlas para un mal cazador o pescador no
se hacen esperar, pero dirigidas a miembros del grupo y con fines reparativos y
positivos. Todos los aciertos o desaciertos
de las personas de la comunidad son los temas de conversatorios y de risas. Pero estos comentarios “malos” se
hacen a las personas del núcleo familiar. No se deben hacer burlas a personas
que no sedan allegadas al grupo
familiar.
Todo esto es aceptado porque es
como una suerte de evaluación y el criticado tiene una advertencia para que
mejore y ese será su empeño. Igual sucede en los oficios de mujeres. Los
indígenas como característica social ríen mucho. No hay que interpretar esto
como burla, sino que un buen conversador, hace reír hasta la carcajada a los
interlocutores. Esta risa y este diálogo
libre, suelto, permanente, hace que las personas no se guarden anda en
sus conciencias, que estén desahogadas y
de esa manera se libran del mal
de conciencia y de los remordimientos. Ello hace que los complejos se superen.
La timidez entre ellos no parece
existir. Y es porque se conocen mucho.
1.
y la envidiarán; y reclamarán a sus maridos uno
igual. Los tejidos de menor calidad
permiten que no exprima bien y que la
masa de yuca salga. Esto molesta mucho
a la mujer, porque le daña el trabajo y claro, le achaca este problema al
marido. Ahí vendrá otra pelea y otro reclamo.
El hombre
dueño de este prestigio es
admirado fuera de su territorio; personas de otras comunidades lejanas lo
buscan para obtener sus productos, por medio de intercambios.
2.
Poseer conocimientos secretos sobre plantas medicinales,
venenos y ritos de sanación, es un gran
prestigio. Pero usar estos conocimientos para hacer mal, enfermar o matar es un
gran desprestigio que recaerá sobre esa persona; se le tendrá cuidado. Los
chamanes “buenos” que curan, son de gran fama y recibimiento. Ser chamán o payé
bueno implica conocer la historia y la
ley ancestral; interpretar fielmente la tradición; conocer a los Dioses y a los
espíritus gobernantes de la naturaleza.
3.
Manejar con calidad las artes rituales: la danza,
los cantos, los rezos, la música, las
pinturas; hacer los instrumentos de música, afinarlos; elaborar trajes,
coronas, collares.
4.
Ser un buen nadador, conocer el río. Conocer el
territorio, saberse orientar en la selva, no perderse. Conducir a su gente con bien hacia el lugar de destino;
esto implica saber la dirección de los vientos y el movimiento de los astros. Los indígenas en
gran medida son andantes, tener la capacidad de guía es una gran virtud.
5.
Conocer los protocolos para hacer cada cosa y para comportarse en cada
ocasión. No hay cabo suelto en el mundo indígena. Esto da la prudencia y la
aceptación por parte de los demás. Por ejemplo, el cazador debe elegir el
sitio donde realizará su faena,
reconocer el propietario, sino es su propio territorio, identificar al dueño
y pedirle permiso. Si lo obtiene puede ir, si hace lo contrario se
considerará un ladrón, usurpador y se meterá en problemas. Además cuando
suceden estos casos de usurpadores, los propietarios acostumbran colocar “trampas”
o señales de peligro o de advertencia; ales como chuzos enterrados en esos caminos,
a veces envenados. La selva parecerá de nadie a un desprevenido observador
occidental y la considerará “terreno baldío” o de la nación colombiana. No es
así; cada sector de la selva tiene
propietario humano, indígena, identificable. Igual sucede cuando se va a
escoger un sitio para tumbar con fines de conuco. La propiedad es ancestral,
y su uso
por parte de persona diferente al
dueño, se hace con permiso temporal; nunca de venta perpetua. Los permisos se
relacionan con intercambios o trueques.
6.
Participar en
las reuniones y actividades
comunitarias.
7.
Relacionarse
con su medio ambiente, material e inmaterial. El resultado es mantener
la selva exuberante y un pensamiento ético
orientado hacia el bien comunitario integral donde en este concepto cabe
no solamente el hombre sino la naturaleza y se conjugan en una sólo familia. La
selva entonces es un mundo bueno, una madre segura. Esta cualidad es la mayor
de todas y su consecuencia es el
equilibrio social y natural; la
felicidad, la sabiduría y un plan de vida transcendente.
EL PRESTIGIO DE LA MUJER
1.
Tener hijos y marido.
2.
Tener conuco. Esto es, tener su propia yuca, poseer
comida de sobra. A veces la mujer que no tiene conuco se ve obligada a pedir
yuca; eso es humillante para ella. Y esto es responsabilidad del marido.
3.
Que se vea el humo en su cocina. Esto indica que
tiene alimentos, que tiene un esposo. La mujer que pide las cosas elementales como mañoco y casabe es mal vista. Y el pedir es como una
humillación para ella.
4.
Mantener murujúi. Ese producto es el
condimento que da el sabor
característico al casabe y al mañoco. Se hace de la yuca brava fermentada. Se
localiza en un sitio en el agua, junto al puerto. Tenerlo es señal de una señora con familia bien organizada, dueña de
conuco y con buena alimentación.
5.
Verse bien físicamente; más bien robusta. Es una
suerte de belleza. Las personas hablarán bien de ella, como “que el marido sí
la quiere”; “sí le da buena vida”, “sí le consigue comida”, etc. De una mujer
flaca se opina lo contrario.
6.
Tener ollas nuevas. Antes estas ollas eran de
cerámica decoradas, pero se han ido reemplazando por las de aluminio. Esto se
aplica a todo el menaje de cocina. Si las ollas no están nuevas, al menos
brillantes. Dos ollas importantes deben tener este brillo: la olla pequeña “yucutera” y la olla grande para
traer agua limpia desde el caño. Estas
ollas son públicas, las ve todo el mundo. De tal manera que a la señora sí le importa el qué dirán de sus ollas. Un
obsequio bonito y de gran utilidad para
una mujer son estas dos ollas y en general el menaje de cocina, esto incluye
toda la cestería y aparatos para hacer el casabe y el mañoco y demás alimentos.
Tener estas cosas es de gran prestigio y satisfacción. Pedir prestadas estas
cosas constituye gran humillación para la mujer.
7.
Tener un cutis limpio y no tener canas. Lo primero
se logra aplicando mascarillas con pendare que es una leche (látex) parecida al caucho o al
chicle. El pelo negro natural se logra
untando la manteca de danta. El remedio de danta se exceptúa para los
piaróas que no la matan ni la comen, por
ser su animal ancestral.
8.
Tener sus vestidos s y sus adornos nuevos.
9.
Participar en
las reuniones y actividades comunitarias.
10.
Conocer los protocolos para hacer cada cosa y para comportarse en cada
ocasión. Esto hace a la mujer sabia y prudente.
11.
Ser generosa hasta donde tu ojo alcance
12.
Bañarse con un río o una laguna.
13.
Saber relacionarse
con su medio ambiente, material e inmaterial. El resultado es una la
selva exuberante y un pensamiento ético
orientado hacia el bien comunitario integral donde en este concepto cabe
no solamente el hombre sino la naturaleza y se conjugan en una sola familia.
La selva
entonces es un mundo bueno, una madre segura. Amarla es una virtud mayo; y su consecuencia es el equilibrio social y natural.
SEGUNDA PARTE
EL
MUNDO INTERCULTURAL
1. LAS ALMAS DEL MESTIZO
Mi hijo el mestizo tiene tres
almas:
La primera, es el alma
indígena de su madre, la de sus abuelos maternos. Lleva el medio ambiente de
los indígenas pegado a su cuerpo. Tiene el olor del pescado, del cazabe, del
ají, de la carne de monte, de la fruta silvestre. Hacia la maloca viaja con su mente y su cuerpo. Va de su casa a la maloca. Es uno de sus caminos de vida.
Lo he visto salir trajeado para esa visita. Se pone su lenguaje indígena como
algo imprescindible que tiene, como la fecha a su arco, como el pez a su río. La alegría que lleva es tan sencilla, sólo
le basta con ver a sus primos, a sus tías, a sus abuelos, a las lagartijas, a
los micos domésticos, al perro
saludador. Su alegría se llena tan sólo al oír el “neni azieli”, el saludo indígena, “hola hombre”; el “aquialé
piapiyá”, la invitación franca “venga coma”. Él es feliz
con la cerbatana, con el arco. Con sus amiguitos construye esos instrumentos
y juegan a ser grandes cazadores. Son sus sentimientos de
prestigio y alegría, de razón de ser, de autoestima plena. Lo veo. En ese viaje
por el camino de la maloca va como una Pata sola. Sólo lleva una pierna; pero
en realidad tiene tres; las otras dos las lleva ocultas; la que muestra es la
pierna indígena que el camino reconoce y lo libra de todo mal.
Hay otro camino que mi hijo recorre: es el de su
casa a la ciudad. Lo he visto ponerse su
idioma castellano encima; vestirse con la camisa de moda. Con sus gafas
negras y su grabadora sale como un “bacán” con su gran sonrisa blanca. Allá
parece un Blanco más, un joven moderno. En la esquina de la ciudad con su
gallada toma cerveza o refrescos gaseosos; fuma cigarrillo con gran estilo; va
a los videojuegos; anda en motocicleta y es experto en la música de moda. Sin
embargo, a veces lo veo cojear, porque ese camino lo sigue recorriendo en forma de Pata Sola. Ahora lo hace con la otra perna, la
que es blanca y usa calzado. Es la adecuada para esa vía; es la que reconoce
ese camino y lo libra de todo mal y le procura el pan de cada día en ese mundo.
Allí, mi hijo compite por la
sobrevivencia con sus habitantes naturales.
Y lo he visto llegar a casa, y abrazar a su madre indígena y a su padre
blanco. Allí se la juega para conciliar en su alma esos amores, sus
sentimientos. Lo he visto mover sus ojos de loro; los acostumbró ya; con uno
mira a su madre y con el otro a su padre. Cuando piensa hace la pausa, mueve
sus ojos antes de hablar en su casa intercultural. Espera… Primero su
conciencia hace un viaje a la maloca y otro a la ciudad. Piensa, concluye y
habla con otro tono, otro volumen de voz. Es que le ha tocado acomodar dos
mundos y crear un tercero que es lo que
él es ahora: el segundo mestizo, el hijo
de los indígenas y los Blancos de
América[1].
2 EN EL
LINDERO DEL TIEMPO
Los problemas de los
indígenas radican en el alejamiento de su conciencia atávica del tiempo y su
acercamiento al tiempo cronológico occidental. Después de toda una tradición
milenaria, de tener una mentalidad formada a través de innúmeras generaciones,
entrar en tan sólo una generación al concepto de tiempo histórico, es sin duda
una contradicción, algo antinatural, un grave desajuste. No porque no se pueda
hacer, sino por lo brusco del cambio; sería como cambiarle de repente el
hábitat natural al pez, del agua inmensa sacarlo a la tierra húmeda, apenas con
algunos charcos. Así la vida es conflictiva y es agonía. Un cambio así es negativo y posiblemente no le permita
sobrevivir y si lo hace no estará en iguales condiciones a los otros
convivientes; estará en desventaja.
Muchos pueblos de la Amazonía
formados mediante la propiciación de la colonización y la explotación de
recursos naturales, están en el lindero del tiempo. Los indígenas que viven en
esos pueblos marchan de un lado para el otro de la línea central. Hay tres
leyes, tres costumbres: la indígena, la occidental y la que está formándose resultante de esta
interculturalidad. ¿Qué hacer? ¿Cómo afrontarlo?
Las autoridades
gubernamentales están preocupadas por esta realidad. Hay indígenas que ya no
viven en su comunidad, sino que viven ahora en estos pueblos que van
paulatinamente tomando la forma de
ciudades. Los indígenas con los blancos están formando ciudad, en un ambiente
regido por leyes occidentales; causándose unos conflictos muy particulares. Y
se requiere saber resolver estos conflictos.
El problema no es quién
dirime los conflictos de los indígenas,
sino cómo. Por ejemplo, la oficina gubernamental llamada "Bienestar
Familiar", conoce casos de matrimonios indígenas con problemas donde se da
la separación de cuerpos y se pelea por la custodia de los hijos. La madre los
reclama, el padre también, y lo mismo hacen los abuelos, al enterarse en su
comunidad. Los indígenas tienden a actuar y a solucionar los asuntos de acuerdo
a la cultura atávica. Su conciencia es más indígena, por mucho castellano que
hablen. No entenderán que estos problemas se resuelvan al modo de los blancos.
Veamos otro ejemplo: remitir
un niño de la selva a Bogotá como en ocasiones lo hace la Institución oficial
de Salud, es para la madre, para la familia, para la comunidad como un viaje
"negro", fatal, incierto, a otro mundo desconocido y negativo, donde
lo más probable es que allá maten al niño y lo traigan congelado en una caja de
hierro. Estas presunciones son el fruto de la confusión cultural y en cuya
asociación mental la responsabilidad
recae con todo el peso del
señalamiento sobre la medicina occidental cuando el resultado es fatal.
Este lindero del tiempo,
existente en estos pueblos amazónicos, marca conflictos y posiciones cuyo
origen es atávico. Por ejemplo en este ambiente o lindero cultural el indígena
siempre verá al blanco, o el no-indígena
como el culpable. El niño que
fallece en el hospital fue porque "allá lo mataron". No acepta la
explicación científica de la patología dada por el médico. Una de esas razones de desventaja del blanco es su ubicación geográfica. Está en terrenos ajenos
ancestrales. Es como el entrometido.
En ese lindero que viene a
ser "el nuevo mundo" de cosas, y que se convierte en franja que se
expande, crece la desconfianza, el resentimiento, y en fin multiplicidad de
conflictos; asunto que es necesario atender para evitar problemas mayores, en aras de la mejor
convivencia y calidad de vida en dicha franja, dedicándole el estudio y
atención necesarios.
3 LAS
CONCESIONES DE OCCIDENTE
Pareciera que la condición que está poniendo el occidental
es que el indígena se occidentalice, que le hable y se presente en el estrado
occidental. Y es que el occidental sólo entiende
el idioma occidental. Parece que el indígena fuera más inteligente, se
acomoda más fácil, aprende el castellano, además de su lengua materna y dos o tres más de sus vecinos. Al menos, la
mayoría de los indígenas en Colombia hablan castellano. Y han sido éllos los de
la iniciativa de hacerse entender; han
ido de muchas maneras al occidente para hacerse reconocer. Fueron como
indígenas y terminaron incomprendidos,
negados, perseguidos, como Atahualpa, como Moctezuma, como Manuel Quintín Lame,
etc. Ahora se están presentando como "blancos", cargan dinero en
los bolsillos y ganan elecciones. Y se están haciendo entender. Ahora se han vuelto senadores, abogados,
licenciados, en fin, "profesionales" y ahí están haciéndose entender.
Y es de esta actitud de donde provienen las últimas concesiones arrancadas a
los occidentales. ¿Cuándo un occidental se ha hecho profesional en la cultura indígena, titulado (reconocido)
por un Chamán o por el jefe indígena y
por la comunidad?. De existir, será algo muy escaso; esfuerzos
individuales de unos pocos; pero eso no
será nada para occidente que sólo
reconoce los títulos de sus
universidades.
Cuando se mira a un indígena
en la televisión, siempre su mensaje está dirigido hacia el reconocimiento de
ambos bandos. Sabe que así como él reclama, el otro también. Uno piensa que la
realidad colombiana, en este caso, se agranda; no se mira como una cosa aparte,
sino nuestra, con interés, vemos la
cultura indígena, como si descubriéramos algo nuestro que se nos venía
ocultando.
4 LA FRANJA
INTERCULTURAL
El encuentro de las culturas
produce una franja heterogénea donde los individuos ya no están en su cultura, ni en la otra. Es
otra cultura. Pero la importancia de esta franja, es porque allí se ubica la vanguardia de la
cultura que reclama reconocimiento y que es vista como "inferior" por
la otra. La franja es la atalaya donde la dirigencia indígena se mueve en aras de la
autodeterminación. Es aquí donde se ubica el quehacer externo de la comunidad
que es el ejercicio de la lucha y la diplomacia por el reconocimiento.
Es indudable que el modelo predominante en esta franja es el
occidental y el gran reto de quienes viven ahí es el de afrontar con éxito
dicho modelo. El quehacer aquí es distinto al quehacer en el corazón de la
cultura. Los planes de vida o modelos de
convivencia deben afrontarse con características muy particulares al
modelo consuetudinario de la cultura de donde proviene el individuo.
Franjas típicas son las que
se observan en los pueblos de la Amazonia y la Orinoquia formados mediante la
colonización occidental (y colonización
indígena). Estos pueblos-ciudades son las actuales capitales de los
departamentos, donde se encuentran gran parte de los asentamientos indígenas.
En otras regiones de Colombia y en otros países, con fuerte presencia indígena,
sin duda se presenta una situación análoga.
La franja, se puede afirmar,
es otra cultura en ciernes. El individuo que la conforma puede optar, esto es,
puede desprenderse totalmente de su cultura atávica, olvidando, y adoptar la
otra. O por el contrario, conociendo otra, sin olvidar, da la lucha por el
reconocimiento de su cultura. Y es en este conflicto de identidad, de optar,
donde se mueven los dirigentes indígenas. Es la lucha más grande que afrontan
como personas, es la gran crisis a superar, el gran reto de la dirigencia y de
la cultura. Aquí es importante mencionar el papel que puede jugar la comunidad
en el apoyo a las personas ubicadas en esta franja. Muchos dirigentes indígenas
reconocen que la gran fuerza para seguir adelante la reciben de la comunidad,
de los viejos, de los Capitanes, de los chamanes. Los ha salvado el no olvidar, el conocimiento de su cultura. Es
bueno llamar la atención acerca del papel activo que puede cumplir la comunidad
como núcleo cultural en la lucha por el reconocimiento ante las demás culturas
existentes.
En esta cultura en ciernes
están las bases y el génesis de la
cultura mestiza latinoamericana. Muchas claves más, podría enseñar esta franja,
acerca de los elementos esenciales que guían la cultura latinoamericana.
También es bueno mencionar
que esta franja, como rescoldo occidental, produce un tipo de colono marginado;
porque no es un colono, alguien que vino
por voluntad y que tiene real capacidad de colonizar e ir a la
vanguardia y ser solvente, sino que es un desplazado, y como tal pobre, se diría que paupérrimo, más pobre que
el indígena mismo si lo miramos materialmente como lo miraría un occidental; y
en total desventaja frente al medio geográfico, frente al indígena, y con otra
mentalidad; le toca habérselas a como de lugar, enfrentarse a la naturaleza,
aprender a pescar, a comer distinto, a
vivir distinto, a dormir distinto, de la cama pasar a la hamaca, a
defenderse de las fieras, a soportar los insectos, acostumbrarse a otro
silencio, a otros murmullos; mejor dicho, para sobrevivir debe aprender a ser
indígena, a ser distinto. Muchos de estos Colonos aprendieron a vivir con mujeres indígenas por
necesidad en todos los sentidos; la mujer indígena fue su mano derecha, su
punto de apoyo eficaz. Cuando a la selva llegaron las distintas bonanzas
económicas, por la explotación de recursos naturales, como el caucho, las
pieles, la coca, el oro, volvían sus ojos,
y su quehacer a estas bonanzas, esperanzados, al fin, como hijos de
occidente, de encontrar su oportunidad
perdida. Y de verdad muchos la tuvieron al modo de occidente, esto es,
consiguieron plata, pero no tenían la técnica, el conocimiento, la cultura para
manejarla, y pronto se les perdía, se les esfumaba, y la inmensa mayoría,
pronto quedaba en la misma pobreza de antes.
5 MENTALIDAD
FRANJA
La franja además de ser un
hecho material es un estado de
conciencia; es una manera de sentirse. Esta franja se ubica dentro de varios espacios geográficos,
donde quiera que se mueva el individuo. Vive
dentro de las mismas comunidades. Muchos indígenas que viven
materialmente dentro del caserío tienen una
"mentalidad franja". Viven ahí como refugio, como
última instancia; pero apenas tienen oportunidad, su mayor deseo es llegar a tener lo que tiene el blanco. Apenas
pueden, viajan a la ciudad, al pueblo de los blancos más cercano. Allí gastan
toda la plata preferentemente en la adquisición de radio grabadora, ropa y licor. Y una vez
están sin nada, regresan; la comunidad es su salvadora, su "última instancia", de nuevo.
Allí, tratarán de trabajar almacenando productos comercializables: cortarán
fibra de Chiquichiqui, para las escobas; bejuco de Mamure, o mimbre para las
artesanías; sacarán maderas o harán canoas para vender, o buscarán oro, etc.
Saben que sólo así, pueden ir al pueblo de los blancos.
En la medida que tengan
éxitos económicos, irán penetrando más hacia la franja. Muchos indígenas en la
maloca se abstienen de ir al pueblo "porque no tienen plata"; otros
dicen que no tienen ropa apropiada. Sin duda, la curiosidad los trajo la
primera vez y "aguantaron hambre", la pasaron mal. Esa es su queja principal, que en esos pueblos se
aguanta mucha hambre, si no se tiene
plata.
Por eso cuando se aventuran a llegar al pueblo llevan su
alimento: casabe, mañoco, pescado seco, en harina, o moqueado (cosido al humo ). Generalmente estos que se
[1] Los blancos de América. Esta expresión equivale a la expresión Los
segundos mestizos. Los Blancos para los indígenas son los mestizos de América.
Los primeros mestizos son los mestizos hijos de españoles e indígenas.
aventuran así, lo hacen porque tienen familiares
viviendo en el pueblo, y allí llegan donde
esos familiares en son de visita; aunque, además, su curiosidad es
conocer todo lo que se mueve de novedoso en la franja.
Los osados que se aventuran a
viajar sin tener familiares lo hacen porque tienen algo qué vender, para poder
comprarse algo para el regreso o sencillamente para pasar sin afanes los días
de visita. Otros lo hacen obligados a trasladar un familiar enfermo hasta el
hospital. Se instalan, si es verano, en una playa del río cercana al pueblo, u
ocupan casas abandonadas, o la parte inferior de casas palafíticas,
preferiblemente a la orilla del río (por lo del agua). También pueden ocupar
los albergues de paso que han empezado a construir el gobierno y las
organizaciones sociales para atender este hecho.
Es aquí en este tipo de
indígenas franja donde los colonos y
comerciantes blancos encuentran la mano de obra barata y su punta de lanza para
penetrar el corazón de la comunidad, para vender sus productos y extraer sus
riquezas. Ayudar a la comunidad es una tarea que empieza concientizando a estos
indígenas franja y a la misma comunidad de lo que está pasando.
Cuando por desconocimiento, más que por equivocación un comerciante blanco o
colono negocia con un indígena que no es de la franja y lo "avanza"
para que realice el trabajo, el resultado es catastrófico para el comerciante,
se le pierde la inversión. El indígena recibe el avance en dinero o en
mercancía y posiblemente trabaje algo, pero sin cumplir a cabalidad lo exigido.
De aquí se desprenden los epítetos de "irresponsables, perezosos,
vivarachos, tramposos, etc", que le endilgan, generalizando, a los
indígenas. Pero de los indígenas
necesitados y ubicados en la
franja es que ha venido algún reconocimiento favorable y se dice de éllos que
"hay algunos muy responsables, muy buenos trabajadores, que sí cumplen,
etc.".
El factor que funciona como
una máquina eficaz produciendo miembros para la
franja es la Institución educación implantada por los occidentales. El
destino de los educandos es ir a parar a la franja, en su inmensa mayoría. Se podría decir que éste es
el fin u objetivo de la educación en los
territorios indígenas. Es aquí en
la Institución Educación donde hay que
hacer una reforma radical inmediata; desandar el camino, recomponer
pensamiento. Las demás instituciones como la Salud Pública, la religión, no
perjudican y desequilibran tanto,
como sí lo hace la educación.
La nueva educación Estatal
tiene que dedicarse a "reconstruir pensamiento", en dicha franja. En
lo demás, haría muy bien si se retirara
y devolviera este papel nuevamente a la
educación consuetudinaria, a la autodeterminación de la comunidad.
La educación estatal arrebata
a los hijos de los brazos de sus madres, de los brazos de la comunidad, de los
brazos de la cultura, y se los entrega a la interculturalidad, franja
turbulenta e incierta. Las comunidades están perdiendo a sus hijos.
La franja es usada como
trampolín, como una base, como un medio,
no como un fin. El fin es ir a
occidente, participar de sus
privilegios. Y este pensamiento, opera
tanto para el indígena, como para el Colono. El Colono es un aventurero que aspira a tener otra oportunidad, a conseguir riqueza
para volver a su tierra. Casi nadie viene a estas tierras de la franja con
plenas intenciones de quedarse, o por gusto propio, a excepción de los
turistas. La idea es regresar algún día a sus sitios de origen, pero no pobres,
sino con recursos que les permitan vivir con el prestigio que exige occidente.
Es muy común oír decir a un colono:
"Yo vine por un mes y vea, ya llevo
veinte años; ya mis hijos nacieron aquí". Así se formaron estos
pueblos de la franja intercultural.
6 LOS
SEGUNDOS MESTIZOS
Asistimos en la franja, a que
hemos hecho referencia, a la producción de un segundo mestizaje: El mestizo
latinoamericano con el indígena. Pero al contrario de lo que sucedió en el
primer mestizaje, el resultado ahora es el acercamiento del mestizo a la
cultura ancestral indígena. En el primer mestizaje el acercamiento del mestizo fue hacia España y el rechazo de
lo indígena. Los segundos mestizos no queremos ya tanto a España ni al resto de
los nuevos colonizadores; ahora queremos más a los indígenas; y miramos más a
lo nuestro.
Es más, hay un mestizaje que
se queda en la cultura indígena. Este tipo de mestizaje es de sangre, de piel,
de genes, pero no de cultura. Desde la conquista europea muchas indígenas resultaron y resultan aún embarazadas por los
actores de la colonización. Estos hijos
mestizos se quedan en el seno de la comunidad. Ahí es su vida junto a sus
madres, porque los padres fueron aves de paso, simples accidentes. Estos niños son indígenas
para el grupo. No tienen mentalidad mestiza sino indígena. Algunas
mujeres indígenas han tomado este mestizaje como una manera de mejorar la raza, mejorar las características
físicas de su descendencia. Buscan ser
fecundadas por hombres apuestos, blancos, “para que el niño nazca bonito”. Por
supuesto que esta manera de pensar es de un sector y no se puede generalizar,
porque existe otro sector de pensamiento ortodoxo, radical, que no le gusta que las mujeres indígenas se
casen con blancos.
En la franja intercultural
los "blancos" necesitan ser indígenas para sobrevivir con éxito y los
indígenas ser "blancos". Los
lenguajes, tanto del blanco como del indígena se modifican, al igual que las
costumbres y hábitos.
Los individuos que aún están
en la línea del lindero, con un pie en el
lindero y otro ya dentro de la franja se resisten a aceptar estos cambios;
aunque los necesitan los viven con hipocresía, con amargura, con miedo. Muchos
niegan que coman mañoco, por ser el
mañoco un alimento netamente ancestral indígena, aunque en sus casas lo
consuman todos los días. Pero en la
medida que van penetrando hacia el centro de la franja se hacen más sinceros,
reconocen su gusto por el mañoco y por
lo indígena. Para el indígena el prestigio dentro de la franja consiste en
dejar de ser "inferior" y ser
como los blancos; entonces cuando está en esta línea con un pie en ella y con
otro dentro de la franja, llega a negarse así
mismo, por ejemplo llega a negar, frente a los blancos, que hable lengua
indígena, o prefiere que no lo vean con sus abuelos "mal vestidos", o prefiere
que no sepan quién es; en fin, trata de disfrazar su origen y parecerse lo más
que pueda a los blancos. Es en este momento que aparece la malicia indígena;
él debe parecerse a los blancos, darle gusto a los blancos. ¿Cómo hacerlo?. La
malicia indígena es un mimetismo, un mecanismo de defensa. El indígena dice que sí a todo lo que le conviene al hombre blanco; sabe que llevándole la idea al
blanco, así es aceptado en la franja, mejor tratado, tendrá más
oportunidades. Sabe que no está en
condiciones de decir que no, porque no está en igualdad de condiciones frente
al blanco. El blanco ahí en esa franja lleva las de ganar. La malicia indígena
es el mejor escudo que se ideo el indígena para sobrevivir, cuando fue invadido
por los blancos. Yo diría que el hacerse
religioso, católico u evangélico, es una manera de malicia indígena.
Se acomoda a la mejor
circunstancia, sin decir que no; así logra protección; esto también es patético en la política. "si el patrón
es liberal, yo liberal; si es conservador, yo conservador". La malicia
indígena es la ideología de la supervivencia, en un mundo que le es hostil y
que lo amenaza. (Le quita la tierra, sus mujeres, sus hijos, etc). La malicia
indígena es una opción de supervivencia y muy válida.
7 EL
COMPORTAMIENTO PARADIGMÁTICO
Dentro de la franja, reniegan
los administradores occidentales por la despreocupación del indígena ante la
responsabilidad social, que con tanto esfuerzo y esmero éllos planifican y
ejecutan para bien de las comunidades; o sea, acusan al indígena de no valorar
los hechos, las cosas de progreso que se
hacen para bien de éllos.
La malicia indígena de los
blancos, que la han aprendido llaman a estos hechos fracasados "elefantes
blancos"; lo que quiere decir hechos, o cosas grandes, pero que no sirven
de nada a la realidad, por no concordar con ella. Y en verdad hay muchos
elefantes blancos en los territorios indígenas; la educación, la salud, la
infraestructura, occidentales, etc., son a
su manera "elefantes Blancos" para la cultura indígena, y para
la franja.
¿ Por qué? Puede ser porque no están dentro
del paradigma de la cultura. Los modelos fundamentales de la cultura indígena
son otra cosa; otras realidades que
devienen de los orígenes primordiales de la cultura. ¿ Y si no se conoce siquiera su presente, qué diremos
de conocer el pasado remoto?. En ese pasado paradigmático y sagrado están los
modelos ejemplares que mueven a la cultura indígena. Los hechos presentes son
confrontados con esos modelos paradigmáticos. De eso depende su interés. Por
eso la historia como tal, las justificaciones, los diagnósticos, los
planeamientos, los proyectos, occidentales, no interesan, cuando no tocan algún
eje paradigmático. Que nombren a un presidente, a un gobernador, que hagan
elecciones, eso es como un asunto
curioso y pronto se olvidarán; no permanecerán en el registro de la memoria
cultural. Esos nombres por ilustres que sean no estarán, por no interesar
culturalmente; en cambio sí permanecerá
el interés por los nombres y hechos que los relacione con los relatos sagrados o primordiales.
¿Qué hechos son
paradigmáticos?. El origen del clan, del territorio, de los alimentos; los
sitios claves que conforman su Casa cultural, la ética y la lógica que son
mandatos de los dioses contenidos en la tradición oral.
8
CONTROVERSIA EN LA FRANJA
En los territorios indígenas
en contacto con los blancos se ha
suscitado una polémica que se resume en la siguiente disyuntiva:
"¿Deben los indígenas
aprender la cultura occidental, o deben permanecer y volver a sus modos ancestrales?
Unos defienden lo indígena,
librándolo de contaminaciones occidentales, luchando con toda su sapiencia para
que no den un paso más hacia el centro de la franja y tiendan a salirse de
ella hacia lo occidental, y antes,
vuelvan a sus guayucos, sus coronas de plumas, sus arcos y cerbatanas, etc. Hay
que librarlos de la grabadora, que otra vez soplen el carrizo, el cacho de
venado, el yapurutú, el Yuruparí, etc. Igualmente hay que librarlos del motor,
de la gasolina, para que así su trashumancia vuelva a la naturalidad.
La contraparte replica,
animando a los indígenas a entrar definitivamente en la cultura occidental,
para lo cual defienden su inteligencia y capacidad y hasta su igualdad, los
derechos humanos, la constitución política, etc.
Una tercera posición piensa que lo occidental debe aprenderse y
tenerse como el que aprende una nueva técnica para mejorar su arado o se hace a
un arma para su defensa. Es un recurso real que es necesario conocer. Lo malo
es usarlo para olvidar, para matar la cultura
donde nacimos. Uno no deja de amar a sus padres o a su patria porque
gane un premio, o un título en el exterior.
Unas y otras posiciones
tienen un desenlace grave y de impacto
casi siempre negativo para el indígena, porque tienen el defecto de no
contentarse con ser simple opinión, sino que terminan imponiendo esa opinión a
la comunidad indígena, apoyados en los recursos económicos de origen
gubernamental y no gubernamental, justificados en la moda de los proyectos. Los
más sutiles disfrazan su decisión e injerencia con presuntas consultas
democráticas y diagnósticos técnicos y científicos. Así la comunidad termina
siendo mero objeto de experimentación y justificación de proyectos, elaborados
en occidente; convierten a la comunidad indígena en sede de "foros", "Talleres",
"seminarios", "encuentros", de toda índole y durante todo
el tiempo.
9 LA
HOSTILIDAD
La historia de las relaciones
entre las culturas ha sido de hostilidad. Es una relación de enemistad, de
desconocimiento mutuo.
En América, antes de la conquista, en la llamada
época precolombina, las relaciones ya eran de normalidad, de relativa
estabilidad. Después del descubrimiento
estas relaciones no se han podido normalizar, y sigue imperando la hostilidad.
Las culturas vivientes se ven
como enemigas, antagónicas, no se
reconocen con necesidad mutua. El reconocimiento de esta necesidad mutua, es el
camino hacia la normalización de las relaciones
interculturales.
La vieja relación de
desconfianza ha traído mucho odio, resentimiento y a la vez miedo. Por supuesto que este miedo
es más notorio en la cultura minoritaria o subyugada. Características de la
personalidad del hombre indígena y
latinoamericano, es el resentimiento, la desconfianza y el miedo. Sentimientos
que se hacen profundos debido a la amenaza de la razón misma de Ser; es la
misma supervivencia la que está en peligro.
Si no hay reconocimiento no
se acabará el miedo y por ende la hostilidad entre las culturas, trayendo las
consecuencias negativas vividas por las mismas culturas. Cuando haya
reconocimiento el hombre latinoamericano tendrá tiempo para expresar y vivir sin
miedo su cultura ante el mundo.
Mientras tanto vivirá ocupado defendiéndose y desconfiando de su hermano, apelando a subterfugios, a
malicias indígenas; conviviendo con sus
vecinos como un enemigo.
10 POBLAMIENTO
Y MESTIZAJE
Antes
de la llegada de los españoles, ni la
selva, ni los llanos, ni los Andes, eran
tierras incultas o baldías, como suponían los invasores y siguen suponiendo
los colonizadores actuales. Era la patria de la nación amerindia. La territorialidad estaba
perfectamente establecida y existía una normalidad en las relaciones entre las naciones
originarias. Los españoles nunca entendieron esto, y aún en nuestro tiempo la idea general parece no
haber cambiado mucho.
Los
estudiosos, antropólogos, arqueólogos,
han hallado indicios de habitantes en la zona
desde los nueve a los veinte mil años.
Estos grupos humanos aparecieron en la parte central del río amazonas, y fueron conocidos
como Protoarawak,
o Protomaipures. Debido al cambio de
las condiciones climáticas y del medio ambiente en general y por el crecimiento
de la población, estos se
extendieron, diseminándose en diferentes
direcciones a lo largo de los ríos afluentes del Amazonas[1]. Por el río Negro, que es el mismo río Guainía, subió un grupo,
estableciéndose en la zona de unión entre las cuencas del Orinoco y el Amazonas.
De este grupo son los actuales pueblos indígenas que viven en el Guainía.
Otros grupos, navegaron por el brazo
Casiquiare, bajando por el Orinoco, alcanzando el mar Caribe.
Los pueblos indígenas siempre han sido los habitantes
naturales de la selva amazónica.
Cuando los españoles llegaron en 1.492, la situación
era la siguiente:
En la región
del gran río Orinoco, incluyendo
la parte del alto Orinoco y río Negro, había un grupo que prevalecía y
se hacía notar: eran los caribes. En la historia Oral de los indígenas
piapocos, puinaves, curripacos, sikuanis, y otros grupos, aún se encuentran narraciones que se refieren
a los caribes, comedores de gente y
temibles guerreros. Los Piapocos del río Guaviare hablan de los Kávirinai para
referirse a ellos.
Con el dominio de este grupo, se mantuvo la “normalidad” en la región, antes de los españoles.
Sin
embargo ya empezó a partir de 1.532, una
disputa entre las potencias europeas
por este territorio, puesto que
afirmaban que en la región del alto
Orinoco y río Negro se encontraba la famosa ciudad de Manoa, o El Dorado. Las
potencias que se empezaron a disputar la región fueron: España, Holanda,
Francia, Inglaterra y Portugal.
Pero ¿qué pasó
con los Caribes? , la región del Orinoco, estuvo en
manos de los españoles, holandeses y portugueses. Los holandeses
utilizaron a los Caribes para comercializar por el río Orinoco, alcanzando el río
Guaviare; y los portugueses utilizaron a
los guaipuinaves para comercializar por el Amazonas. ¿Qué comercializaban?
Indígenas, a los cuales esclavizaban. Y
por supuesto, oro y todas las riquezas naturales del territorio.
Conquistar el Airico y el Barraguán
fue un reto para los españoles. Las metas para los expedicionarios eran dos:
Una, encontrar el Dorado y segundo, someter a los indios a la religión
católica. Cuentan las crónicas que detrás del Airico y de Barraguán vivían "muchas naciones de indios".
A
la llegada de los europeos a los llanos y la selva, se encontraron con una sociedad humana organizada. Por supuesto
todo aquello para el europeo era una realidad aparte, algo que no encajaba
dentro de su mentalidad racional. El concepto de civilización, de cultura, de
inteligencia, era un estereotipo
definido, que dejaba por fuera la nueva manera de ser, de vivir, con la
que se encontraron. No podían admitir que el indio fuera un ser perteneciente,
sintiente y pensante. Y este era el ser humano que vivía en el Airico y en el
Barraguán, y en las sabanas y en las grandes cordilleras andinas antes y más
allá en la espesa selva amazónica.
No queda duda que
existía una cultura plena que obedecía a
una manera de pensar, de sentir y pertenecer. El problema radicó en que todo
aquello fue visto y examinado a la luz de la verdad europea reinante. Esa
verdad, hecha en otro continente estaba dada y perfeccionada, y para ese momento
sincrónico de la historia era una verdad absoluta. "La verdad soy yo:
el europeo". Por lo tanto otra verdad no existía en el pensamiento del
conquistador; lo demás era negación, Mito, leyenda. Así usaron esas palabras
para calificar las verdades de la
cultura amerindia.
El conocimiento religioso
indígena pasó a ser un simple “mito” y ¿qué es un mito, según el diccionario castizo? : “fábula, ficción
alegórica”, esto es, lo que no es verdad, lo que es imaginación. Y el
conocimiento técnico, artístico y científico pasó a ser "brujería". Y
entonces, ¿en qué quedaba convertido el ser que así vivía? En una especie rara,
un salvaje, un animal, un subhombre, si acaso.
Pero los indígenas fueron
más inteligentes; aplicaron su "malicia
indígena", dejaron que los advenedizos pensaran como quisieran; y en su aparente silencio y asentimiento,
siguieron viviendo su cultura casi en la clandestinidad de sus almas, practicando su religión, su arte,
su técnica, su ciencia, en una palabra, su filosofía.
Este sistema de pensamiento
ha permanecido subyacente, oculto. La arqueología ha progresado, se han
desenterrado ruinas, huesos, cerámicas etc.; y la antropología viva, también ha
progresado, y la etnografía, y otras ciencias afines. ¿Pero la filosofía
indígena?. ¿Se han desenterrado pensamientos?. Si esto no se ha hecho,
entonces la actual cultura llanera
y de selva y en general de América,
está incompleta, no tiene pies, o anda con unos pies prestados. La
filosofía indígena parece un campo que da miedo, difícil de explorar; pero existe; camino que
yo invito a recorrer, porque es nuestro camino, el de los primeros y segundos mestizos y que debemos
recuperar y mostrar al mundo con orgullo.
Ya vimos, entonces, y está
clarísimo cómo pensó el conquistador
europeo al amerindio. La verdad era europea; y para nuestro caso,
española. Después de España hasta nuestro tiempo las cosas no fueron
diferentes. Fue la era de el primer mestizaje, el criollo nacido en
América, pero con mentalidad española u occidental. Fue una segunda capa de
olvido, no de tierra, sino de hierro macizo, de hierro del olvido, echada sobre
la cultura indígena. Porque el
conquistador criollo, fue peor que el conquistador español del 1.500.
Entonces, desde la colonia,
para la primera generación mestiza de América, lo indígena siguió siendo una realidad aparte, por fuera, siguió siendo
mito y leyenda; algo que no puede estar a la par de la verdad occidental
imperante.
Se observa desde algún
tiempo, particularmente desde finales del siglo XX, en América y concretamente
en las regiones indígenas, lo que yo llamo "el segundo mestizaje".
Es el fruto de la unión de los mestizos
occidentales criollos, nuevamente con los indígenas. Estos nuevos mestizos
tienen la particularidad de querer más lo suyo, tienden más a lo indígena. Los segundos
mestizos ahora quieren más a su madre indígena que a España o a occidente.
Y ya hay individuos hijos de los segundos mestizos nuevamente con indígenas; ya se empieza a dar un tercer mestizaje.
Estos mestizajes, además de producirse
en la mezcla de sangre, se están dando también en el pensamiento. Es por eso
que ahora hay un fuerte movimiento hacia la valoración indígena. Es por ello
que ahora hay muchas personas que aunque
no sean indígenas de sangre, si lo son de espíritu. El mestizaje
espiritual se propaga más rápido que el
mestizaje de sangre.
Este nuevo mestizaje
material y espiritual ya no verá más "indios”, ni "salvajes", ni
"irracionales", ni "mitos", ni "leyendas". El
mito deja de existir. El indígena es un hombre cabal que comparte su humanidad
con el resto del mundo.
La historia sagrada o los
relatos de los abuelos son ciertos. Así los sitios como los cerros, las
lagunas, donde los antepasados vivieron no son sitios míticos, sino sagrados,
lugares muy respetados y muy importantes. No son simples sitios arqueológicos.
De esa misma manera el pensamiento
indígena concibe a los seres
sobrenaturales del monte y de la sabana, no como mitos o leyendas, sino
como realidades que afectan su cotidianidad, su religiosidad, su ser humano
perteneciente, sintiente y pensante.
No en vano dicen los Piapocos,
en uno de sus relatos antiguos, que los sikuanis dieron origen al blanco; y
reconocen que el Sikuani sabe más, porque los superó en la prueba que en los
tiempos primordiales les puso Kúvai, el Dios creador, al darles a los dos a
probar el tabaco vivo.
Desde esta nueva
perspectiva se erradica la palabra
"mito" por no existir en el diccionario oral del indígena.
10
SENTIMIENTO
I
Ellos se levantaron a ver lo que
pasaba. ¿Por qué ruge el cielo? ¿Quién prendió candela en las nubes? Aún
es noche en la selva. ¿Quién despertó el
sueño? ¿Quién cambió los tiempos? Los indígenas salieron a ver quién despertaba
a la selva con terribles estallidos a
las dos de la mañana. Mostraron sus caras desconsoladas, sus almas atribuladas,
pensaron con temor. Pero el viejo Payé vino y no lloró. Miró al cielo y volvió
tranquilo a su hamaca de cumare. Sonrió porque aún estaban las estrellas de la
noche y el camino de la luna...Porque aún el sol dormía al otro lado del mundo.
II
Silban las balas y
entre detonación y detonación, en ese espacio mínimo de silencio, mísero de
paz, te amo. En las noches de tensión, rodeado por el enemigo, robo de esos
segmentos invisibles de calma que tiene la noche y te amo. En mi guerra, amor,
siempre te amo, caído, solo en los fangales lóbregos del fracaso te amo. Lucho
en mi guerra de ansiedades para ganar espacios de calma Dónde amarte. Quisiera
que estos campos de combate quedaran despejados y en silencio para amarnos. Mas
se, que en éllos se librará la próxima
batalla y estás tan lejos…Oh! si
estuvieras aquí, si cupieras como mi corazón, en ese segmento mínimo de paz que
amo y que está entre disparo y disparo, entre angustia y angustia. Siempre
queda un resuello. Ahí escarbaré la guarida y meteré mi corazón para que lo encuentres cuando
vengas, cuando me entreguen roto y las noticias
inmisericordes digan que “fue dado de baja el forajido”
III
La paz es un pedazo de tregua, un intervalo
arrojado, Impregnado de sangre y de malos recuerdos. Es un reposo sobre los
muertos. Me he sentado en sus caras y en sus vientres pasados a cuchillo y a balas y a desprecios. Descansaré de la paz al
marcharse la tregua, cuando se descansen los brazos y las mentes y nuevamente estén
listos para seguir hiriendo y para
seguir matando, y me pueda al fin, contar
entre los muertos.
IV
Caíste como gota fría en
mi boca. Te bebí, con ganas de embriagarme. Tu alma sola se entregó a mi boca, se durmió en mis labios,
vivimos la noche, el amor clandestino. Amor, nos fuimos al sur a arder como
leños, dispuestos a consumirnos. Besé
tus cicatrices, las bofetadas, los malos recuerdos de tus pasiones
pasadas. ¿Quién horadó en tu cuerpo? ¿Quién horadó en tus senos?. Removieron tu
piel, la trituraron como a roca. Besé
esas cicatrices, no vi caricias sino golpes de pica, de desprecios. ¡Tiraron a
matarte! Lo intentaron, creyeron, lo creyeron, borrar tus sentimientos. ¡Pobres
borrachos! Entre la tierra removida te encontré mujer y aún decías “sí, sí” Destapé
tu corazón oprimido de amores.
V
A los indios les
trajeron una ciudad como regalo. La sembraron junto a sus chozas, hicieron avenidas sobre sus
sementeras. En la maloca sagrada del Yuruparí hay una banda de rock. Fue como
un milagro, los graneros, los venteros, los negocios, los motores y esos
hombres blancos como ángeles. Los indígenas borrachos creen que están soñando. Al
pasar los soles los brujos se murieron; pero junto a
los enfermos pusieron hospitales. Para
sus madres indias, los niños desnutridos mueren embrujados. Los mata el vecino,
el de más abajo, es un maleficio, no es deshidratado.
A los indios de América,
los blancos les trajeron una ciudad como regalo.
VI
Por estos campos va mi
ansiada libertad. En el raudal de tu pecho india morenita naufragó mi canoa
viajera. Me perdí en tus sueños y la selva de tu cuerpo me consumió. Los
jaguares que ofician en los altares de tu rostro me miran, me devoran. Atrapado
vivo en las llamas de tu incendio. Remolinos
vertiginosos me hundieron hasta el fondo
inmensurable de tu alma y te conocí, bella cazadora que enciendes la noche.
VII
Hijo mío, nunca te
separarán de mis pensamientos. Eres mi
razón principal, mi universo, mi realidad entera. Te viertes a mis sentidos a
torrentes. Eres mi visión, mi tacto, mi
olfato, mis oídos, mi gusto, mi sentimiento, mi pensar, mi territorio. Ya eres
eterno, más que carne, más que olvido. La distancia no es nada, hijo mío. Yo
estoy contigo en el aire, en el agua, en lo intangible del mundo. Somos amor. ¿Recuerdas
mi abrazo, mi mano con la tuya?. Aún te siento, mis brazos y mi mano espíritu te aprietan. Camina
seguro, alegre, aún en la noche oscura; yo, tu padre eterno te acompaño. Aún en el dolor ahí estoy para
sanarte. Me verás cuando mires con amor, Cuando tu valentía derrote el miedo. Yo me
renuevo en tu nuevo día, en tu nuevo amor, en tus cambios físicos, en tus
inquietudes y en tus nuevas esperanzas, en tus dubitaciones.
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